Oaxaca, Oax , 11 de septiembre (apro)- Bajo el pretexto de proteger el centro de esta ciudad de manifestaciones de protesta promovidas por activistas de organizaciones indias en contra de la Quinta Reunión Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), más de dos mil comerciantes ambulantes priístas contravienen disposiciones del gobernador, al invadir el centro de esta capital Esta acción fue coordinada por la funcionaria del Congreso local, Margarita Liborio y la Confederación Nacional de Organizaciones Populares en Oaxaca, que preside el diputado federal Jorge Franco Los dirigentes de las organizaciones de vendedores “General Antonio de León” y “Heladio Ramírez López”, Rafael Velasco Santiago y Jesús Ruiz Maldonado, afirmaron que la invasión la hicieron ante la amenaza de integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca (CIPO) de instalarse frente al palacio de gobierno y en los parques del zócalo y la alameda Según el sector popular del Partido Revolucionario Institucional (PRI), los del CIPO pretenden protestar por la reunión que actualmente se celebra en Cancún, Quintana Roo, por la política entreguista del gobierno mexicano y por sus demandas locales de asuntos no resueltos en varias comunidades Estos líderes de ambulantes que recientemente habían manifestado ante autoridades municipales que en esta temporada vacacional no iban a instalar sus puestos para no afectar al turismo, aceptaron que apoyan también al gobernador José Murat ante la intención del CIPO de “tomar” el centro histórico de la ciudad y con esto entorpecer las fiestas patrias Los invasores, que con esto rompen un acuerdo dictado hace dos días del cabildo de Oaxaca de Juárez para mantener limpio el zócalo y la alameda, anunciaron que no levantarán esta invasión que afecta al comercio establecido, hasta que “pase el peligro”, es decir, el 17 de septiembre De igual forma, estos comerciantes --llamados “chachacuales” por el arzobispo Héctor González Martínez-- faltaron a la palabra del gobernador, quien apenas en la Semana Santa se comprometió a que ningún ambulante se iba a instalar en el centro de la ciudad y les asignó un área frente a las oficinas de la Comisión Estatal de Derechos Humanos