ADIOS A LOS MILLONES DE DOLARES
Lejos quedaron los sueldos de millón de dólares para los jugadores mejor pagados de cada club Igual está ocurriendo con los salarios de los entrenadores: los equipos prefieren contratar a exfutbolistas que quieren triunfar en el banquillo y, que por lo mismo, cobran poco La decisión de aplicar esta economía de choque se incubó en las oficinas de la Federación Mexicana de Futbol mediante el plan Punto de Equilibrio, que se está cumpliendo en la mayoría de los clubes de Primera División
Tanto los entrenadores como los jugadores de la Primera División del futbol mexicano dijeron adiós a los salarios superiores al millón de dólares Y es que en esos clubes hubo momentos en que más de 20 jugadores cobraban anualmente entre 800 mil y 1 millón de dólares Entre ellos figuraban Carlos Hermosillo, Luis García, Cuauhtémoc Blanco, Alex Aguinaga, Saturnino Cardozo, Fabián Estay, Jorge Campos, Luis Hernández, Ramón Ramírez, Ricardo Peláez, Francisco Palencia y Sebastián Abreu
Igual situación vivieron (o viven) entrenadores como Ricardo Lavolpe, Manuel Lapuente, Ricardo Ferreti, Fernando Quirarte, Enrique Meza, Carlos Reynoso, y Luis Fernando y Alfredo Tena, cuyos salarios anuales oscilaban entre 800 mil y 14 millones de dólares
Ante esa situación, los dirigentes de la Primera División respaldaron el plan Punto de Equilibrio que presentó el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Alberto de la Torre, para abatir el índice inflacionario de los equipos y poder controlar su relación de ingresos y egresos
"Prácticamente todos los equipos del futbol mexicano trabajaban con números rojos El propósito del plan es que todos trabajen con números negros", explicó De la Torre, creador del proyecto Punto de Equilibrio, que al principio muchos dirigentes rechazaban y que hoy se ha incorporado a la mayoría de los cuadros de Primera División
La medida se está aplicando a pesar de la resistencia natural de muchos jugadores que han sufrido rebajas en sus salarios de hasta 30%
De la Torre explica que actualmente, "cuando mucho cuatro o cinco jugadores" tienen salarios cercanos al millón de dólares No dice quiénes, pero entre los directivos no quedan dudas: Saturnino Cardozo (Toluca), Sebastián Abreu (América), Jared Borgetti (Santos) y Cuauhtémoc Blanco (América)
Y de los entrenadores, "cada vez son menos" los que alcanzan esa cifra, porque los clubes están apostando a futbolistas recién retirados
También se está poniendo en práctica la mecánica de pagar "por rendimiento", es decir, a minutos jugados en lo individual y a metas en lo colectivo, en el caso de los jugadores, y a puntos y posición en la tabla, para los entrenadores El salario base no es tan alto como antes, pero los bonos sí pueden compensar los ingresos si se consiguen las metas
Diversos documentos en poder de Proceso demuestran que la inflación no era un tema que alterara el sueño de los equipos Se hablaba de millones de dólares como si México fuera Italia o España "En Uruguay -dijo el entrenador Luis Garisto-, un jugador de Primera División que debuta apenas tiene para comprarse una bicicleta", mientras que en México, "en un año se compra un carro último modelo"
Los clubes vivían permanentemente en números rojos, sin que existiera ningún plan para abatir la inflación Los famosos "tianguis" de piernas no frenaron la intervención de promotores e intermediarios, sino que encarecieron a los jugadores
Acapulco se convertía también, sin querer, en una expo de promotores Venían de todos los países a promover jugadores a precios de oro La FMF se declaró incompetente para controlar la inflación si los clubes no aceptaban colaborar en un proyecto colectivo
No en balde el representante de jugadores, Gisleno Medina, único con licencia internacional de la FIFA, declaró a Proceso que el personaje que más dinero ha ganado en México en los últimos años no es futbolista ni entrenador ni directivo: "Es el promotor Carlos Hurtado"
Ante esa situación, los clubes debieron modificar su esquema de trabajo Así, al reunirse en varias ocasiones los dirigentes de la FMF, los patrocinadores, las televisoras y los verdaderos dueños de las franquicias (no los presidentes ni los empleados menores), el asunto se tornó serio y está aplicándose el Punto de Equilibrio como una especie de programa de choque económico para frenar la inflación y evitar que se produzca el colapso financiero en el futbol mexicano
Las extravagancias
Diversos documentos en poder de Proceso confirman que la locura de los salarios no tenía límite
Se daban casos tan extravagantes como el del entrenador argentino Óscar Alfredo Ruggeri, cuyo contrato tenía algunas singularidades El entonces presidente de la Promotora Deportiva Guadalajara, Salvador Martínez Garza, detalla en un informe interno entregado al Club Deportivo Guadalajara, AC, la naturaleza de dicho convenio:
"Ruggeri tiene un contrato de 18 millones de dólares que vence en junio de 2002, con sueldo de 81 mil 250 dólares mensuales de marzo de 2001 a junio de 2002 Quedan dos pagos calendarizados, uno por 150 mil dólares, en junio de 2001, y otro por 200 mil dólares, en marzo de 2002"
Pero ahí no paraba el asunto La Promotora estaba obligada a pagarle la "renta de una casa habitación por 2 mil 500 dólares mensuales, auto con chofer (costo estimado de mil dólares mensuales)"
Ruggeri tenía otros premios: "Prima de 50 mil dólares si el equipo califica en los primeros cuatro lugares, 75 mil dólares si llega a la final y 125 mil dólares si es campeón"
Pero faltaba la cereza en el pastel del contrato: Ruggeri recibiría también "nueve boletos de primera clase o ejecutiva redondos Guadalajara-Buenos Aires-Guadalajara", a un costo de 5 mil dólares cada pasaje
En el mismo Guadalajara de la Promotora de Martínez Garza, aunque su carrera ya venía en declive, Carlos Hermosillo recibía importantes beneficios, según ese informe interno de la Promotora:
"Contrato con Carlos Manuel Hermosillo Goytortúa por 500 mil dólares anuales, pagaderos en pesos, mensualmente, a un tipo de cambio máximo de 10 pesos por dólar Primas adicionales: 60 mil dólares si el equipo califica a la Liguilla en el Invierno 2001; 60 mil dólares más si el equipo califica a semifinales; otros 60 mil dólares si llega a la final, además de 70 mil dólares si anota de 12 a 14 goles en el Invierno 2001, y 30 mil adicionales si anota más de 15 goles"
También recibía el pago de "gastos médicos mayores para su esposa e hijos"
La crisis comenzó a golpear fuerte a Martínez Garza, quien se apegó antes de tiempo al plan Punto de Equilibrio, pues en el último torneo en el que manejó a las Chivas, hizo contratos diametralmente opuestos Contrató al entrenador novato Daniel Guzmán por "la cantidad de 148 mil pesos mensuales, pagaderos dentro de los 20 días naturales de haber vencido el mes"; en cuanto a las primas por "presencia" en el club, Martínez Garza decidió pagarle "$000 (cero pesos)", además de que no estaban obligados a pagarle ninguna indemnización en caso de ser despedido Dicho contrato se registró en la FMF el 30 de agosto de 2002
En cuanto a los jugadores, a diferencia de Carlos Hermosillo, el nuevo goleador de Chivas, Omar Bravo, firmó por 25 mil 800 pesos mensuales como salario base, además de un premio de 24 mil 300 pesos que le serían pagados "siempre y cuando participara en 65% de los minutos, dentro de los torneos de liga Apertura 2002 y Clausura 2003" Dicho contrato se recibió en la FMF el 2 de agosto de 2002
Los entrenadores
En promedio, durante los cuatro años que duró en Chivas, Ricardo Ferreti cobraba anualmente 12 millones de dólares, repartidos en 10 mensualidades de 1 millón 200 mil pesos cada una
A la salida de Ferreti, los entrenadores fueron cobrando cantidades exageradamente inferiores: Hugo Hernández, Jesús Bracamontes y Jorge Dávalos, hasta entrar otra vez a la etapa de los muy caros, con Ruggeri
Al no soportar el paso de los malos resultados, Martínez Garza optó por Daniel Guzmán, con un salario registrado en la FMF de 148 mil pesos mensuales
A la llegada de Jorge Vergara, se le respetó el acuerdo a Guzmán, pero a los pocos partidos se le retiró del cargo porque no era del equipo de transición
Su contrato, ciertamente en la cláusula novena, lo dejaba desamparado frente a Vergara, porque establecía que "el club podría darlo por terminado anticipadamente sin responsabilidad alguna"
Guzmán se inconformó en la Comisión de Controversias de la FMF, y después de ser acusado públicamente de que su título de entrenador era apócrifo, finalmente el 10 de enero de 2003 fue liquidado por el Club Deportivo Guadalajara, SA, con 475 mil pesos, en una carta que registró ante la FMF el licenciado Mario Cardona, entonces ejecutivo de Chivas y hoy uno de los principales dirigentes del Irapuato
Vergara había prometido a la afición traer "al mejor entrenador del mundo", pero como Carlos Bianchi, Alex Ferguson, Luiz Felipe Scolari, Fabio Capello, Jorge Valdano y varios más estaban ocupados, decidió poner a un exrojiblanco, como Eduardo de la Torre Menchaca, sin ninguna experiencia como entrenador de Primera División
Lo sorprendente es que se firmó un contrato por cinco años, un hecho inusitado en el futbol mexicano, pero no se revelaron las condiciones del arreglo
Proceso tiene en su poder el contrato depositado en la FMF el 1 de enero de 2003, firmado por De la Torre e Ivar Sisniega Campbell, presidente ejecutivo de Chivas de Corazón, SA de CV
De la Torre aceptó un contrato muy inferior al de Ferreti o Ruggeri, que rebasaban el millón de dólares: recibe 425 mil pesos al mes, pero en la cláusula décimo tercera, inciso "b", renuncia a cualquier indemnización, porque en caso de ser despedido "tendrá sólo derecho a percibir los emolumentos devengados hasta la fecha que proceda la rescisión de contrato"
Y así como a los futbolistas les llegó la moda de demandar ante la Comisión de Controversias, hasta ahora son cuando menos dos los entrenadores que también deciden seguir ese camino: Tomás Boy y Hugo Fernández, ambos demandaron al club Puebla
Un caso excepcional
Uno de los casos mejor documentados de cómo se cotizaban los futbolistas (seleccionados, sí, pero no figuras ni mundialistas exitosos) en millones de dólares es el de Pedro Pineda, a quien el Puebla lo rescató del retiro para ponerlo a jugar de nuevo en este torneo
El América vendió a Pineda al Monterrey en 20 millones 334 mil 700 pesos, en un contrato que se firmó el 3 de agosto de 1999 La cantidad equivalía, de acuerdo con la paridad del peso con el dólar, a 2 millones 150 mil dólares
Como entonces se aplicaba la Ley Federal del Trabajo, fracciones II y III del artículo 296, Pineda tendría que haber recibido 10 millones 167 mil 350 pesos por 50% de su transferencia
Pero no El América le cobró los anticipos de transferencia que le había dado desde el torneo 1992-93, los cuales ascendían a 6 millones 895 mil 913 pesos, por lo que sólo se obligaba a darle 3 millones 271 mil 437 pesos
Según un recibo de nómina del Club de Futbol América, Pineda, quien era el empleado número 331, recibió el 21 de enero de 2000 el complemento del finiquito de la prima de transferencia por un total de 1 millón 760 mil 542 pesos, de los cuales pagó 704 mil 217 por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) Le fueron entregados 1 millón 56 mil 325 pesos libres, mediante el cheque 11762 de Banorte, sucursal Taxqueña, el 19 de enero de 2000
En la parte deportiva, la suerte no le sonrió a Pineda con el Monterrey, por lo que el club rayado decidió venderlo a Cruz Azul seis meses después de que lo compró La venta se pactó en 22 millones de dólares, es decir, Monterrey recuperó su inversión y hasta ganó 50 mil dólares adicionales
El arreglo no fue color de rosa porque el 3 de mayo de 2000, el entonces presidente de la rama de Primera División, Rafael Lebrija, recibió una carta del apoderado de Pineda, José Manuel Sanz, en la que le decía: "En el mes de enero de 2000 se realizó la transferencia del jugador Pedro Pineda Deras del club Monterrey al Cruz Azul por un monto de $ 2'200,00000 USD (dos millones 200 mil dólares), a la fecha el club Monterrey no le ha dado la participación correspondiente al jugador, tal como lo marca la Ley Federal del Trabajo en su artículo 296, en el cual indica que la prima que recibirá el deportista será de 25% por lo menos"
El 9 de junio de 2000, José Manuel Sanz insistió ante Lebrija para que le pagaran a Pineda su 25% de transferencia, al mismo tiempo que exigía el pago de la nómina de diciembre de 1999 (que le debía la Promotora de Salvador Martínez Garza) a otro de sus representados, el hoy comentarista de TV Azteca, Luis García
El "barato" Lavolpe
Alberto de la Torre sufrió en carne propia las penurias de los clubes para pagar las nóminas mensuales de sus planteles profesionales
En la nómina del Atlas para el ciclo 1999-2000, se revela que la cuarta parte servía para pagar los abultados salarios de Ricardo Antonio Lavolpe
De los 41 millones 33 mil pesos que necesitó el Atlas para cubrir dicho período, Lavolpe se llevó la mayor tajada, con 11 millones de pesos, repartidos de la siguiente manera: 1 millón 250 mil pesos en julio, 2 millones 250 mil en agosto, 1 millón 250 mil en septiembre, octubre y noviembre, y 750 mil en diciembre de 1999 En 2000, pagos de 1 millón 250 mil en enero y febrero, completándose con otras dos parcialidades de 250 mil pesos cada una en marzo y abril
En los cuatro años que estuvo al frente del Atlas, nunca bajó sus ingresos del millón de dólares anuales
Sin embargo, al aceptar la Selección nacional "se adaptó a nuestro presupuesto", dijo Alberto de la Torre, sin revelar la cantidad, aunque extraoficialmente se afirma que su salario es de "800 mil pesos mensuales"
Los otros dos entrenadores de la Selección nacional ganaron más que el temperamental argentino
Cuando Enrique Meza firmó con la FMF, se determinó para él un salario de 1 millón 494 mil 325 pesos mensuales
Los resultados fueron malos, la presión intensa y Meza debió abandonar su responsabilidad en plena eliminatoria mundialista, luego de perder consecutivamente ante Costa Rica y Honduras
Entonces se contrató a Javier Aguirre para sacar adelante la eliminatoria y nunca negoció sueldo: la FMF le ofreció "lo mismo que ganaba" Meza, por lo que también cobró 1 millón 494 mil 325 pesos al mes
Al aceptar la oferta del Osasuna, Aguirre reconoció que en España gana "cuatro veces menos" de lo que devengaba en la Selección nacional