La Universidad no puede estar al margen de la ley, advierte Azuela

martes, 12 de octubre de 2004 · 01:00
* El desinterés en educación pública atenta contra la democracia: CIDH México, D F, 11 de octubre (apro)- El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Mariano Azuela Güitrón, afirmó hoy que “los criterios” de la SCJN en el tema de la autonomía universitaria “han reafirmado la capacidad de autogobierno y autoadministración, pero tienden a evitar que estas instituciones, so pretexto de dicha prerrogativa constitucional, puedan constituirse en entidades situadas al margen del orden jurídico” Azuela, quien participó en las “Jornadas de la Autonomía”, en la mesa redonda titulada “La constitucionalidad de la autonomía universitaria”, dijo que “las universidades no solamente están respaldadas en la Constitución, sino están sujetas a todas las limitaciones que en ella se establecen, con el claro sentido de que los gobernados sean salvaguardados en los derechos que la Carta fundamental les otorga” En el acto, realizado en la Facultad de Derecho de la UNAM, Azuela señaló que “el principio del estado de derecho es la supremacía constitucional”, dijo: Durante las jornadas conmemorativas del 75 aniversario de la autonomía de la UNAM, el ministro se refirió a algunos de los criterios que, a través del tiempo, la SCJN ha ido estableciendo sobre este tema, así como derivaciones de este concepto Explicó que “una de las tesis de la Corte –de 1932-- sobre la naturaleza jurídica de la UNAM, estableció que los propósitos legislativos fueron crear a la universidad como institución democrática, debidamente solidarizada con los ideales nacionales, función social de alta importancia y responsabilidad ante el pueblo “En aquel criterio –añadió--, se le delegaron funciones estatales con definición de atribuciones y responsabilidades, y se reconoció su autonomía como ideal de los gobiernos revolucionarios para impartir educación superior y estudiar los problemas del país” Dijo que “en 2001 se estableció una tesis sobre el alcance de esta figura, la cual determinó que las universidades públicas son organismos públicos descentralizados con autonomía especial, lo que implica autonormación y autogobierno, en atención a la necesidad de lograr mayor eficacia en la prestación del servicio, el cual se fundamenta en su libertad de enseñanza, sin que ello signifique su disgregación de la estructura estatal” Añadió que “otros criterios establecidos por la Corte indican que no se viola su autonomía por la verificación de la entidad de fiscalización de la Federación de los subsidios que se otorgan a estas instituciones” Señaló: “Una tesis más, en materia aduanera, establece que no se prevén exenciones de impuestos y ello no viola su condición, ante el hecho de que tengan facultad para administrar su patrimonio” Azuela dijo que “sólo la vivencia propia –como la que él tuvo en las aulas universitarias-- permite captar el gran significado de la libertad de cátedra y la libre discusión de las ideas” Así, expresó, “la autonomía es un reconocimiento a la personalidad de cada alumno, ya que la enseñanza desde ángulos diversos, con mentalidades distintas, es un reto que el joven estudiante, con libertad responsable, puede ir resolviendo ante sus compromisos” Por su parte, Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho, afirmó que “fue una larga lucha el obtener el reconocimiento del Estado a la facultad de la universidad de regirse y dirigir sus conocimientos e investigaciones con absoluta libertad” Indicó: “La autonomía es para las universidades lo mismo que la libertad es para el hombre, porque es el elemento esencial con que cuentan las entidades de educación superior para determinar las características y la forma de producir y transmitir el conocimiento” A su vez, Sergio García Ramírez, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dijo que “actualmente la universidad autónoma es baluarte de la educación pública superior, y una de las trincheras más avanzadas de la educación pública en su conjunto: instrumento natural de la democracia con calificativos que proclama el mismo artículo tercero” Afirmó que “cuando se alude a la defensa histórica de la autonomía, o de la Universidad Autónoma, se piensa en la vida universitaria, para amparar sus recintos, aspiraciones y decisiones “Así, el desinterés contra la educación pública superior, alentada por los nuevos vientos que soplan en el mundo, lo es también contra la democracia”, añadió

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