¿Te acuerdas de la justicia social?

sábado, 3 de mayo de 2003 · 01:00
Hace unos cuantos años, las viejas ideas del alemán Ferdinand de Lasalle, aristócrata que afrancesó su apellido que, de origen, era Lasal, dominaron el mundo europeo La socialdemocracia, una ideología que manejaba la coexistencia de los trabajadores y sus sindicatos con el capitalismo y con el Estado, se impuso como regla de vida en las elecciones parlamentarias de la década de los ochenta Era el viejo socialismo moderado que Marx impugnó en su famosa “Crítica al Programa de Gotha” pero que, de todas maneras, era socialismo Socialdemócratas eran o por lo menos se consideraba así, los gobiernos de España, Francia, Italia, Gran Bretaña y Alemania, a partir de la derrota de Kohl y muchos más Se apoyaban en el concepto de Estado de Bienestar, ese invento capitalista nacido en el Tratado de Versalles de 1919 mediante el cual los países vencedores y vencidos de la Primera Guerra Mundial se curaban en salud frente a la aparición, en Rusia, del primer Estado socialista del mundo De ahí surgió la Organización Internacional del Trabajo y el Derecho del trabajo se consolidó como una rama del Derecho con sentido tutelar a favor de los trabajadores No obstante, fuertes embates en contra del socialismo dieron lugar, en primer lugar en Italia y después en Alemania, a los sistemas fascistas que inventó Maese Mussolini y que confirmó Hitler Portugal primero y después España, con Franco, siguieron el camino del corporativismo convirtiendo a los sindicatos en parte de la organización estatal, curiosamente dictando normas que favorecían a los trabajadores en lo individual pero cancelaban en lo colectivo su libertad sindical, el derecho de huelga y el derecho a que sus conflictos los resolvieran jueces pertenecientes al Poder Judicial Así nacieron las Magistraturas del Trabajo, ejemplo notable del control por los poderes ejecutivos, de los conflictos de trabajo No es casual que las juntas de conciliación y arbitraje de nuestro país, generadas en 1917 con un modelo yucateco, a su vez tomado de Nueva Zelanda, se hayan confirmado en 1931, con la primera Ley Federal del Trabajo No fue ajena a su instrumentación legal la evidente admiración de Plutarco Elías Calles por el señor Mussolini Brasil, con Getulio Vargas y Argentina, siguieron de cerca el mismo camino Después de la Segunda Guerra Mundial, si es cierta, aunque sea por aproximación, la cifra de sesenta millones de muertos, la mitad en la Unión Soviética, no puede extrañar que haya abundado el empleo La reconstrucción de Europa, a la que ayudó un poquito el famoso Plan Marshall, en rigor, un freno al avance del socialismo, generó abundante empleo y un mercado ansioso de comprar La Seguridad Social moderna, inspirada en el Plan Beveridge que sustituyó a las viejas cajas de seguridad social auspiciadas por el Canciller Otto Von Bismarck por un sistema controlado desde el Estado, nació en Inglaterra, en plena guerra y se expandió por el mundo A su vez los sindicatos asumieron una fuerza considerable imponiendo condiciones que los patrones aceptaban porque el mercado daba para todo El Derecho del trabajo se desarrollaba con ímpetus envidiables al mismo tiempo que la Seguridad Social Pero en la década de los setenta, la crisis petrolera puso al mundo de cabeza Los mercados ya estaban saturados Las empresas no podían cubrir el costo creciente hasta la exageración de su principal insumo La solución: reconversiones industriales; despidos masivos; nuevas tecnologías; capacitación intensa a menos trabajadores y como consecuencia directa, el Estado recibía menos impuestos y cuotas de seguridad social pero tenía más gastos, entre otros el discutible seguro de desempleo La necesidad de contar con más recursos hizo que el Estado pusiera en circulación dinero no respaldado por valores económicos con lo que la inflación tomó posesión de las economías Los salarios perdieron valor; los sindicatos se lanzaron a las huelgas con lo que las empresas producían menos y agravaban la crisis económica Se inventaron los pactos de concertación social con sacrificio notable de los salarios y los gobiernos conservadores empezaron a perder votos Los partidos socialdemócratas iniciaron su marcha hacia el poder Europa eligió el camino de la unidad con el Tratado de Roma y sus economías, entrelazadas, con enorme visión de sus gobernantes, rescataron en parte el empleo y mejoraron considerablemente los niveles de vida Los europeos ya tenían qué conservar y como es natural, se hicieron conservadores El problema es que siguieron el mismo camino los partidos y gobiernos socialdemócratas Había, por supuesto, la Guerra Fría, que no lo era tanto porque en muchos frentes resultaba muy caliente Berlin era la frontera natural Pero la economía de la URSS no pudo superar las inversiones norteamericanas en armas y vino el colapso cuya manifestación más notable fue la caída del Muro de Berlin en noviembre de 1989 El Estado de Bienestar resultó innecesario frente a la derrota de los llamados países socialistas y se derrumbó La seguridad social se convirtió en gasto superfluo El Derecho del trabajo aceptó flexibilizaciones y movilidades En la política empezó a resultar más provechosa para efectos de votos la inclinación a la derecha, aunque fuera dentro de un sistema formalmente socialdemócrata Sobran los ejemplos Ahora el señor Schröeder, preocupado por los problemas de la economía alemana, que no acaba de levantarse después de la unión de las dos Alemanias, plantea la reducción notable del seguro de desempleo en tiempo e importe Y amenaza con renunciar si su Partido no acepta las reformas Pero también quiere afectar las soluciones de sanidad y las pensiones Blair, a su vez, se ha convertido en el más odioso representante de un gobierno antisocial, mandando a volar una personalidad enormemente atractiva que le permitió derrotar a los conservadores Y por los rumbos de Francia y ahora Alemania, todo indica que se busca reactivar las relaciones con los Estados Unidos, notables vencedores de una guerra ilícita y destructores sin remedio de la Organización de las Naciones Unidas Era bello pensar en la justicia social Pero todo indica que es un concepto pasado de moda Salvo que, los principales afectados, los trabajadores, hagan uso de la palabra

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