Impide Greenpeace entrada de un buque de EU a Veracruz
Veracruz, Ver , 12 de septiembre (apro)- Desde las 6:00 horas de este viernes, activistas de la organización ambientalista Greenpeace, interceptaron al buque carguero de bandera estadunidense "Ikan Altamira", cuando trataba de arribar al recinto portuario, según dijeron, cargado con 40 mil toneladas de maíz amarillo transgénico que sería distribuido en México para consumo humano
Los activistas de Greenpeace--México, a bordo del rompehielos "Artic Sunrise", señalaron que tratarán de impedir que el buque carguero entre al puerto de Veracruz y descargue el maíz transgénico, incluso dos de los ambientalistas se encadenaron a la cuerda que sostiene el ancla sumergida, para impedir el avance de la nave
La coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace, Liza Covantes, explicó en conferencia de prensa que el bloqueo es una forma de exigir al gobierno mexicano que cumpla con el Protocolo de Bioseguridad, que entró en vigor el 11 de septiembre en 130 países, incluido México
La reciente firma del Protocolo de Bioseguridad, señaló, tiene como principal objetivo proteger la biodiversidad genética de las naciones y repeler los "atentados" a las especies locales con la introducción de productos modificados genéticamente
Por el simple hecho que el gobierno mexicano haya firmado ese acuerdo de carácter internacional, subrayó la activista, "se convierte en una ley nacional que debe ser respetada", por lo tanto, afirmó, "no debe permitirse la entrada de transgénicos al país"
La embarcación "Artic Sunrise" con diez integrantes a bordo se dirigió al barco "Ikan Altamira" y, usando tres lanchas interceptoras Safety Patrol, rodearon la nave carguera que se encontraba fondeada a unos cuatro kilómetros del puerto de Veracruz
El carguero, según los ambientalistas, transporta 40 mil toneladas de maíz amarillo de origen estadunidense y que será introducido al mercado nacional a precio de dumping, es decir, "a precio falsamente bajo" por los subsidios del gobierno de ese país, lo que significa, además, una competencia desleal para los productos mexicanos
Liza Covantes, mencionó que, además de la afectación económica a la producción nacional, "destaca el riesgo sanitario por los daños que (el maíz) origina a quienes lo consumen" y, no se debe descartar, "la amenaza de contaminación a las variedades locales de maíz y la reserva genética del grano que tiene su origen en México"
En este sentido, refirió que el país importa un promedio de 6 millones de toneladas al año, principalmente de Estados Unidos y se estima que el 30 por ciento de la gramínea es transgénico
La importación de maíz transgénico, advirtió Covantes, pone en grave riesgo la biodiversidad genética de México, que es el centro mundial de este cultivo y la reserva genética de la semilla, "lo que representa la seguridad alimentaria de todos los habitantes del planeta que dependen del consumo de este grano"
Por tales motivos, los ambientalistas exigieron a los titulares de las secretarías de Agricultura, Salud y Economía, integrantes de la Comisión Intesecretarial de Biodiversidad, "detener la autorización de cupos de importación de granos transgénicos y aplicar la normatividad nacional e internacional en la materia"
Al mismo tiempo, los ambientalistas exigieron a las autoridades la aplicación del artículo 420 del Código Penal Federal que establece como delito las importaciones, movilizaciones y uso de transgénicos
Las acciones emprendidas en el puerto de Veracruz, explicaron, ya fueron notificadas a la delegación negociadora mexicana en la V Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), "para que eleven la protesta por la introducción de transgénicos a México"