La marcha mexicana, en el umbral de la crisis

viernes, 29 de agosto de 2003 · 01:00
* México, sin representantes en Atenas 2004 México, D F, 28 de agosto (apro)-- Contrariado, Jerzy Hausleber, el llamado “padre de la caminata mexicana”, modificó el tono cordial en disgusto: "En Tacuba si compras un silbato y una gorra blanca te conviertes en entrenador Hoy, existen más entrenadores que atletas y, desgraciadamente la mayoría de los nuevos instructores no terminó la primaria" Después señaló que mientras no exista disciplina en esta actividad difícilmente se lograrán avances significativos Hausleber puso como ejemplo lo que ocurre también con los maratonistas: "Antes figuraban entre los primeros diez del ranking (Rodolfo Gómez, Germán Silva y Dionisio Cerón), ahora están en lugares muy alejados" Jerzy Hausleber, el hombre que revolucionó la marcha mexicana, llegó a México en 1966 con un grupo de entrenadores extranjeros --polacos en su mayoría-- para preparar a los atletas nacionales con miras a los Juegos Olímpicos del 68 La primera medalla olímpica en esta disciplina, la primera de varias más, llegó justo de la mano de este polaco, con la conquista del segundo lugar en la prueba de los 20 kilómetros por el sargento José Pedraza durante las olimpiadas de México 68 Luego de esto, la caminata de México siguió una ruta ascendente Así surgió la morena figura de Daniel Bautista para romper con los moldes establecidos: no sólo ganó la primera medalla de oro olímpica para el atletismo mexicano (Montreal 76), sino que transformó esta disciplina en una prueba dinámica, por no decir que rápida, hasta que apareció el polémico juez mexicano Alfonso Márquez de la Mora --un exmarchista de opacas actuaciones-- con afán malinchista Un año antes de los Juegos Olímpicos de Moscú 80, cuando Bautista y Raúl González disputaban palmo a palmo el primer lugar en la III Semana Internacional de Caminata, celebrada en Xalapa, Veracruz, De la Mora chismeó a sus colegas europeos que había detectado fallas técnicas en Daniel Bautista: "se levanta demasiado del piso", les advirtió el controvertido juez, el mismo que decretó la primera expulsión de un andarín nacional Las denuncias del juez mexicano contra sus compatriotas tuvieron eco en Europa: previo a la justa olímpica de Moscú aparecieron una serie de imágenes fotográficas en las que hacían parecer que en realidad flotaba Daniel Bautista, quien llegó a este evento con un deslumbrante récord: 19 triunfos --con tres marcas mundiales de por medio--, una medalla olímpica, doble campeón panamericano y doble monarca centroamericano Y, por si fuera poco, dos descalificaciones El 24 de julio de 1980 fue el día señalado para los 20 kilómetros Fiel a su costumbre, Daniel Bautista se mantuvo al frente del pelotón durante todo el trayecto, por lo que su segunda medalla de oro olímpica de manera consecutiva parecía inminente De pronto, a unos cuantos metros de la meta, ingresó a ese túnel de oscura sombra Todos lo vieron ingresar, pero nadie lo vio salir porque ya un juez, alertado por las denuncias de De La Mora, decidió la expulsión de Bautista, como antes lo hizo con otro mexicano, Pablo Colín, en la misma competencia No obstante, la caminata mexicana se repuso y continuó por la línea del éxito: en Los Ángeles 84 acaparó los primeros sitios en ambas modalidades: Raúl González obtuvo la medalla de oro en los 50 kilómetros y la plata en 20 kilómetros, donde el título correspondió a otro mexicano, Ernesto Canto; en Barcelona 92, la plata fue para Carlos Mercenario, Bernardo Segura logró el bronce en Atlanta 96, mientras que Noé Hernández consiguió la presea de plata en Sydney 2000 A propósito del Campeonato Mundial de Atletismo, Ernesto Canto se convirtió en el primer mexicano en ganar una medalla de oro en la primera edición del certamen, en Helsinki 83, título que más tarde obtuvo Daniel García, en Atenas 97 Pero la llegada de las nuevas generaciones también exhibieron el mismo problema de Bautista Entre logros y triunfos, las descalificaciones llegaron de la mano: Bernardo Segura fue expulsado apenas metros antes de cruzar la meta como triunfador en los 20 kilómetros en Sydney 2000 Segura, involucrado en un problema de tramitación de visas para familiares y amistades en su cargo de director del Instituto del Deporte del Departamento del Distrito Federal, es el mismo que el sábado anterior también recibió la tarjeta roja en el Campeonato Mundial de Atletismo, mientras que Noé Hernández apenas alcanzó el cuarto lugar y Alejandro López el décimo sitio, y lo que es peor sin boleto alguno para Atenas 2004 --¿La caminata mexicana está en crisis deportiva? –se le preguntó a Hausleber --Sin duda Primero: tenemos que organizarnos dentro de esta prueba, porque a veces por cosas de indisciplina los atletas se cambian de entrenador como cambiarse de calcetines cuando son regañados La segunda cosa, que también involucra a varias disciplinas: tenemos que mejorar la calidad de los entrenadores, porque donde hay buenos entrenadores hay buenos atletas Jerzy, quien en la actualidad prepara un par de libros sobre la caminata y se desempeña como asesor del presidente de la Comisión Nacional del Deporte, Nelson Vargas, precisó que en ocasiones los propios entrenadores solapan la indisciplina del deportista "Antes cada marchista llegaba a una competencia con 10 mil kilómetros en las piernas Ahora lo hacen con 5 mil kilómetros, porque no hay disciplina; todo se relaja Por ahora, el hombre que cambió el estilo de la caminata en México se mantiene al margen de la disciplina: "Tengo muchos enemigos que piensan que si estoy cerca de la marcha voy a comerme todo el pastel", aclaró --¿Cómo calificar entonces la actuación de los marchistas mexicanos en este Mundial? --Los resultados no son buenos, pero Noé Hernández terminó en un buen sitio, porque figurar entre los primeros ocho lugares en un Campeonato Mundial es aceptable

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