México, D F, 2 diciembre (apro)- México está incluido en la lista de las naciones donde se fabrican armas que se utilizan para torturar Según un informe de Amnistía Internacional, entre 1999 y 2003 al menos 50 empresas fabricantes de armas de electrochoques operaban abiertamente en México y en Taiwán, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia, Brasil, República Checa, Polonia y Sudáfrica A pesar de los reportes sobre torturas infligidas con ese tipo de armas en 87 países del mundo, son pocos los gobiernos que controlan adecuadamente la fabricación, venta y exportación de material policial o de seguridad y, en los pocos en donde está regulado el mercado de ese tipo de instrumentos, los sistemas de control no parecen funcionar de manera adecuada Con base en datos obtenidos del informe Mercaderes del Dolor: El material de seguridad y su uso en tortura y otros malos tratos, Amnistía Internacional asegura que el número de empresas que fabrican armas de electrochoques va en aumento Por ejemplo, menciona que entre 1990 y 1997 el número de países donde se producían era de 20 y hoy asciende a 59 He aquí algunos datos: En China se venden abiertamente porras de acero con púas y Estados Unidos vendió a Arabia Saudita en el 2002 más de nueve toneladas de grilletes con pernos, un dispositivo prohibido por la ONU en el tratamiento para internos Ante la proliferación de este tipo de materiales, AI demandó que se prohíban la utilización, la fabricación y la transferencia de material cuyo uso y propósito principal sean la tortura y los malos tratos, como los cinturones paralizantes de electrochoque, los grilletes con pernos, las esposas dentadas para pulgares y las porras con púas Además, pidió que se suspendan la utilización, la fabricación y la transferencia de material cuyo uso inicial sea la seguridad, pero del que las pruebas hayan demostrado que puede prestarse a la tortura y los malos tratos, y que se prohíban la exportación y la utilización de todo material que pueda prestarse a la tortura y a otros abusos contra los derechos humanos