Sam López: matar las pulgas a cañonazos

miércoles, 30 de julio de 2003 · 01:00
*Envuelto en acusaciones por violaciones de derechos humanos, se dice satisfecho por sus 9 años como procurador de Colima Colima, Col , 29 de julio (apro)- A tres meses de que concluya el actual sexenio y tras casi nueve años de ocupar el cargo de procurador general de Justicia del estado, Jesús Antonio Sam López dice que el próximo 31 de octubre terminará su gestión “con el mismo ánimo de siempre: feliz de la vida” A sus 68 años de edad, el funcionario –que a lo largo de sus más de cuatro décadas de trayectoria policiaca en diversos lugares del país ha sido acusado de represor y torturador— afirmó: “Estoy bien con Dios, estoy bien con mi conciencia y lo demás me tiene sin cuidado” Antes de ser designado procurador de Justicia de Colima en enero de 1995 por el exgobernador Carlos de la Madrid Virgen, y ratificado por el actual mandatario, Fernando Moreno Peña, en noviembre de 1997, Sam López fue procurador de Justicia de su natal Nayarit en dos ocasiones y director del penal de las Islas Marías, entre otros puestos, donde su actuación dejó una estela de denuncias de violación a los derechos humanos, igual como ha ocurrido en Colima Aunque su nombre no ha sido mencionado formalmente entre los represores que investiga la fiscalía responsable de esclarecer crímenes y desapariciones del pasado, Sam era el director de la Policía Judicial del Distrito Federal el 10 de junio de 1971, cuando ocurrió la matanza del Jueves de Corpus, cargo que ocupó entre 1970 y 1975 “Estoy orgulloso de mis 45 años en el servicio público sin que me hayan podido probar nunca nada –afirma--, además de que no me pueden acusar que me he robado un peso, de que soy un desleal o de que soy flojo Y eso no cualquiera lo puede decir” --¿Y las demás acusaciones no le incomodan, no le preocupan? --¿Por qué me va a molestar? ¿Usted cree que le voy a reclamar porque usted publica algo mío? No tiene importancia, es publicidad gratuita Que hablen mal de mí aunque sea, no me voy a enojar, es publicidad gratis, no me afecta Me han hecho popular y famoso “Me han acusado de todo, pero no les hago caso ¿Conoce usted alguna queja mía contra alguien? Jamás Y mire que me han atacado, inclusive usted Y nunca le he reclamado Lo tomo como parte de un partido de futbol En el juego nos vamos a dar de patadas, se acabó el juego y se acabó el rencor No vamos a guardar el rencor de un juego de futbol Así lo tomo yo y así lo he tomado en 45 años de servicio, si yo fuera rencoroso, se imagina, en este negocio donde todo mundo me tira No le doy importancia, es parte de mi trabajo Lo importante es eso: que nadie ha podido acusarme de ladrón, de desleal o de flojo Por eso he tenido trabajo 45 años y es tiempo de que me retire” --¿Con qué ánimo se retira? --Feliz de la vida, con el mismo ánimo de siempre, porque me siento muy orgulloso de mis hijos que siguen mis pasos Yo no se los pedí, ellos lo eligieron Siguen mi huella, bueno, lo escogieron Entonces cómo no me voy a sentir orgulloso de eso --¿Está satisfecho con su fama de duro? --Siempre he sido duro Por supuesto que sí El hecho de que el delito disminuya y de que la gente no venga a secuestrar a Colima es por eso; no tenemos asuntos pendientes, todos están resueltos ¿Por qué voy a llorar? Me quejaría si me dicen maricón, pero ya a estas alturas del partido, cuando voy a entregarle cuentas a San Pedro, pues ya no me preocupa Sam López, a quien el quebranto de su salud en los últimos 18 meses lo ha obligado a ausentarse del estado en varios periodos –en uno de los que debido a una complicación de la diabetes le fue amputado un pie—, señala que nunca le ha espantado nada “Ya estoy muy viejo, en este último año me he visto a las puertas de la muerte muchas veces, hace unos días me acaban de intervenir el corazón, tuve un año fatídico con ocho operaciones, tres del corazón; no me espanta nada, la última cita que tengo es con la muerte, la espero como creo que la esperamos todos” --¿De su actuación en Colima, qué le faltó hacer? --Mire, yo no puedo juzgar mi actuación en Colima, porque sería un fanfarrón Si yo digo “qué bueno” y usted me dice “no, qué malo”, es su punto de vista y el punto de vista mío Para mí lo importante es estar bien con mi conciencia Estoy bien con Dios, estoy bien con mi conciencia y lo demás me tiene sin cuidado --¿Y sí tiene la conciencia tranquila? --Yo estoy completamente satisfecho, porque creo que si usted vive en Colima, si está seguro en Colima, si puede pasear tranquilo en Colima, se debe al trabajo nuestro No dije mío, porque creo que hemos hecho labor, mala o buena, pero usted nos va a criticar como ciudadano porque reside aquí Su familia, sus hijos, están tranquilos Eso para mí es una buena respuesta Si lo juzga bueno o malo, es su problema, no el mío --Entre los señalamientos que ha habido en diversos sectores de la sociedad colimense, se ha mencionado que desde su llegada a Colima ha implantado usted un clima de terror entre la población ¿Qué piensa de esto? --Mire, tan simple como esto: a qué le llamamos un clima de terror Para qué ¿Usted ha conocido una gente decente que se queje? Se quejan los delincuentes Además, el artículo tercero de la ley de tortura es muy claro: dice que los golpes que sufre una gente durante la detención no es tortura Yo tampoco inventé la ley de tortura Si usted se enfrenta a la policía, la policía lo tiene que someter La policía no tiene nada de simpática Cuando la gente se entrega dócilmente, no hay problema Pero si hace resistencia comete un delito más, porque van por usted y opone resistencia --¿Si no ha sido clima de terror, qué es lo que ha implantado usted en Colima? --Ah, eso no lo sé, yo no inventé el término Yo he tratado de imponer nada más que la ley, el orden, la paz y la tranquilidad, de acuerdo con las indicaciones de mi superior, el señor gobernador, Fernando Moreno Peña No me aparto ni me apartaré del cumplimiento de mi deber --¿Cree usted que sea posible garantizar la seguridad y la justicia a la población y, al mismo tiempo, respetar los derechos humanos de los ciudadanos? --Por supuesto que sí, porque a mí hasta ahorita no me han podido probar una sola violación a los derechos humanos, porque no se le olvide que ante todo soy abogado y mi formación es humanista --¿Durante el tiempo que ha estado usted en Colima la Procuraduría ha consignado a algún agente por tortura? --A nadie, porque no se ha dado ningún caso, ¿por qué? --Pero ha habido recomendaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos donde se señala que hubo tortura --No, ninguna, señáleme una por favor --Una de las más antiguas, que no se ha cumplido, es la de Juan José González Robles, joven torturado en Cuauhtémoc en 1997 --Nunca se probó Una cosa es que se queje, otra cosa es que lo pruebe Quejarnos podemos todos --¿Espera usted que el siguiente procurador continúe su estilo de trabajo? --No, bajo ningún concepto Cada quién tiene su estilo de matar las pulgas Hay quienes las matamos a cañonazos y hay quienes les echan insecticida --¿Cuál cree que sea el mejor método? --El mío, para mí Para quien me suceda, quién sabe Tendrá que elegirlo, es su problema, no el mío Usted es el que va a recriminarle en su momento, no yo Es su derecho Yo no puedo obligar a nadie a que siga mi estilo Sería una tontería Cada quién tiene su modo Quién sabe quién será, pero le deseo la mejor de las suertes Esto es estar en el ruedo sin capote, enfrentándose al toro a manos libres El toro es la delincuencia --¿Y cómo le fue a usted con el toro? --Yo siento que me ha ido muy bien, aquí estoy Le repito, no conozco ni una queja en mi contra, de ninguna naturaleza Pese a que en un principio el procurador deslizó que después de 45 años en el servicio público “es tiempo” de su retiro, casi al final de la entrevista reconsideró su postura y descartó que al concluir su labor en Colima piense dedicarse a descansar con su familia --Voy a descansar cuando me muera Yo pienso seguir trabajando Usted no puede saber a dónde me voy a ir después del 1 de noviembre Yo nunca he necesitado buscar chamba Tengo propuestas

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