Tijuana, B C (apro)- Como si el índice criminal de esta frontera no fuera lo suficientemente alto, Estados Unidos está deportando a territorio nacional, jóvenes criminales que cometen asaltos y homicidios o que venden drogas al menudeo Se trata de mexicanos radicados en California, cuyo proceso de migración se vio interrumpido por la comisión de delitos que ameritaron penas de cárcel, al término de las cuales fueron deportados a México sin ningún aviso oficial El jefe de la Policía Municipal de Tijuana, Francisco Arellano, informó en entrevista que es notorio el incremento de jóvenes que radicaron en California durante varios años, y que cometen todo tipo de delitos Arellano dijo que estos jóvenes pierden su status migratorio “al ser encerrados en cárceles y cumplir su condena, por lo que las autoridades de Estados Unidos han mandado varios delincuentes en potencia” Uno de los delitos más sonados cometidos por estos jóvenes, conocidos como “pelones” por pertenecer a bandas que usan la cabeza rapada como símbolo de identificación, fue el asesinato de un policía municipal el pasado 6 de junio de este año Fue el agente Pablo Chico Zamudio, acribillado junto con el oficial Víctor Hernández Ramírez, quienes se enfrentaron a disparos contra tres jóvenes mexicano--americanos por el sólo hecho de coincidir a las afueras de una tienda de abarrotes donde los primeros compraban cervezas El jefe policiaco lamentó la falta de mecanismos oficiales que permitan controlar este tipo de ingresos, ya que “mientras no comentan ningún delito en nuestro país son libres como ciudadanos 01/07/03