Jelinek, escritora "estridente y descarnada"
San Francisco, Cal , 18 de octubre (apro)- Elfriede Jelinek, Premio Nobel de Literatura 2004, cumplirá 58 años el próximo 20 de octubre, porque nació en Mürzzuschlag, Estiria, un poblado de Austria, en 1946 Su obra más famosa es La pianista (1983), llevada a la pantalla por Michael Haneke en 2001y que obtuvo el Gran Premio del Jurado del Festival de Cannes
La biografía de Jelinek destaca por la disciplina con la que fue educada por su madre dominante, una católica practicante y amante de la música que le inculcó el valor del esfuerzo desde temprana edad: a los 4 años la inscribió en el colegio de monjas Notre Dame, de Sion, donde aprendió danza clásica y francés; combinado con clases particulares de violín y piano
Según el Instituto Goethe, en 1960 empezó a estudiar piano y composición en el Conservatorio de Viena, donde se graduó como organista y tocando otros tres instrumentos musicales; después de su preparatoria se matriculó en la Universidad de Viena y estudió Ciencias de Teatro e Historia del Arte, hasta que en 1967 interrumpió sus estudios y empezó a escribir lírica, prosa y antologías en publicaciones locales
Su primer libro fue de poesía: Lisas schatten, 1967 (La sombra de Lisa), pero fue una crisis psíquica la que determinó su vocación por la literatura sufrida a los 18 años, después de la muerte de su padre en una institución psiquiátrica; un “padre ausente” como ella lo califica, judío de origen, checo habitante de la Viena pobre y progresista que se graduó con gran esfuerzo de ingeniero, y cuya muerte la impactó tanto que sufrió durante un tiempo una crisis psicológica que la llevó a encerrarse en casa: “No puedo conciliarme con Austria por la historia de mi familia”
En 1970 publicó su primera novela, Wirsind lockvögel baby (Somos reclamos baby), dos años después la novela Michael Ein Jugendbuch für die infantilgesellschaft; en 1974 su primera obra radiofónica; en 1979, su primera obra de teatro, Was geschah, nachdem Nora ihren Mann verlassen hatte oder Stützen der Gesellschaften (Lo que ocurrió después de que Nora abandonara a su marido o pilares de las sociedades), y en 1980, su tercera novela: Maravillosa, maravillosa época Luego vivió unos años en Berlín y Roma, y se casó con Gottfried Hüngsberg
La temática de sus novelas denuncia la violencia contra las mujeres, su explotación sexual y el machismo, como en Las mujeres amantes (1975) que publicará en español El Aleph Editores, obra con la que se dio a conocer fuera de Austria y que aborda de manera irónica las novelas rosas a través de las relaciones amorosas de dos costureras industriales:
“Yo reparto hachazos para que no vuelva a crecer la hierba por donde han pisado mis personajes”, ha dicho
Sus obras han sido poco traducidas al español La pianista y Los excluidos (de esta última la revista Proceso reproduce esta semana su primer capítulo), serán republicadas en México por la editorial Mondadori
Una de sus novelas más polémicas es El ansia, que ha sido calificada por parte de la crítica como “pornográfica, vulgar y blasfema”, ya que presenta una sátira sobre las costumbre sexuales durante los años en que apareció la “pandemia” del sida, a través de una ama de casa que despierta a sus instintos carnales y combina el sexo conyugal con la pornografía; una obra que critica el machismo y las estructuras patriarcales de la sociedad con un protagonista que es director de una fábrica en un idílico valle alpino que maltrata a su mujer
Precisamente la Academia ha destacado que uno de los temas principales de la obra de Jelinek es la imposibilidad para las mujeres “de lograr una vida completa en un mundo donde son pintadas a base de imágenes estereotipadas”, por eso señala que en algunas de sus novelas, describe el poder y la agresión como fuerzas determinantes de las relaciones, utiliza descripciones pornográficas de la sexualidad, la agresividad y el abuso
Un abuso masculino que se ve reflejado en Lust, 1989 (Lujuria), una novela que describe la violencia contra las mujeres o en su última novela La muerte y la chica:
“Estas novelas representan cada una en el marco de su problemática un mundo sin gracia donde el lector se enfrenta a un orden bloqueado de violencia dominadora, y de sumisión de cazador y de presa Jelinek muestra cómo los clichés de la industria de la diversión se instalan en la conciencia de los seres humanos y paralizan su resistencia a las injusticias de clase y a la dominación sexual”
La Academia se refirió a los personajes de sus obras, porque “no ofrecen claras posibilidades de identificación por parte del gran público, pero como sucede con la obra de todos los grandes escritores, con un poco de paciencia los lectores comprenden las enormes posibilidades que ofrece la firma de trabajo de esta escritora”, dijo Horace Engdal, el portavoz sueco luego de leer los motivos del galardón de las letras que destacó su compromiso político y social:
“Es quizá una de las pocas escritoras que, en un sentido avanzado, domina los símbolos y mitos de la cultura de masas: películas, publicidad, telenovelas en televisión y comedias; toda la industria del entretenimiento”
Jelinek es la décima escritora que obtiene el Nobel y es poco conocida a nivel internacional, aunque en los países centroeuropeos destaca por el reconocimiento de la crítica, principalmente en Alemania, donde ha recibido una docena de importantes premios
“Soy elogiada como autora dramática, cuando en realidad yo no sé nada de teatro; escribo contra el teatro No me imagino nada más absurdo que personas vivas en un escenario”, ha dicho Jelinek, cuya obra dramática ha sido aclamada por el público austriaco y alemán
En el Festival de Salzburgo estrenó la obra de teatro Él, no como él, basada en el poeta suizo Robert Walter (1878-1956), fallecido mientras paseaba sobre la nieve en los jardines del manicomio donde pasó los últimos 23 años de su vida; una puesta en escena diseñada bajo reflexiones sobre la vida y la creación de un artista
La autora también se ha dedicado al teatro político como la obra con gran éxito en su país, Sportstück, y Bambiland, llevada a escena por Schlingensief Esta obra será una trilogía sobre la guerra desde Bambiland que era el parque de diversiones administrado por el hijo de Slobodan Milosevic, Mirko Milosevic, antes del desmoronamiento de Yugoslavia La escritora prepara la siguiente parte llamada Bambiland und Babel (Babel era el periódico que editaba Udai, el hijo de Saddam Hussein)
En su aspecto musical, dado que Jelinek estudió composición e instrumentos como piano y órgano en Viena, realizó al lado de su compatriota Olga Neuwirth libreto y música, respectivamente, de Lost Highway, de la película del mismo título de David Lynch Además, las dos tienen el encargo de la Ópera Nacional de París de hacer una ópera
Una de sus obras de teatro emblemáticas es Totenauberg, alabada por el crítico Rolf Michaelis en el periódico Die SEIT:
“La antigua estudiante de composición, que estructura sus textos de acuerdo con reglas musicales, construye como poemas monólogos que parecen carecer de final, no hay retruécano que no use con tal de que pueda aportar un punto de vista nuevo”
La Academia destaca su capacidad creativa:
“Una escritora política que cree que esta industria gigante del entretenimiento afecta a las personas de cómo que se convierten en susceptibles a la manipulación de la elite económica A través del uso de la mímica y la ironía quiere destruir esos discursos”, dijo al recordar que también escribió el guión de la película El cielo sobre Berlín, dirigida por Wim Wenders
Pero no todos han aclamado el trabajo de Jelinek, uno de sus traductores al español, el filólogo Miguel Sáenz, traductor del alemán de las obras de Günter Grass y Thomas Bernhard consideró que la autora ha sido premiada por “feminista”, pero que el Nobel le “viene sumamente grande”
“Escribe muy bien debido a su excelente oído musical, pero eso es insuficiente Hay muchos autores por allí que se lo merecían más”, dijo al criticar sus obras de teatro que dijo “son algunas detestables”, como Bambyland:
“Es contestataria y rebelde, ataca a la institución con cierto sentido del humor, ha querido colocarse en la estela de Thomas Bernhard, pero sin duda no llega a su altura”
En cambio, otro de sus traductores al español, Carlos Fortea, decano de la Facultad de Traducción de Salamanca, afirmó en el periódico El Mundo, de España, que los libros de la autora son “estridentes, ásperos, crudos, sus declaraciones descarnadas”; y a pesar de que es una “escritora difícil de complejas metáforas, intrincada estructura y tremenda dureza conceptual”, la Academia ha sabido apreciar “la universalidad de sus planteamientos”
“Sus libros exigen mucho al lector, le exigen en primer lugar que sea valiente, porque al mundo al que va a enfrentarse en sus páginas no es un mundo feliz; le exigen que mantenga la mente abierta, porque los planteamientos de Jelinek son de una tremenda radicalidad, le exigen por fin una disposición a la lectura lenta y concienzuda de un texto que transmite su mensaje en medio de una gran riqueza verbal Y le recompensan, por supuesto, con una invitación a la reflexión”
Su editor al alemán, Alexander Fest, preguntado por los periodistas que asisten a la Feria Internacional del Libro de Francfort, se mostró perplejo y anunció que la autora está escribiendo una nueva novela, cuya temática no ha sido desvelada:
“Ha sido totalmente inesperado, el año pasado se nos comentó que Jelinek podía ganar el premio, pero este año no nos habían llegado rumores Estocolmo ha hecho una maravillosa elección Jelinek es muy particular y excesivamente compleja, como la mayoría de los escritores austriacos, sufre muchos problemas de identidad Ahora, tras la noticia quiere desaparecer y seguramente no hablará con los periodistas”