Análisis Político: Emergencia nacional

viernes, 1 de agosto de 2003 · 01:00
México, D F, 31 de julio (apro)- México avanza peligrosamente hacia un abismo, cuya catástrofe sólo podrá evitarse en la medida en que quienes tienen responsabilidad de gobierno tomen decisiones en función del país y desistan de proteger sus cotos de poder, así sean legítimos La depresión en la actividad productiva y el consecuente desempleo perfilan una emergencia nacional que exige, de una vez por todas, decisiones del jefe de Estado, cuya investidura --guste o no-- porta constitucionalmente Vicente Fox La frialdad de las cifras del crecimiento económico, si acaso 2 por ciento este año, y el desempleo que se extiende a 32 por ciento de la Población Económicamente Activa, implica que desde el poder público --incluido el Congreso-- y los sectores productivos se tome nota para evitar ir al despeñadero El tamaño del reto para afrontar esta crisis, que como en todas los que más sufren son los más necesitados, significa cancelar la prematura búsqueda de la sucesión presidencial --que irresponsablemente alentó Fox--, la protección de cotos partidistas --que mantiene cautivos a los dirigentes políticos--, poner a trabajar los escasos recursos con que cuenta el Ejecutivo y promover la búsqueda de otras fuentes de financiamiento Hoy más que nunca está demostrado que el final del túnel se aleja cada vez más, a contrapelo de la propaganda foxista, y que el país reclama esas decisiones que van más allá de un anodino cambio de funcionarios, consumidos en pugnas palaciegas y desprovistos de cualquier compromiso con la nación La queja recurrente de Fox ha sido, desde que comenzó su periodo presidencial, la falta de recursos Pero de qué podrían servir mayores volúmenes de los mismos si de los que dispone, que no son pocos, no tiene la menor idea de cómo aplicarlos, que no sea el disfrute de los jugosos salarios y prestaciones Eso requiere de políticas públicas que no ha sido posible diseñar por la ineptitud de los nuevos funcionarios que, apenas llegaron al poder, se ensoberbecieron, como si sólo por el hecho de haber designados por el presidente de la alternancia fuera suficiente Fox, en primer lugar, debe anteponer su responsabilidad a su fastidio y, como jefe de Estado, emplazar a todos los actores políticos, productivos y sociales a diseñar un plan de emergencia, que ni más ni menos, requiere el país, una vez que el Banco de México dio a conocer este miércoles que el país crecerá si acaso apenas 2 por ciento Es un dato negro que se suma al del mismo tono proporcionado por Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) sobre el elevado índice de desempleo, cuyo remedio implica evidentemente algo más que poner un puesto de elotes embarrados de crema, como groseramente propuso el secretario de Economía, Fernando Canales Una opción para el país, mientras se establecen acuerdos entre todos los sectores del país para enfrentar la emergencia, es usar los recursos disponibles en un programa de obra pública, cuyos beneficios no son sólo dotar de servicios e infraestructura a amplios sectores del país, sino detonar el empleo y estimular cadenas productivas El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, planteó el jueves 1 de agosto un plan en este sentido, pero puede haber más propuestas, como desde el sector privado que invierte su capital en el país El reconocimiento para las soluciones debe estar en segundo plano, porque lo que importa es afrontar la emergencia Al margen de mezquindades, que se han arraigado en México en todas las actividades, es la hora de la República Y el tamaño de este reto exige visión de Estado Comentarios: delgado@procesocommx

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