México, D F (apro)- A punto de cumplirse tres años de la decisión ciudadana de elegir a Vicente Fox como jefe del Ejecutivo de México, en plena campaña electoral, el presidente de la República insiste en lo que tanto le gusta, hacer propaganda y desentenderse de su responsabilidad de gobierno En su nueva incursión al ámbito electoral ha jalado a toda la estructura del gobierno federal, incluyendo al secretario de Gobernación, Santiago Creel, el responsable de garantizar la legalidad y la tranquilidad del país, una perversión que en su momento ambos condenaron a los gobiernos priistas El uso del aparato oficial para beneficiar electoralmente a su partido, el PAN, es muy grave en términos de la democracia en México, aún incipiente y cuyas acciones para fortalecerla debieran ser la principal preocupación de Fox y Creel De los priistas sabíamos que les valía emplear la estructura no sólo del gobierno, sino del Estado, para allegarle votos a su partido, un esquema al que el PAN contribuyó a romper, pero esta inmoralidad nuevamente se reproduce, paradójicamente, en un régimen que se comprometió justamente a liquidar Más allá de la legalidad de las acciones propagandísticas del gobierno de Fox, que han sido puestas en entredicho por expertos, lo fundamental es la incongruencia Y la explicación es sencilla: al PAN le urge evitar un mayor colapso electoral Sólo la desesperación explica el frenesí de transmitir promocionales del gobierno alternados con los del PAN, y que sólo fueron cancelados por la presión ejercida por los amplios sectores de la sociedad y la intervención del Instituto Federal Electoral (IFE) Para ejercer el gobierno y la autoridad es preciso contar con oficio político, que se requería para, con gallardía, decidir unilateralmente retirar del aire los mensajes que encubren la incompetencia de la alta burocracia federal Retirados los promocionales, Fox insiste: ahora multiplica, junto con Creel, sus giras para entregar obras y planes de éstas, sobre todo en los estados y municipios que electoralmente le son adversos al PAN, cuya actual directiva secretera olvidó los principios de sus fundadores y desplazó a muchos dirigentes que los sostenían El furor de Fox y sus funcionarios por, según ellos, informar a la sociedad de sus “logros” es en realidad una patraña, otra más de la nueva alta burocracia federal, y es no entender que los ciudadanos premian o castigan electoralmente en función de hechos concretos Si, como dice el gobierno, la pobreza en México ha disminuido, algo que a todos en verdad nos alegraría, le retribuirá al PAN en las elecciones, y si efectivamente se trata de un gobierno que toma decisiones, así sean difíciles para la población, habrá un premio para su partido Pero usar el aparato gubernamental para apuntalar electoralmente al PAN, de manera arbitraria, es inmoral Y en eso precisamente debería radical el “cambio”, en la asunción de nuevas conductas políticas que permeen en la sociedad Las visitas de Fox a Sonora, cuya elección está muy cerrada, lo mismo que en el municipio de León, de donde el presidente es vecino, reproducen el mismo esquema que la ciudadanía repudió hace tres años Ahora Creel intensifica sus giras, acompañado por un pool de prensa Desde el viaje a Tijuana y San Diego, el 24 de abril, para evaluar los avances del programa binacional de seguridad fronteriza, el secretario de Gobernación lo mismo va a Guanajuato que a Veracruz y Morelos El viernes 20 estará en Quintana Roo y Yucatán, viajes con un claro propósito electoral “Son otras condiciones”, se justifica Creel para tratar de explicar que en México ya no prevalece el autoritarismo priista Pero el exintransigente consejero ciudadano del IFE oculta, deliberadamente, un principio fundamental en cualquier contienda electoral: la equidad Esa de la que él tanto se quejó en la elección del 1994, y que el propio Ernesto Zedillo reconoció después Se trata, pues, de una actitud hipócrita del gobierno y del PAN, que la población habrá de cobrarles Comentarios: delgado@procesocommx 19/06/03