México, D F- En una verdadera ‘guerra’ de acusaciones mutuas se convirtió el esperado careo entre el multiasesino confeso de la familia Narezo Loyola y dos empleadas domésticas, Orlando Magaña y el único sobreviviente Juan Pablo Quintana, al que acusó de ser cómplice de la matanza A pesar de que la confrontación fue a puerta cerrada, desde el exterior del Juzgado 61 Penal del Reclusorio Oriente, se pudo escuchar la agria discusión que sostuvieron los protagonistas del multihomicidio “¡Tú eres cómplice!”, soltó a brote pronto Magaña ante un sorprendido Quintana quien reviró, mirándolo a los ojos: ¡Tú eres el asesino!, ¡tú eres el que llevaba la voz de mando, tú fuiste el que les disparaste a sangre fría” No fue muy lejos por la respuesta: “Tú sabías del asalto a la casa de la familia Narezo Loyola, e incluso durante la masacre en ningún momento mostraste inquietud ni desesperación por lo que estaba sucediendo, sino por el contrario, estabas totalmente tranquilo” Quintana, cubierto del rostro con una chamarra y con un collarín en el cuello, insistió que Orlando mató una a una a las siete personas y luego le disparó a él para eliminar a cualquier testigo Pero Magaña contraatacó: “Tú conoces a Jorge Esteva y lo estás encubriendo ¡Eres un cobarde y mentiroso! Además tu versión está manipulada” El multihomicida dijo retador y despreocupado que junto con Quintana había viajado a Acapulco en donde habían planeado el crimen, y que, además, eran socios Juan Pablo negó que haya realizado dicho viaje en compañía del asesino confeso, y aclaró que lo encontró casualmente en una disco del puerto Ante las mutuas acusaciones, el juez ordenó que no se vieran de frente ni se lanzaran miradas amenazantes porque, aclaró, es un careo y no un duelo Así concluyó la primera confrontación verbal entre el multihomicida y el único sobreviviente de la masacre de Tlalpan, ocurrida el 16 de noviembre de 2002 26/03/03