En las entrañas de la desgracia priista

domingo, 24 de agosto de 2003 · 01:00
El PRI podrá ser la primera minoría política en el país, y sus dirigentes, divididos por la elección del jefe de su bancada en la Cámara de Diputados, tal vez sean suficientemente pragmáticos para dejar de reñir en público y dar la apariencia de que ahora se quieren Sin embargo, las finanzas del partido son un castillo de naipes Multado por el IFE y sin el oxígeno que antes le bombeaba el erario, el otrora partidazo languidece: no puede pagar su nómina, su mobiliario es de cacharros, la empresa que hacía la limpieza en sus oficinas centrales de Insurgentes Norte no fue recontratada, ha desaparecido de sus instalaciones el papel de baño y las fotocopias se sacan en papel revolución quizá lo único revolucionario que le queda Es el PRI, el partido que se hizo a base de sustituir todo lo que carecía de referencia: la patria, la unidad, la estabilidad y el interés nacional Es el PRI, ese partido al que se pertenecía automáticamente sólo por estar afiliado a un sindicato, a un plan agrario o a una organización cualquiera Es el PRI, ese que gobernaba cuando mis padres todavía no nacían y dentro del que cabían no sólo el país entero, sino la historia entera: el tlatoani-presidente y las elecciones-guerras floridas La ballena mexicana que se alimentó con fantasmas sobre su propia identidad ("lo que resiste apoya") y la de sus siempre "extranjeros" opositores Ése era el partido que, tras de la multa del IFE por mil millones de pesos por sus ilegalidades en la campaña de 2000, se queja ahora de estar en la quiebra Las noticias no eran nada sutiles: en la sede nacional del PRI, no hay papel de baño Parado frente a la reja azul que franquea el terrible mural de Francisco Eppens, cuyo nombre parece más el cruce de tres avenidas (Independencia, Reforma y Revolución) que una referencia histórica, me pregunto cómo haré para acceder al interior del dragón Sé que es la hora de la comida que, entre los priistas del CEN dura tres horas (supongo que negocian cada platillo en comisiones) y que tengo el pretexto inmejorable para entrar: "Busco al licenciado Abundis" Siempre hay un licenciado "Abundis" No hay pierde Pero mientras me acerco al vigilante equipado con radio y pistola, mi pretexto me empieza a sonar a simple idiotez Un acto reflejo que le debo a haber nacido en un país priista me lleva a pasar sin mirar al policía y murmurar un simple "buenas tardes", levantando un poco el anverso de la mano, como candidato en campaña Y entro sin mirar atrás Lo consigo Dentro de la ballena En su media tarde de comida (supongo que le dicen al mesero: "Tráigame hora y media de pollo"), los priistas abandonan sus instalaciones Estoy ahora en la enorme explanada en la que se solía "destapar" al próximo presidente de la República para, luego, como si no hubiera escuchado su nombre en el megasonido que se oía hasta el Zócalo, una comisión iba por él para enterarlo del notición (la cargada) Llena de autos nuevos, aunque compactos, la explanada está desierta salvo por una pareja que camina: ella va diciendo cosas, moviendo las manos y él, de traje, asiente con la cabeza Él se retrasa un poco y ella sigue hablando como si estuviera posesa Él corre para alcanzarla, pero ella ni siquiera ha notado su ausencia Y la pareja se pierde en las entrañas del edificio 1, justo cuando el hombre se percata de que nada de lo que se le ha dicho quedará para la posteridad y es entonces cuando saca una libreta y comienza a anotar En la explanada, al lado del enorme Juárez dorado que franquea las oficinas de la presidencia del PRI, hay una cabeza partida por la mitad y tuerta Es un supuesto homenaje a las "mujeres de la XVIII Asamblea" firmada por la entonces presidenta ¿Qué? ¿Se sacarían los ojos en aquella ilustre ocasión? ¿Antes tenía ojos y ahora, por la austeridad, se vende por partes? A lo lejos ondea una megamanta con el tema del día: "El peso de la militancia", la campaña para recaudar fondos Pero, ¿cuántos militantes tendrá el PRI? ¿Lo sabrán ellos mismos? Pero si antes ellos creían que su padrón de afiliados era idéntico al listado del INEGI ¿Y por qué sólo un peso? Cualquier expresidente podría donarles el PIB de liberia y los líderes sindicales un departamento de interés social con vista al río Sena ¿Realmente están tan mal? Subo por la escalinata como si fuera una lengua El gran dragón está a punto de recibirme En la puerta del edificio 2, desde el que despachan el presidente y el secretario general, hay un cartón mojado El vigilante sostiene una conversación tan profunda que tiene cerrados los ojos cuando paso por el detector de metales desconectado: -Entonces -dice impaciente-, ¿te arreglastes o no te arreglastes? Porque si no te arreglastes, yo voy y me arreglo y queda arreglado ¿Te arreglastes? Mientras el guardia pone su espíritu en paz, subo, confiado en mi cinismo, las escaleras En el segundo piso está la oficina del presidente del CEN No se ve bien: frente a la puerta cerrada de la presidencia, un guarura repatingado en un sillón de cuero negro ni siquiera hace el intento por interrogarme, confortable como está junto a una empleada, quien, arropada con una chamarra, ve aletargada en la televisión Qué tiempos, señor don Simón Arriba de ellos, enormes fotografías de su actual jefe máximo, Roberto Madrazo, con ese bigote y esas manos que siempre me han parecido que son de otra persona No hay papeles en los escritorios y algunos no llegan a sillas Un detalle que hace sospechar por primera vez al guarura: me quedo viendo un rato una cadena hecha pacientemente con clips que descansa solitaria en una mesa Me disculpo con un gesto Es como si hubiera entrado en una barata de muebles Dico a la media noche y encontrara a los vendedores casi en coma La austeridad aquí no parece financiera, sino motivacional Si esto fuera el PAN, esos dos se estarían agarrando de las manos y repitiéndose: "Soy el mejor, soy feliz, ya casi llegamos a 7%" La filosofía del tocador El edificio central del PRI también se construyó mediante una "campaña de la militancia", pero sus inauguradores, Gustavo Díaz Ordaz y Alfonso Corona del Rosal, jamás aclararon por qué si el presupuesto de la Constructora y Edificadora Mexicana era de 400 mil pesos con 12 centavos (de 1963), la obra costó 2 millones 400 mil ¿A dónde fueron casi 2 millones de pesos? Por supuesto no a la arquitectura del lugar que es básicamente de falso plafón corrugado Si algo se percibe al recorrer estos pasillos en los que hay tiradas sillas de tres patas, vallas de contención, sillones de cuero negro en esquinas, puertas de madera con los cerrojos atascados con silicón, es el anacronismo: Entrar al PRI es como despertar en 1972 El echeverrismo, la guerra sucia, el tercermundismo, la gira para ver a Mao Frente a las oficinas actuales de Elba Esther Gordillo, me abismo pensando que quizás el 68 sí terminó con la capacidad del PRI para renovarse y que los más de 30 años en los que permaneció en el poder fueron por el "bono" de Tlatelolco, el control férreo, la carcajada frente a ese ser mitológico llamado "ciudadano": "Cuando oígo la palabra ciudadano, saco el carro completo" En esos años, trató de cambiar al menos en tres ocasiones de proyecto (el tercermundismo, la reconversión con ajuste, el liberalismo social) y terminó siendo una praxis sin teoría o una en la que cabía cualquier teoría Todo aquí parece haber terminado hace mucho Es como si el PRI fuera la oficina de Starskey & Hutch Como si fuera un suéter de Chiconcuac con una cinta en vez de botones Necesito con urgencia un baño y, supongo, que estoy a punto de adentrarme en una película de Mauricio Garcés, Modisto de militantes Los baños están invertidos: en el piso de Madrazo está el de mujeres, en el de Elba Esther, el de hombres La puerta verde está taponada por una enorme bolsa de hule con basura Así que es cierto que dejaron de contratar a la compañía de limpieza y ahora han puesto a los empleados a recoger su muladar El baño es griego: la limpieza es una farsa y el olor una tragedia En efecto: en los baños no hay papel higiénico Están pagando sus errores: si no hubieran quemado esos paquetes electorales del 88, a lo mejor ahora podrían usar las boletas En la escalera, escucho una conversación que viene de los pasillos de la Secretaría General: -A ti y a mí no nos pueden correr porque tenemos datos, información Yo voy y les cuento lo de Cifrián, por ejemplo, y se arma -Pero de qué te serviría si ya te corrieron Para cuando lo digas, ya no vamos a estar nosotros -Te lo estoy diciendo para que lo digas ahorita, para que los esparzas, así les damos un calambre Se lo van a pensar Tú acuérdate de mí Bajo la escalera hacia a alguna parte Quienes conversan son una secretaria de traje sastre y un hombre de traje raído Se ha publicado en la prensa que los puestos de esta gente peligran por la austeridad, que en el PRI-DF los empleados no han cobrado hace tres quincenas, pero son priistas: tienen sus métodos de persuasión, su propia filosofía de tocador, la de las intimidades inconfesables Los saludo con amabilidad y, al menos ella, me devuelve una sonrisa aprendida en décadas de política de doble filo en oficinas burocráticas Jonás y Pinocho En algo llamado el "subsótano" o "segundo sótano", están las oficinas de prensa del PRI Están desiertas como las demás La alfombra es un estampado de humedades y hongos tan añejos que aprendieron a organizarse en comités Un plafón del techo pende sobre el pasillo Y yo paso por un laberinto de separaciones de medias paredes con escritorios sin papeles Y al fin: la modernidad Una computadora franqueada por dos máquinas de escribir eléctricas Aquí deben redactar los boletines Podría llevarme algo, pero no hay información confidencial porque ni siquiera hay papel En el fondo, un muchacho en mangas de camisa se concentra en el fotocopiado En efecto, el papel que usa es "revolución" Ya es la única "revolución" que el PRI podría reivindicar Después de palmear al policía de la puerta y ser llamado "licenciado", salgo a la calle El extraño mural que Eppens pintó en 1965 para celebrar al PRI, no deja de estremecerme: algo parecido a un caballero águila, con miles de cuchillos en vez de alas, grita Nadie empuña esos cuchillos que, supongo, hacen del PRI el independizador, el reformador y el revolucionario de la historia patria ¿Dónde están las masas combatientes? ¿Dónde la militancia? ¿Qué es el PRI alimentado con esos fantasmas hasta ser él mismo una sombra que gana votos pero que no significa nada? Es puro cuchillo sin nadie que lo empuñe, que varía de acuerdo con los intereses, las condiciones, los ofrecimientos ¿Qué he sido en este viaje a la ballena: ¿Jonás o Pinocho? Junto al PRI, un enorme letrero se despliega: "Fabuloso circo chino de Pekín Últimos días" Todas mis preguntas quedaron resueltas

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