Sin cifras precisas sobre la cantidad de menores que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en busca de sus padres o un mejor horizonte, organismos civiles, autoridades, académicos y sacerdotes, coinciden: cada vez son más niños los que se atreven a semejante aventura y, paralelamente, su edad también se reduce, afirma Proceso en su edición de este domingo 14 de septiembre De acuerdo con un manifiesto del Albergue Juvenil del Desierto y el Foro de Migraciones, "Sonora es el estado por el que se realiza el mayor número de deportaciones a menores, lo que resulta preocupante, ya que no existe infraestructura para darle la atención necesaria, ni existen organizaciones civiles que velen por sus derechos" Al respecto, el director del albergue YMCA, Oscar Escalada, dice a Proceso que para los menores, ser detenidos por la Patrulla fronteriza es una experiencia traumática "Los agentes de la migra saben cómo hacerte pedazos, cómo humillarte Muchas veces el primer contacto de estos menores es con un vehículo oficial que los corretea, con un policía uniformado de 190 metros de estatura, que habla un idioma ajeno y que es un profesional para asustarte", explica Otro dato que enciende otro foco amarillo en materia migratoria, es la participación de estadunidenses en el tráfico de menores Así lo informa Miguel Martínez, responsable de la oficina del consulado en el puente de San Isidro, Tijuana, quien detalla: "a los estadunidenses muy pocas veces se les procesa judicialmente, porque sólo son fichados, no se les procesa porque no tienen un historial criminal y no hay suficientes elementos para que se les imputen cargos de traficantes" Pese a todos estos peligros, dice Proceso en su edición de este domingo 14 de septiembre, las cifras crecen, y menores de entre 13 y 17 años de edad --la tercera parte de ellos son mujeres-- siguen cruzando la frontera con Estados Unidos, con la esperanza de encontrar ahí un futuro mejor