Ideas, no frivolidades
México, D F (apro)- La clase política del país, en el poder y en la oposición, satura a diario los espacios escritos y audiovisuales con expresiones que pretenden ocultar lo fundamental: Su enorme incompetencia para darle solución a los temas pendientes del país
Sin duda esta conducta se reproducirá durante las campañas políticas, que informalmente ya tiene rato que comenzaron, y la solución a los problemas se aplazará todavía más, sobre todo porque los políticos tienen la arraigada convicción de que se ganan más votos con escándalos que con propuestas
Desde el gobierno de Vicente Fox, por ejemplo, no ha habido información sobre el volumen de recursos extraordinarios por el aumento en el precio del petróleo y menos aún el destino que se le dará, pero aprovecha la reunión con el cómico “Resortes” para difundir que la “pareja presidencial” es dichosa y que juntos toman decisiones
Si a Fox tanto le importa su popularidad, podría usar esos recursos --y de los que ordinariamente dispone-- para ordenar el diseño de un programa o un conjunto de ellos para, por ejemplo, reactivar la industria de la construcción y generar empleos que de manera apremiante se demandan en el país
Activar la construcción de infraestructura educativa, hospitalaria, habitacional y carretera reactivaría la economía, inclusive sin perder las fabulosas reservas de más de 50,000 millones de dólares para afrontar la inminente guerra
Nadie podría oponerse a tamaña decisión, que implica tener visión de Estado, y quienes lo hicieran se exhibirían Fox cumpliría con una responsabilidad como gobernante, en abono de la popularidad de la que es fanático
Pero no
Tomar decisiones no se le da a Fox ni a funcionarios de su gobierno, que han logrado contagiar una enfermedad llamada frivolidad que se extiende en toda la clase política
Ese tema de qué hacer con recursos extras ni siquiera se debate entre los actores económicos, por la sencilla razón de que también están inmersos en la dinámica electoral y las ideas, en esta lógica, no venden
Igual que en este caso, las soluciones a la crisis agropecuaria se han prorrogado por la falta de decisión gubernamental para formular políticas públicas, por una parte, y por el propósito de organizaciones de capitalizar políticamente el apremio campesino
El angustioso problema del campo ha sido mediatizado, como sucedió con otra decisión fundamental, la construcción del aeropuerto en el valle de México, que desde su origen fue torpemente operado y el manoseo se fue intensificando hasta que, de plano, se frustró el proyecto
Para Fox, sin embargo, toda solución radica en la aprobación de su reforma fiscal y la apertura al capital privado en el sector energético, pero si está comprobado que es alguien que no toma decisiones, seguramente cuando los recursos se agoten propondrá vender al país completo
Por eso mejor el presidente ha optado por lo fácil y sin riesgo: Dejar transcurrir el tiempo, que quisiera que fuera más aprisa, para marcharse del cargo Y entregarse a la chacota, mientras su mujer, en un activismo desmesurado, perfila su proyecto político
Sí, ya lo ha dicho mil veces, no aspira a ser candidata presidencial, pero esta afirmación es tan falsa como el “denme por muerto” de Andrés Manuel López Obrador, que en la dinámica política de frivolidad toma decisiones, aunque mucha de ellas no agraden
Ya los electores, llegada la elección del 2000, decidirán, como deberán hacerlo inevitablemente el próximo 6 de julio: Aunque sólo voten diez personas, con toda seguridad habrá de integrarse la Cámara de Diputados
Por eso es tiempo de exigir que se antepongan las ideas a la frivolidad, que ojalá no se convierta en enfermedad nacional, como el cinismo
Comentarios: delgado@procesocommx 06/03/03