Guerrero: Profesores de la montaña, entre los más pobres (Segunda de tres partes)

domingo, 15 de junio de 2003 · 01:00
* Maestros bilingües, de los más castigados por el sistema escolar Acapulco, Gro (apro)- Han participado en marchas y plantones que han tenido desenlaces violentos, lo mismo en la Ciudad de México que en Chilpancingo Han sido señalados de agredir a reporteros, fotógrafos y camarógrafos, así como provocar destrozos en oficinas de la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) Son los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) No hay registros claros del número exacto de profesores que están en el movimiento Buena parte de ellos rotan su participación en las movilizaciones Lo que sí se sabe es que de las siete regiones del estado, participan cinco: Acapulco, Costa Chica, Costa Grande, la zona Centro y la Montaña El único contingente permanente es el de unos mil 600 maestros de la región de la Montaña, la mayoría bilingües, a quienes el sistema educativo ha castigado durante años, al no reconocer en algunos casos sus plazas laborales Los maestros bilingües, los que realizan un doble esfuerzo para enseñar a niños indígenas el español y conservar su lengua materna, cobran entre 2 mil y 2 mil 400 pesos quincenales, salarios que hacen efectivos en las sedes de las coordinaciones educativas En la alta Montaña, la más pobre del estado, los profesores rurales y bilingües tiene que acudir a Tlapa, a donde llegan después de 5 a 8 horas de camino, la mayor parte del tiempo a pie El mismo tramo realizan cuando se requiere información y papeleo, tienen que recorrer la misma distancia La mayoría de los maestros dan clases “multigrado” a estudiantes con deficiencias, con altos grados de desnutrición y bajos niveles académicos, debido a que seis meses del año, de noviembre a abril, suspenden sus estudios para acompañar a sus familias a trabajar como jornaleros en los campos agrícolas de Sinaloa y Baja California La pobreza no deja otra opción Sesenta por ciento de los indígenas de la Montaña, según cálculos oficiales, huyen de la sequía y de las pocas oportunidades de sobrevivencia en sus pueblos para emplearse como peones, adultos y menores, para poder sobrevivir el resto del año en sus comunidades Todos los miembros de las familias indígenas trabajan en la pizca, a veces sólo se quedan en los pueblos los niños que van a terminar la educación primaria, única opción de progreso y el medio de conocer el español para poder defenderse en el hostil mundo mestizo Los maestros de la región no son ajenos a las carencias y la pobreza Por su trabajo reciben menores ingresos que aquellos profesores que imparten clases sólo en castellano en las ciudades de la misma región y que no necesitan desplazarse mucho para recibir sus emolumentos Un maestro en una ciudad como Tlapa percibe 2 mil 400 pesos a la quincena y, si ha cubierto cursos en Carrera Magisterial, aumentan sus percepciones A las complicaciones que los maestros indígenas se enfrentan en las aulas, la mayoría deterioradas sin mantenimiento, se agregan los traslados que por motivos salariales, sindicales o burocráticos tienen que hacer durante el mes, en lo que ocupan por lo menos dos días De comunidades de Metlatónoc, como Dos Arroyos, a Tlapa, donde está la Coordinación Educativa de la Montaña, un maestro emplea tres horas de camino a pie hasta la cabecera municipal –considerado el más pobre del país-- y de ahí esperar transporte público, que no da un servicio constante en el día, que en dos horas lo lleva a Tlapa De regreso el mismo calvario, y no siempre se puede realizar en el mismo día, depende de las condiciones meteorológicas y de la disponibilidad del transporte, y hasta de las fuerzas que tengan para continuar Hay sitios más desfavorecidos, como Agua Tordillo, municipio de Acatepec Cada vez que los profesores de esa localidad necesitan acudir a Tlapa, tienen que caminar cinco horas hasta la cabecera municipal y de ahí esperar transporte colectivo, por lo general camiones de carga sin suficientes asientos –a veces ni eso-- que los llevan hasta su destino en tres horas Gastos y fatigas que no están contemplados en sus salarios Estos son los maestros que se desplazaron a la Ciudad de México, donde están de manera permanente exigiendo solución a sus demandas de incremento salarial y rezonificación por vida cara, así como sociales, tales como dotar de uniformes a los alumnos, mejoramiento de las infraestructura educativa, material didáctico y desayunos escolares La mayoría de los mil 600 profesores de la región que se encuentran en paro laboral apoyando el plantón en la capital, informaron a las autoridades comunitarias de su decisión A los habitantes de los pueblos indígenas, que desde abril retornaron del norte para atender sus parcelas y para que los menores culminen el año escolar, no les queda más que resignarse, como lo han hecho con su ancestral pobreza Sin clases, los niños indígenas colaboran con su familia en las labores del campo, en el cuidado de los pocos animales que tienen Pero hay comunidades en donde los pueblos no permitieron a sus profesores a sumarse a la lucha magisterial, pese a que pertenecen a la misma corriente que los que encabezan la lucha Es el caso del municipio de San Luis Acatlán, donde sólo los maestros de Buenavista, una comunidad mixteca, tuvieron la anuencia de las autoridades comunitarias Y es que en ese municipio, cada decisión que afecta a los pobladores es sometida a asambleas comunitarias, desde la selección de los funcionarios, los policías comunitarios y el castigo a los delincuentes De hecho, profesores y directores de escuelas han sido expulsados de comunidades indígenas por faltar a clases o maltratar a menores Esta ocasión no fue la excepción, y los maestros de San Luis pidieron permiso, pero en las diferentes asambleas les fue negado: no se podía abandonar a los niños en el último bimestre del ciclo escolar En las ciudades como Acapulco, los profesores paristas no dejan opción a los padres de familia, pese a que tienen niveles salariales que oscilan entre los 7 mil y 8 mil pesos, en promedio, al considerarse el puerto como zona cara Al igual que sus colegas de la Montaña, cada quincena no hay clases en las escuelas públicas, aunque hay profesores que ante el reclamo de padres de familia, han establecido que el día de pago se adelanta la salida de los menores Tampoco les notificaron su decisión de apoyar el movimiento gremial, intensificado desde el 15 de mayo A diferencia de sus compañeros de la Montaña, que están de lleno en la movilización, los acapulqueños faltan uno o dos días para apoyar el paro, y regresar a clases Evitan que una tercera ausencia les haga acreedores de un acta administrativa o de abandono de empleo En años anteriores, los profesores se han comprometido a reponer clases, situación que por lo general no se cumple, y los menores pasan de grado con deficiencias educativas Pese a las medidas de seguridad de algunos profesores, el secretario de Educación, Daniel Pano Cruz, anunció que en la quincena pasada fueron retenidos 800 cheques de profesores paristas, y que se procesen actas administrativas y de abandono de empleo, así como juicios laborales, advertencia que en años anteriores han escuchado los profesores pero que, tras las negociaciones para levantar las movilizaciones, no se cumplen Por lo pronto, el secretario anunció que de continuar el bloqueo a oficinas administrativas, 135 mil alumnos estarían en riesgo de no obtener a tiempo sus certificados escolares de primaria y secundaria 16/06/03

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