Bremer, el nuevo "virrey" en Irak

domingo, 11 de mayo de 2003 · 01:00
Washington -- En un intento por despejar las críticas que levantó la designación del exmilitar Jay Garner como administrador de la “reconstrucción” de Irak --en particular a causa de su estrecha relación con la industria de las armas--, el gobierno del presidente George W Bush designó al exembajador Paul Bremer como regente civil de Bagdad mientras espera que las distintas facciones étnicas iraquíes se pongan de acuerdo para formar un gobierno Señalado como un exfuncionario con poca experiencia para asumir un cargo semejante, Bremer puede exhibir en cambio un extenso currículum en el mundo de los negocios, especialmente en aquellos sectores donde pudo aplicar su experiencia como de jefe de la política antiterrorismo del gobierno del presidente Ronald Reagan En 1989, después de 23 años en la diplomacia, Bremer fue a trabajar al poderoso bufete de cabildeo del exsecretario de Estado Henry Kissinger Luego fue presidente de la consultora “anticrisis” de Marsh Inc, un conglomerado que factura 10 mil millones de dólares anuales asesorando a las corporaciones estadounidenses sobre seguros, inversiones y riesgos La prensa estadounidense especuló: La designación de Bremer --un “hombre de Colin Powell”, secretario de Estado norteamericano— para estar por arriba de Garner –un “hombre de Donald Rumsfeld”, secretario de Defensa-- fue planeada por la Casa Blanca para cicatrizar las heridas que la invasión de Irak dejó en la relación entre la cancillería y el Pentágono La idea habría sido elegir a un “halcón” entre las “palomas” de la diplomacia estadounidense para establecer un nexo que agrade tanto a embajadores como a militares “Estamos enviando a uno de nuestros mejores ciudadanos”, dijo el martes 6 el presidente Bush al anunciar la designación de Bremer como el nuevo “virrey” de Irak, un puesto que en un primer momento había correspondido al controvertido Garner Según afirmó a Apro James Paul, director ejecutivo de Global Policy Forum, un centro de estudios que sigue de cerca las políticas que emanan de Estados Unidos y de la ONU, “Garner se convirtió en una pieza política de cambio” a causa de las revelaciones sobre su desempeño como ejecutivo de Sy Coleman, una empresa especializada en alta tecnología para misiles, y por sus estrechas relaciones con autoridades israelíes, una amistad que obviamente no cayó bien entre los líderes del Irak postSaddam Bremer, en cambio, señala Paul, “ofrece menos situaciones embarazosas de ese tipo y al mismo tiempo provee una perspectiva extremadamente conservadora y hasta radicalmente de derecha para el panorama de posguerra en Irak” Más severa es todavía la apreciación de Michael Schellenberger, uno de los responsables del sitio de Internet stopjaygarnercom, según el cual “Bremer nunca estuvo involucrado en un proceso de reconstrucción y desarrollo, mucho menos en uno de democratización” Con un pasado menos abiertamente comprometedor, el nuevo administrador civil de Bagdad aparece como una garantía de tranquilidad para los negocios políticos y económicos que Estados Unidos quiere llevar a cabo en esa zona del planeta INQUIETANTE PASADO Sin embargo, algunas voces recuerdan algunos inquietantes antecedentes de Bremer En un artículo que incluyó también elogios de sus amigos, el diario The New York Times citó el miércoles 7 al director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, quien recordó que el exembajador es uno de los principales impulsores de las enmiendas que pemitirían a los servicios de espionaje estadounidense contratar a exrepresores o asesinos en el marco de la guerra contra el terrorismo “Su voluntad de alcanzar acuerdos con figuras de ese tipo --dijo Roth-- puede ser problemática en Irak”, un país que la propia Casa Blanca señaló como poblada de torturadores cuando Saddam Hussein estuvo en el poder “Bremer –agrega Schellenberger en entrevista con Apro-- está enviando a los pueblos de Medio Oriente el mensaje de que queremos dominarlos sin importar el daño que se haga a los derechos humanos” En ese sentido, Schellenberger afirma que en contra de Bremer se alza su pasado, fundamentalmente el haber sido uno de los más estrechos colaboradores de Kissinger durante su paso por la cancillería norteamericana “Bremer trabajó para el secretario que supervisó una guerra violenta y viciosa contra civiles en el sudeste asiático”, afirma Además, Bremer “viene reclamando la liberalización de las normas de la CIA para que esa agencia pueda contratar más libremente a torturadores y asesinos” En este terreno, Bremer viene siendo un “duro” de antigua data, ya que reclama esta ampliación de los poderes de los servicios de espionaje mucho antes de los ataques terroristas del 11 de septiembre contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York, hechos que hicieron que muchos dirigentes norteamericanos se radicalizaran En junio del 2000, Bremer, entonces presidente de la Comisión Nacional sobre Terrorismo, se presentó al comité de Inteligencia del Senado Allí dijo: “Los esfuerzos para reunir información sobre complots terroristas y ponerla en manos de nuestros analistas y de los funcionarios que toman las decisiones se ven obstaculizados por barreras burocráticas y culturales “Por ejemplo –explicó-, ¿quién mejor para revelarnos los planes de un grupo terrorista que un miembro de la propia organización? Sin embargo, un agente de la CIA en el terreno que quiera reclutar a una fuente de ese tipo enfrenta una desalentadora serie de revisiones de parte de un cuartel general que opera bajo la premisa de que reclutar a un terrorista es algo malo” NEGOCIOS SON NEGOCIOS Después de que abandonó la diplomacia, Bremer se desempeñó como presidente de la Marsh Crisis Consulting, una firma que se dedica a asesorar a las corporaciones sobre cómo enfrentar problemas que van desde un juicio de gran envergadura a los ataques terroristas, pasando por casos de violencia en instalaciones de la compañía Empresas de este tipo fueron recientemente descriptas por Hollywood en el filme Proof of life, en el que el actor Russell Crowe debe actuar por su cuenta después de que la consultora para la que trabaja desiste en manejar el rescate de un ingeniero estadounidense secuestrado por pintorescos guerrilleros sudamericanos Los costos de operaciones de este tipo son mantenidas en secreto, al igual que los seguros que las cubren, pero en el caso de la Marsh Inc se pueden sacar cuentas a partir de un dato: Por el programa de un seminario que dicha empresa ofreció recientemente en Nueva York –con el título “seguridad en un mundo peligroso”—cobró 2 mil 250 dólares por copia Para algunos observadores, la designación de Bremer tiene menos que ver con el terrorismo que con los intereses norteamericanos en la “reconstrucción” de Irak “En sus manos, el petróleo será transferido de manera segura al control efectivo de las compañías anglo-norteamericanas y Estados Unidos ejercerá un firme control del nuevo gobierno iraquí”, afirma Paul El comentario coincide con las nuevas revelaciones que indican que la Kellog, Brown and Root (KBR), la subsidiaria de Halliburton –empresa de la que fue titular el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney-- tendrá en Irak más negocios de los que se anunciaron en un primer momento Según reveló un diputado demócrata, la KBR, que consiguió un contrato sin necesidad de licitación para el control de los fuegos en las refinerías iraquíes, ahora también logró un contrato para operar el procesamiento y distribución del crudo Como ello obtuvo amplia repercusión, se puede entonces entender que la Casa Blanca quiere en Bagdad a un hombre firme y práctico como Bremer, quien estará por encima de Garner pero deberá reportar al secretario de Defensa, Rumsfeld Esa burocracia es lo de menos en este caso El gobierno estadounidense está especialmente preocupado por evitar malos pasos como el dado recientemente por la ministro de Agricultura, Ann Venemann, quien en abril había designado al empresario Dan Amstutz para coordinar los esfuerzos para la “reconstrucción” de Irak en ese sector Amstutz --exdirectivo de Cargill-- viajó rápidamente a Kuwait y hasta dio una conferencia de prensa sobre sus objetivos para después encontrarse con una sorpresa: un funcionario del ministerio, Lee Schatz, hombre del agrado del Pentágono, ya había sido designado para ese puesto La Casa Blanca espera que con Bremer estas situaciones ya no se repitan

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