Chocan petroleros en Tabasco: hay siete heridos

miércoles, 3 de septiembre de 2003 · 01:00
Ciudad Pemex, Tab , 2 de septiembre (apro)- Siete personas resultaron heridas durante un zafarrancho que se convirtió en balacera entre grupos antagónicos que disputan el control de la sección 14 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), con sede en esta ciudad, a 70 kilómetros de Villahermosa, capital de Tabasco Los hechos sucedieron alrededor del mediodía cuando un grupo de seguidores del exdirigente de la sección 14, Gonzalo Guzmán Vázquez, encabezados por su hijo, Carlos Mario Guzmán Pérez, emboscó y disparó a un camión con simpatizantes del actual dirigente de la sección 14, Ignacio Flores Correa, que se dirigían a esta ciudad procedentes de una granja del sindicato De acuerdo con versiones de una agente de seguridad nacional, éstos repelieron la agresión y se generalizó una balacera que dejó cinco heridos, entre ellos el chofer del camión, Trinidad Cruz Gómez, quien recibió un balazo en el brazo izquierdo y un rozón en la parte izquierda de las costillas Previamente, dos trabajadores más habían sido lesionados durante una trifulca entre “gonzalistas” y “nachistas” El dirigente Flores Correa rechazó categóricamente que su “gente” haya repelido la agresión a balazos y, por la tarde, viajó a Villahermosa con alrededor de 500 seguidores para exigir al gobierno estatal desarme al grupo de Guzmán Vázquez y se le detenga como autor “intelectual” de la balacera Dos lesionados permanecen hospitalizados en esta ciudad y los cinco restantes fueron dados de alta Ninguno de los siete fue reportado con heridas graves Juan José de la Rosa, secretario de Organización y Estadísticas de la sección 14, relató que los acontecimientos se iniciaron alrededor de las nueve de la mañana, cuando “gentes” de Guzmán Vázquez y de Raúl Becerra de Dios –a quien Gonzalo pretende imponer como dirigente del sindicato-- se presentaron al Complejo Procesador de Gas, a fin de proponer a seguidores suyos para laborar en plazas vacantes, lo que provocó inconformidad de los simpatizantes de Flores Correa Ambos grupos discutieron y, de acuerdo con de la Rosa, los “gonzalistas” sacaron pistolas y cachearon a gente de Nacho Flores Al enterarse de la agresión, los “nachistas” mandaron a buscar a gente suya que laboraba en una granja, los que de inmediato abordaron un camión para dirigirse a esta ciudad, distante a unos cinco kilómetros Dos kilómetros antes de llegar, se toparon con una camioneta americana negra, un coche Datsun blanco, un Stratus gris, un Volkswagen del mismo color, y otros dos vehículos, con gente de Guzmán Vázquez, quienes dispararon “una lluvia de balas” que impactaron el camión y en la humanidad de cinco trabajadores, según relató Juan Antonio Gómez Montero, uno de los lesionados en un pie Según De la Rosa, éstos nunca repelieron la agresión a balazos, pero de acuerdo con versiones de un agente de seguridad nacional que se apersonó en el lugar de los hechos minutos después de la agresión, los “nachistas” sí dispararon armas de fuego en su defensa En sus declaraciones ante el Ministerio Público, los “nachistas” lesionados señalaron directamente a Carlos Mario Guzmán Pérez --hijo de Gonzalo Guzmán-- de haber encabezado al grupo agresor y de portar una metralleta en sus manos que no pudo disparar porque se le “atoró” Por su parte, el trabajador José Alfredo Muñoz –uno de los otros dos heridos-- denunció que él y otro compañero fueron agredidos a cachazos de pistola por gente de Flores Correa, cuando entregaban unos documentos en las oficinas de Pemex, tres horas antes de la balacera La balacera fue consecuencia del conflicto que Guzmán Vázquez, quien dirigió la sección 14 durante 13 años, y su sucesor Flores Correa, quien se negó a iniciar su administración con "borrón y cuenta nueva", ante un “faltante” de dos millones 800 mil pesos En un noticiero de radio, Flores Correa reveló que ese dinero Guzmán Vázquez se lo entregó a un hermano suyo como adelanto para la construcción de viviendas de los trabajadores petroleros, pero no cumplió La situación se enconó más cuando Flores Correa promovió demandas penales contra Carlos Mario Guzmán Pérez, por falsificar su firma para la venta de fichas y plazas definitivas en Pemex, en su calidad de secretario de Trabajo de la sección 14, cargo en el que lo dejó su padre, quien se reservó para sí la Comisión de Vigilancia El 25 de julio, Gonzalo Guzmán y su hijo Carlos Mario fueron destituidos en asamblea de la secretaría de Trabajo y de la Comisión de Vigilancia, sin embargo, el 15 de agosto, Guzmán Vázquez envió una oficio a la jefa de Recursos Humanos de Pemex Exploración Producción (PEP), María Gloria Martínez Saldívar, para hacerle del conocimiento que a partir de esa fecha Ignacio Flores Correa quedaba suspendido de manera “indefinida e inmediata”, y que el nuevo secretario general interino era Raúl Francisco Becerra de Dios Aval de Romero Deschamps De acuerdo con los estatutos del sindicato petrolero, sólo en asamblea, y por mayoría de sus miembros, se puede destituir a un secretario general; no obstante, el dirigente nacional, Carlos Romero Deschamps, avaló el documento de Guzmán Vázquez para desconocer a Flores Correa como dirigente de la sección 14 A partir del lunes 18 de agosto, la mayoría de los dos mil 300 trabajadores petroleros de planta de la sección 14 iniciaron movilizaciones en apoyo de Flores Correa y de repudio a Guzmán Vázquez, a quien acusan de haber “saqueado” y de pretender volver a “saquear” las arcas del sindicato, a través de su “títere”, Becerra de Dios Guzmán Vázquez asumió la secretaría general de la sección 14 en 1989, tras el asesinato de Lenín Falcón Méndez, quien dirigió el sindicato por casi 15 años, un crimen aún no aclarado Junto con él fue asesinado Antonio Arcos Correa, primo del actual secretario general Ignacio Flores Correa, quien pretende reelegirse para el periodo 2004-2006 Por la noche, una comisión de petroleros encabezados por Flores Correa fueron recibidos por el secretario de Gobierno, Jaime Lastra Bastar, a quien demandaron la intervención del gobierno estatal para mediar en el conflicto gremial antes que haya “una masacre” por la disputa sindical

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