Productores de Yucatán avanzan rumbo a la autonomía
(Segunda y última parte)
Mérida, Yuc , 19 de agosto (apro)- Poder popular’ y Juntas de Buen Gobierno zapatistas son ejemplo para cooperativistas y comunidades indígenas de la península de Yucatán, que han promovido, también, el método de desarrollo participativo, e igual se alistan para emprender el combate al proceso de globalización, y difundir la nueva política de autonomía económica, social y política en estas zonas
Sin embargo, aunque coinciden con las posturas que dieron origen el movimiento zapatista en Chiapas, su estrategia principal es la labor de “convencimiento”, a fin de los indígenas los acepten como interlocutores, y luego, para que pongan en práctica sus propuestas políticas, sociales y productivas
Romel González Díaz, dirigente de la cooperativa, recuerda que “en Chac-lol hemos sido perseguidos, encarcelados expulsados del estado en este proceso, porque rompes con el control que se utiliza hacia la gente
“No es lo mismo cuando creas una economía solidaria, cooperativista, que cuando tú creas un proyecto que el gobierno le mete mucho dinero, donde lo que plantea es la asistencia, el control, el corporativismo, la prebenda, y que esto permite el manejo de estos grupos para actividades y control político de quien está en el poder
“Nosotros formamos liderazgos horizontales que contrastan con los liderazgos verticales que impulsa el sistema Es decir, liderazgos participativos en lugar de liderazgos de control”
Pero no sólo es pensar en la “resistencia de nuestras comunidades e identidades de nuestros pueblos indígenas, sino hay que pensar cómo ir hacia delante, porque el principal problema es que la pura resistencia en sí misma no te genera un cambio, y mucha gente asume una resistencia pasiva, no pasa hacia la ofensiva
“Aquí nos han pulverizado con el rollo cultural de que ser indígena es igual a estar jodido y pobre, y eso vulnera la posibilidad de pasar a la defensiva y se queda uno como resistiendo”, afirma González Díaz
“Por eso mi preocupación es que no podemos seguir en la indiferencia, hay que pasar a la ofensiva; existen dos culturas, la dominante y la subalterna, la cual nos cuesta mucho porque es muy difícil crear conciencia, espacios, organizaciones, educación, actitudes, valores diferentes a los que existen”, agrega
Sólo se puede lograr construyendo espacios culturales, viviendas, educativos, organizativos, ecológicos, generar una nueva alternativa, abunda
“Las resistencias son potenciales, a lo mejor no puede haber un Chiapas pero sí generamos la conciencia social que vaya permeando a mucha gente, no tanto un estallido social como Chiapas pero sí vamos creando espacios desde el poder local, regional y estatal para implantar los municipios autónomos, porque se piensa que ahí se abarca la totalidad de todo, territorio, relaciones comerciales, educativas, etcétera Es lento pero podemos hacerlo, eso se podrá contraponer a la otra visión del poder dominante, con la que nosotros llamamos poder popular”
Sin embargo, denuncian que la estrategia del gobierno es dejar a las organizaciones civiles sin la posibilidad de recibir recursos extranjeros “Al gobierno le interesa cooptar todos los financiamientos a través de la organización Vamos México, que dirige Marta Sahagún; todos los financiamientos que estaban destinados para financiamiento de desarrollo social local, que tienen que ver con el ‘empoderamiento’, educativos; los que tienen que ver con la conciencia cultural de género, se están destinando a esa organización, cuya función es netamente asistencialista Al gobierno no le interesa fortalecer organizaciones de la sociedad civil porque le modifican el esquema con el que trabaja a lo largo de la historia”, dice Teresa Munguía
Con esta situación, muchos de los representantes de las organizaciones civiles de Yucatán y la península alistan sus maletas para hacerse presentes en la cumbre de la OMC, que se llevará al cabo en Cancún, Quintana Roo, donde encuentran un foro de repudio a las políticas de integración económicas que promueven los países más ricos del planeta
Resistencia contra la globalización
La sociedad cooperativa de consumo regional Chac-lol nació en 1987, primeramente se llamó Unidad Ejidal Salvador Alvarado Centla, porque recibía asesoría de la Organización Nacional Plan de Ayala; a partir de eso, diseñó distintas líneas estratégicas, y una de ellas fue la apropiación de los procesos productivos, empezando con el maíz
Según dice Romel González, su fundador, los productores venden su cosecha a la cooperativa, que tiene un centro de acopio de maíz que lo paga a mejor precio incluso que Maseca; por ejemplo, menciona que cuando la empresa privada lo paga a 120; ellos, a 150 Del centro de acopio se distribuye a sus molinos y tortillerías, que forman parte de su cadena que tienen en cinco municipios, Maxacanu, Calcetok, Muna y Ticul, Opichen
Asegura que, de esta manera, “llegamos a controlar al precio de la tortilla, porque cuando se decretó libre, muchos productores lo abrieron y se elevó el precio, y nosotros lo pudimos controlar con un precio mínimo, que nos permita comprar insumos y pagar nuestros gastos de operación De ahí lo distribuimos y de esa manera nos apropiamos del proceso productivo y hacemos frente a la globalización, que nos intenta exterminar porque no podemos competir en los mismos niveles que otras empresas”
Menciona que la cooperativa trabaja en otro proyecto de amaranto, “donde somos pioneros a través de la tecnología, producimos, compramos la semilla y nosotros la procesamos Hacemos en harina y cereal, tortilla y galletas que también distribuimos en nuestros molinos y tortillerías y tiendas comunitarias”
Sin embargo, relata que el proyecto de mayor impacto es el de ecoturismo “Construimos varios con ejes temáticos, de cultura, ecología productiva y organizativa, nuestros proyecto se encuentra en Muna, hacia Uxmal (al sur del estado), cerca de la zona arqueológica de Oxkintok, que abarca un museo comunitario, senderos ilustrativos, un jardín agro botánico restaurante y plaza de artesanos
“El proyecto lo pensamos hacer un corredor turístico, y para eso se trabaja con la Sociedad Cooperativa de Producción Agropecuaria Si-kahel, que está en Calakmul, en Xpujil (Campeche), y también con el Consejo Regional Indígena y Popular, donde ya concretamos dos proyectos, uno en la zona arqueológica de Becan y otro en una comunidad tzeltal que está en la reserva de la biosfera de Calakmul, que son senderos interpretativos, y puestos de observación y campamento en la montaña, sin dañar la ecología, donde se le brinda al turista el contacto directo con la naturaleza por ser un espacio de selva alta: aguadales con mucha humedad, donde se encuentran especie de flora y fauna como tapir y tucanes, entre otros”
Con estos proyectos, según dice, Yucatán y Campeche se articulan, al igual que en otros, como la apicultura ecológica (miel)
Es el mismo procedimiento general, la asistencia técnica, “la comercializamos entre todos, e intentamos venderla al mayoreo” Otro proyecto es la producción de artesanías que se venden en Canadá y Europa, para perfume
Además de estas actividades productivas se realizan acciones culturales con jóvenes de los municipios
Otra organización
Educación Cultura y Ecología (Educe) es una organización civil que opera en los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Veracruz y Jalisco, con métodos de fortalecimiento y capacitación de cuadros y liderazgos locales para que en las mismas comunidades se generen proyectos productivos, de capacitación y liderazgos para que tomen su autonomía y ellos mismos generen sus propios proyectos
Según explica una de sus integrantes, Teresa Munguía Gil, sus principales líneas de acción se basan en el desarrollo sustentable, agroindustrias con mujeres, proyectos educativos como lo es la Universidad Campesina Indígena, la formación de líderes locales desde un enfoque de género en ámbitos municipales y procesos organizativo, la metodología de género, que es un proceso transversal, junto con “el proceso de comunicación que de alguna manera retoma o interviene en todos los procesos que estamos impulsando”
Refiere que esta organización empezó a trabajar desde 1989 en Quintana Roo, aunque legalmente “estamos constituidos en 1992”
Actualmente desarrollan proyectos diversos, en apicultura y agroindustrias que comprenden desde un molino comunitario, hasta cuestiones artesanales, jipijapa y palma, panadería, melipon, rescate cultural y ecológico, así como la protección de los procesos productivos
Según dice, el objetivo de su organización es enseñar a los jóvenes “a tener un análisis de condiciones de vida, situaciones de pobreza, relaciones entre hombres y mujeres, participación ciudadana en cuestiones municipales que son parte de nuestros derechos, eso nos llevará a un proceso de capacitación de tres o cinco años, nuestros proyectos son largos porque van generando conciencia en función del desarrollo de sus comunidades”