Blair, primer gobernante occidental que visita el Irak de la posguerra
En lo que constituyó la primera visita oficial de un mandatario occidental a Irak, después del derrocamiento del régimen de Saddam Hussein, este jueves el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, principal aliado de Estados Unidos, llegó a Basora en donde agradeció a la tropa británica su actuación en el país árabe, la que calificó de “altamente profesional”
Pese a las críticas mundiales por las miles de muertes de civiles durante la unilateral invasión, insistió en que sus métodos para mantener la paz han sido "extraordinarios"
Reconoció las divisiones ocasionadas entre la sociedad inglesa a raíz de la ofensiva militar, pero aseguró que cuando se trata de las fuerzas armadas no hay diferencia alguna de opinión
"Esto no fue el material ficticio que aparece en las películas Fue una guerra real, con derramamiento de sangre real y bajas reales", dijo Blair a los cerca de 400 soldados congregados en uno de los palacios que fueran de Saddam Hussein
Agregó: "Hubo gente que ustedes conocieron que no regresará Y lo sentimos por ellos y les rendimos tributo por todo lo que hicieron y los sacrificios que hicieron"
Afirmó también que la invasión a Irak reconfiguró la región y creó una situación en la que se puede lograr un avance real, desde la situación palestino-israelí hasta las relaciones con Siria e Irán
"La ‘liberación’ de Irak es algo enorme, un acto grandioso y magnífico para el pueblo iraquí que ustedes lograron y del que pueden sentirse orgullosos", insistió ante los militares
Blair, llegó a la ciudad de Basora en un Hércules C-130 de la Real Fuerza Aérea procedente de Kuwait y fue recibido por el general Peter Wall, comandante de la Primera División del Ejército británico, en el aeropuerto de la segunda ciudad más importante de Irak
Durante su estancia en Basora, sostuvo una reunión con el representante especial de Gran Bretaña en territorio iraquí John Sawers y con L Paul Bremer, líder de la Oficina de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria, designado por Estados Unidos
Bremer y Blair, según Sawers, analizaron los problemas económicos de Irak, la seguridad –especialmente relacionada con lo que queda de los militantes del Partido Baath— y la influencia iraní entre la comunidad chiita iraquí, mayoritaria en el país
"Existe un problema de seguridad aquí, especialmente en Bagdad, donde el régimen baathista era más fuerte y donde más difícil ha sido controlar la delincuencia", admitió el representante británico en Irak
No obstante, Sawers afirmó que según palabras de Bremer, los clérigos locales chiitas están "enormemente agradecidos" por el derrocamiento de Hussein
Antes de su reunión con los funcionarios encargados del proceso de reconstrucción de Irak, Blair visitó una escuela donde dijo que los maestros han recuperado su rutina tras la lucha
"Creo que han realizado una tarea magnífica Creo que pueden sentirse orgullosos de lo que han logrado", dijo a maestros y alumnos mediante un traductor en el patio de la escuela 29/05/03