Autonomía, dique a la privatización de universidades
* Adolfo Sánchez Vázquez señala fallas del modelo educativo empresarial
* Deplora Axel Didriksson políticas que limitan recursos a la UNAM
México, D F, 13 de octubre (apro)- Adolfo Sánchez Vázquez, profesor emérito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, dijo hoy que “la autonomía de las universidades públicas es un obstáculo a los fines de la privatización”
Añadió que, por esa razón, “se pone empeño en las instituciones privadas, sin autonomía, cuyo modelo es empresarial, las cuales son guiadas por el lucro, la ganancia y la rentabilidad del mercado”
Señaló: “La autonomía se manifiesta en la investigación, la docencia y la difusión del saber, como la posibilidad de optar entre diversas alternativas del pensamiento, así como a la crítica y el disenso
“También, se expresa en la libertad de cátedra y de investigación, y es incompatible con el pensamiento dirigido, que imponían los regímenes totalitarios, o con el pensamiento único que el liberalismo trata de imponer en nuestros días”
Al participar en la mesa redonda “La autonomía universitaria y su impacto en las ciencias sociales y las humanidades”, durante el tercer día de las Jornadas por la Autonomía, el filósofo afirmó:
“En ese sistema que vivimos hoy en su fase más explotadora y depredadora, en el neoliberalismo, la universidad no puede escapar a sus amenazas, pero ante ellas tiene que hacer frente a las tendencias impulsadas por los organismos económicos internacionales, hegemonizados por Estados Unidos, para privatizar la educación superior”
Señaló: “La mayor amenaza para la autonomía universitaria proviene de la mercantilización avasallante, que convierte todo en mercancía y donde toda actividad humana se juzga por el criterio de la productividad, del éxito, de la eficiencia y de la rentabilidad económica”
Sánchez Vázquez llamó a los académicos, estudiantes y trabajadores, “a salir al paso de todo aquello que, en el plano económico o político, atente contra su autonomía, venga de donde venga”
Por su parte, Julio Labastida, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM, dijo que “las ciencias sociales y las humanidades se encuentran en el país en una situación desfavorable, pues a estas disciplinas le han restado importancia quienes las sitúan frente a prioridades políticas y sociales definidas por los gobiernos recientes”
Indicó:“No se trata de un ataque ideológico abierto y directo: es más bien un problema de asfixia en un contexto definido por la regresión de las políticas públicas y la banalización de la ciencia y la cultura, unido a la profundización de la crisis económica que enfrenta el país”
A su vez, Luis Villoro, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, afirmó: “Existe una paradoja en la autonomía: por una parte, tiene una función integradora en la sociedad y, por otra, es crítica y va contra toda enajenación social Esto da lugar a un contraste entre las instituciones críticas y técnicas, estas últimas obedientes al mercado”
Así, señaló, “la universidad autónoma es contraria a la capacidad puramente productiva de las empresas También tiene una función de lucha contra la alineación, frente a todas las convenciones sociales establecidas y frente al poder de los partidos políticos”
Por último, Axel Didriksson, director del Centro de Estudios sobre la Universidad, dijo que “la autonomía de la UNAM está restringida cuando le limitan sus recursos”, por lo que “debe plantearse una redefinición de la misma, que garantice en el largo plazo un financiamiento adecuado, con el fin de que se exprese por completo”
Añadió: “Para la UNAM y las universidades públicas, la autonomía es como su atmósfera; está en todos lados, se vive cotidianamente, se percibe, trabaja y expresa todo el tiempo desde sus aulas”