Fox, ¿por qué no has cumplido?
México, D F, 1 de diciembre (apro)- Detrás del nicho de la Virgen de Guadalupe que se apareció en una losa del metro Hidalgo, Francisco Aguilar, “jefe” de los niños de la calle que viven alrededor de la estatua de Francisco Zarco, suelta imperioso: “Me gustaría volver a ver a Fox para que nos diga por qué no ha cumplido”
La luz del sol no logra calentarlo y, a unos metros dentro de la misma explanada, Aguilar --como lo llaman la banda y los vendedores ambulantes-- recuerda lo que le dijo a Fox el 1 de diciembre del 2000, horas antes de que en la Cámara de Diputados le fuera impuesta la banda tricolor como presidente de la República:
“Le dije que si iba a estar como presidente, pues que trabajara bien Se lo dije luego de que le serví el atole de chocolate que hasta se me tiró por andar volteando a platicar con no sé quién chingaos ¡Chale!, pero no cumplió con la casa que nos prometió”
Es la una y media de la tarde, y entre el pulular de vendedores de fritangas y flores, alguien busca una imagen de San Judas Tadeo, el santo milagroso de la Morelos
Aguilar tiembla de frío --“es que no he dormido ni comido”, confiesa Los labios resecos delatan la deshidratación causada por el exceso de drogas Su mirada también Tarda en enfocar antes de hablar y nuevamente suelta:
“Fox –nunca le dice presidente-- lo único que me dijo fue que le echara ganas y que sacara adelante a los chavos Me dijo que iba a regresar, y esto lo cumplió: sí vino, pero en lugar de llevarnos a la casa que nos había prometido para nosotros, nos llevó a una que ya existía desde hace mucho, la Casa Alianza, y nos salimos”
Francisco es originario de Guadalajara, pero llegó al Distrito Federal a los siete años A pesar de las drogas, todavía coordina bien las ideas y las expresa claramente Eso lo hace distinto y lo ayuda a encabezar a un grupo de 70 niños de la calle que viven en los alrededores de la Plaza del Zarco, a un costado de la Alameda Central
“Es que estudié hasta tercer semestre de prepa y hasta jugué futbol en las fuerzas básicas del Atlante, pero me ganó, me ganó”, explica refiriéndose a las drogas
Aguilar forma parte de los “Niños de Fox” o los “tamaleros”, como se les conoce al grupo de niños de la calle y en riesgo que acompañaron al presidente “el día de la tamaliza”, el 1 de diciembre del 2000 Al recordar el encuentro, señala que días antes Lucía Ruano, directora de la asociación civil “Libertad” y amiga de Fox desde hace 40 años, invitó a muchos niños de diversos lugares a que fueran aquella mañana a la calle Libertad
Orgulloso, Aguilar cuenta que en un momento le tocó servirle el atole a Fox, antes de que el ahora presidente lo sirviera a los demás, mientras Marta Sahagún repartía los tamales
Sin embargo, el nombre de Francisco no apareció en la lista de niños que, según los periódicos del día siguiente, se sentaron al lado de Fox en aquélla fecha
“Lo que sucede es que los niños que aparecieron en la lista y en la foto con Fox no son callejeros, sino en riesgo, y viven en una vecindad de Libertad, donde trabaja Lucía Como es más rentable políticamente, pusieron en primera fila a los niños en riesgo de drogas o de la delincuencia, en lugar de los que viven en la calle, como Francisco, que son más agresivos y mal hablados Yo no dudo que Francisco haya estado, pero atrás de los niños que llevó Lucía”, explica Juan Martín Pérez García, director de “Caracol”, asociación civil que tiene más de 10 años trabajando en programas para población callejera
“Nos habló días antes la gente de Lucía Ruano y fuimos al desayuno Hasta le regalamos una foto de él (Fox) con la bandera”, dice con jactancia Aguilar
--¿Y qué ha pasado con los otros que acompañaron al presidente a comer tamales?
--Algunos ya se murieron, como el Óscar (Hernández Bravo, agrega más tarde, al recordar sus apellidos)
--¿De un pasón?
--Creo que sí, porque no tenía ninguna herida Lo encontramos por allá, tirado en el suelo, muerto –señala sin tristeza, como algo normal
--¿Quién más…?
--No sé… Otros están encerrados, como Noel Eroy, El Pulgas… Y otros se van por un tiempo y luego regresan, como los hermanos Maya, que son de por Iztapalapa
El 003 por ciento de una promesa
Los reclamos no sólo son de Aguilar, sino también de Lucía Ruano, directora de la asociación civil “Libertad” en el barrio de Tepito
“¿Que qué ha pasado? Pues como que ayudar, ayudar, pues como que no Pero vale madres Independientemente de eso, nosotros hemos trabajado para conseguir cosas, para la pizzería y la panadería”, contesta en entrevista por teléfono
Se le recuerda que ya pasaron tres años desde aquella reunión y las cosas no han mejorado mucho para los niños de la calle y los que están en riesgo
“Eso hay que preguntarle, y recordarle lo que prometió en la campaña ¿Has mentido…? ¡Pues explícanos lo que ha pasado!, le tendríamos que decir al presidente”, prosigue Lucía
La directora del grupo “Libertad” subraya que Fox se comprometió con los “niños pobres, de los más pobres”, pero no ha habido apoyos suficientes y la población de niños en la calle, continúa, se ha incrementado de 200 mil a 250 mil en la Ciudad de México
El 1 de diciembre del 2000, Fox se cambió de ropa en una de las casas pobres de Tepito y, ya con traje, se dirigió a la Cámara de Diputados para recibir la banda presidencial “Se vistió de gala ¿y luego?…”, pregunta Lucía
Ella, como otros representantes de organizaciones civiles, cuestiona el principal programa relativo del gobierno federal, De la Calle a la Vida, a través del cual se les daría apoyo mediante el DIF “Nos costó meter el programa de pizzas y de la panadería, y lo pudimos hacer con el DIF del Distrito Federal, que es manejado por el PRD Sólo así”, sostiene
Ya para terminar, con su estilo duro de hablar, ataja la pregunta: “No quiero que nos den ni madres, que Dios los bendiga, pero sí quisiera que nos respondieron: ¿Qué mal hicimos para que no nos volvieran a ayudar?”
Juan Martín Pérez García va más allá y, en un documento que habrá de presentar en España, durante una reunión internacional de asociaciones que atienden a población callejera, critica el programa De la Calle a la Vida que el gobierno foxista prometió con un fondo de recursos por 30 mil millones de pesos para el 2002
“De los 30 mil millones anunciados, sólo fue posible contar con 10 millones, es decir, el 003 por ciento de la promesa”, señala el director de la asociación civil “Caracol”
También critica Juan Martín las “foximonedas”, aquellas monedas conmemorativas que emitió “el gobierno del cambio” con la figura de Fox acompañado de unos niños, de cuyas ventas las organizaciones de desamparados jamás tuvieron información precisa, pues así como llegaron, desaparecieron
El director de “Caracol” analiza finalmente el incumplimiento del gobierno de Fox: “Ante la imposibilidad de mantener su disposición al diálogo y garantizar los recursos para una política pública que enfrentara el fenómeno, el DIF nacional rompe con las organizaciones en marzo del 2002 y convierte a De la Calle a la Vida en uno de sus programas secundarios, que reparte becas a través de las organizaciones, sustituyendo el programa que existía con anterioridad para los niños trabajadores…”