PAN, bofetada a la ultraderecha

viernes, 18 de julio de 2003 · 01:00
México, D F, 17 de julio (apro)- El retroceso electoral del PAN del domingo 6 representa, paradójicamente, un avance para México: la sociedad frenó a la ultraderecha incrustada en ese partido que ahora afrontará, también, la sanción del panismo que desplazó Este sector oscurantista del PAN condujo a Vicente Fox a cometer el error no sólo de poner más en entredicho la investidura presidencial en un país constitucionalmente presidencialista, sino de contravenir el ideario panista de someterse a la legalidad Los resultados, por fortuna, le fueron adversos a la Organización Nacional del Yunque, que comenzó a desplazar a los panistas históricos a mediados de los setenta y que se volvió hegemónica con la llegada a la presidencia del partido de Luis Felipe Bravo Mena, cuya incompetencia quedó exhibida el 6 de julio La evaluación del desplome electoral panista, que muchos simpatizantes y no simpatizantes anticipaban, no estará desprovista de una revisión de fondo sobre la actuación de militantes yunques apoderados de amplias parcelas en el PAN y en el gobierno, tal como ya lo plantean muchos militantes, entre ellos Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia Senadores como Javier Corral y Felipe de Jesús Vicencio, o exdiputados como Juan Miguel Alcántara Soria y Juan Marcos Gutiérrez, así como numerosos consejeros nacionales, tienen la certidumbre de que el PAN, institución fundamental en la edificación de la democracia, debe ser sometida a un riguroso escrutinio para calibrar la penetración de la Organización Nacional del Yunque Es lógico que los panistas, que por muchos años han cuidado su institución, alerten sobre la influencia de esta organización secreta, pero también lo es que la sociedad sepa que, al margen de si simpatiza o no con ese partido, existen personajes que tienen propósitos ocultos que se contraponen a los principios democráticos En el México actual está garantizada la libertad de pensamiento, de creencia, de expresión y difusión, entre otras, y la sociedad sabrá con cuál de ella se identifica o apoya, pero es inadmisible que haya quienes, agazapados en la oscuridad, comentan el fraude a la sociedad presentándose como algo que no son La derrota en la elección federal del 6 de julio, y en estados como Nuevo León, representa sobre todo una bofetada de la sociedad a ese grupo ultraderechista apoderado hoy del PAN, cuya incompetencia tendrá también que ser sancionada por los militantes que ahora entienden por qué en algún momento chocaron con una muralla de cristal Será asunto de los panistas si echan a los yunques de su partido, pero éste, como entidad de interés público, debe ser sujeto del escrutinio social, porque las decisiones que toman tienen consecuencias más amplias que a sus propios militantes Sin duda mucha gente no le dio su apoyo al gobierno de Fox precisamente por la ineptitud de muchos de sus funcionarios, identificados con la Organización Nacional del Yunque, como Ramón Muñoz, su principal asesor, o como los que cobran en las secretarías de Desarrollo Social y del Trabajo, que se supone deben atender los asuntos de la gente Será, también, asunto de Fox si remueve o no a funcionarios que pertenecen a esa organización secreta, que a partir del libro El Yunque, la ultradecha en el poder, del que esto escribe, ya no lo es tanto No Lo verdaderamente relevante es que el presidente modifique su estrategia y tome el mando del gobierno, conforme a las actuales circunstancias, y lo proyecte para bien del país La bofetada de la sociedad al PAN --particularmente a este PAN yunquista-- debe hacerle entender a Fox --no hay que perder la fe-- que todavía es posible rescatar algo de su gestión, que no llega ni siquiera a la mitad Comentarios: delgado@procesocommx

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