Urge redefinir el trabajo penitenciario, insta ombudsman

sábado, 8 de febrero de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), que preside el profesor Emilio Alvarez Icaza, insta al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a redefinir lo que es el trabajo penitenciario dentro del sistema carcelario de la Ciudad de México Conforme a las normas que rigen el actual sistema penitenciario, las autoridades se obligan a buscar que el procesado o sentenciado adquiera el hábito del trabajo, para que sea una fuente de autosuficiencia personal y familiar Para ello, se establece que en la regulación de las actividades laborales se observarán las disposiciones contenidas en el artículo 123 constitucional Sin embargo, para el ombudsman capitalino, al establecer este concepto de readaptación, la ley se aleja del espíritu expresado en la Constitución Precisa que de ninguna manera la autoridad puede orientarse a conducir o imbuir hábitos en las personas Por ello, subraya que siendo coherentes con lo expresado en la Constitución, y en concordancia con el interés de la defensa de los derechos humanos, debiera redefinirse como la responsabilidad de proveer a los reclusos con las oportunidades de trabajo y educación suficientes Según información de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social (DGPRS-DF), poco más de 10 mil internos realizan alguna actividad, sea por cuenta propia, sea para algún socio industrial (particulares) o bien para beneficio de la institución penitenciaria Respecto de la industria penitenciaria, la autoridad informa que al inicio del 2002 existían, en todo el sistema, 350 empleos; de ellos, 80 por ciento correspondían a talleres propios, como panaderías y tortillerías Para fines de este año estimaban haber generado 2 mil 650 empleos, de los cuales 2 mil 250 corresponden a la modalidad de “socios industriales”, en donde intervienen empresas como El Globo y diversas firmas de costura Refiere, además, que de los 5 mil 889 internos que trabajan para la institución, 3 mil 909 realizan alguna actividad --o comisión-- de mantenimiento en servicios generales (áreas verdes, cocinas, limpieza, entre otras), y mil 980 que desarrollan actividades educativas Para particulares laboran 302 y por cuenta propia, 5 mil 523 La CDHDF señala que de los que laboran para la institución, la gran mayoría lo hace para efectos de la obtención de algún beneficio de ley, y solamente algunos están incorporados a la nómina, siendo distribuido su salario de la siguiente manera: 30 por ciento para la reparación de daño; otro tanto para el sostenimiento de los dependientes económicos, 30 para el fondo de ahorro, y 10 por ciento para los gastos personales del interno En lo que se refiere a los trabajos para la institución, los internos denunciaron retrasos en el pago, que van de dos hasta cuatro meses de salario Al respecto, los encargados de los talleres señalaron cumplir con enviar la nómina a la dirección general, y que los demás trámites se realizan en las oficinas centrales Los talleres de autoconsumo (cocina, tortillería y panadería) han logrado que, al menos en la generación de alimentos (tortilla y pan), los reclusorios sean autosuficientes Las instalaciones de talleres pertenecientes a la institución (imprenta, costura y zapatería) se han deteriorado por la falta de mantenimiento y la subutilización de los mismos Se cuenta con amplios espacios y con equipamiento suficiente para una producción de considerables cantidades Existen carpinterías, talleres de metalmecánica y otros que podrían aplicarse al mantenimiento de los reclusorios, a la elaboración y a la reparación de artículos de uso diario En cuanto a la industria penitenciara, solamente cinco de cada 200 internos desempeña alguna actividad productiva generada por convenios con particulares La DGPRS-DF reconoce que “la actual infraestructura es subutilizada o no utilizada” Informa que uno de sus objetivos es reactivarla, y tiene como meta generar 2 mil empleos sólo en esta área, y se encuentran trabajando en diversas ocupaciones, tales como cocina, servicios generales y áreas verdes, más de 10 mil internos Admite, sin embargo, que la industria penitenciaria se ha visto afectada, porque “los socios industriales presentaban adeudos por cantidades relevantes con antigüedad de hasta tres años para pagar las nóminas de los internos y la renta del espacio industrial, lo cual ha imposibilitado el desarrollo de la industria penitenciaria” Añade que esta negligencia en la vigilancia de la industria penitenciaria por parte de la administración de los reclusorios recae sobre los propios internos Según informes de la DGPRS-DF, la producción de bienes de autoconsumo, y los mantenimientos preventivos y correctivos de la maquinaria son subsidiados con el presupuesto asignado de acuerdo con el programa operativo anual Actualmente, el sueldo que se paga a los internos que están laborando en los diversos talleres de los centros penitenciarios es el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal (4215 pesos) al día; con excepción de los aprendices en el taller de costura del Reclusorio Preventivo Varonil Sur (1400 pesos diarios), y en los talleres de costura (Femenil Oriente), manualidades y promocionales (Femenil Oriente y Tepepan), en los cuales se paga de acuerdo con el trabajo realizado Al respecto personal de la CDHDF constató que en la Penitenciaria, en el taller de pinzas, los internos tienen que cumplir una cuota de armado de siete cajas con doce paquetes de igual número de pinzas cada uno, para ganar el salario mínimo diario Una vez que rebasan dicha cantidad, el excedente que hagan les es pagado como bono de productividad Las pocas oportunidades de empleo y --al mismo tiempo-- el beneficio agregado (económico y para la obtención de beneficios de ley), que significa cubrir el requisito de trabajar dentro de la institución, han generado la “industria del autoempleo”, principalmente en la realización de artesanías en madera, carpintería, pintura y elaboración de dulces Quienes desarrollan estas actividades tienen problemas para comercializar sus productos, además de que es casi nula la capacitación para la realización de este tipo de actividades Los artículos producidos son comercializados generalmente por los familiares del interno; aquellos que no tienen esta opción, frecuentemente realizan las ventas a través de los visitantes El trabajo por cuenta propia de tipo artesanal está generando una situación de baja calificación en trabajo productivo, y no propicia el conocimiento suficiente para que, una vez externados, los reclusos puedan acceder al mercado de trabajo Por otro lado, la CDHDF destaca el mal estado general de las instalaciones de los talleres, en los que es evidente la falta de medidas de seguridad y lo deteriorado de las instalaciones, así como la falta de limpieza Además pudo constatar la presencia de fauna nociva (ratas) 07/02/03

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