EU: El fantasma electoral de Florida

lunes, 25 de octubre de 2004 · 01:00
México, D F, 25 de octubre (apro)- La elección presidencial de Estados Unidos el próximo 2 de noviembre es la primera tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, la primera que tiene lugar en medio de esa guerra de nuevo tipo: preventiva-unilateral-sin fin En lo interno se trata de una elección que tiene lugar con el telón de fondo del miedo de la sociedad estadunidense a un nuevo ataque terrorista Cuatro de cada cinco ciudadanos --según señala una encuesta reciente-- temen ser víctimas de un nuevo atentado Nunca tuvo lugar en Estados Unidos una elección en la que contara tanto el miedo inmediato, presente en esa guerra de Bush contra el terrorismo que los estadunidenses sienten cerca Enfrentan un enemigo sin cara y sin ubicación precisa, un enemigo que golpeó el 11-S en su propio territorio y que podría volver a hacerlo, según lo dicho por altos funcionarios de la administración A lo largo de las campañas electorales, el gobierno se ha encargado de administrar el miedo con alertas que suben, con advertencias de ataques que se preparan, sin dar nunca datos precisos, con alarmas que hacen que la población no olvide el terrorismo, su miedo Y a pesar de ello, o tal vez por ello, esta elección es la más cerrada en Estados Unidos entre el presidente-candidato-en guerra y su contrincante Hasta ahora, ningún presidente en medio de una guerra ha perdido su reelección Pero ahora existe la percepción de que Bush podría perderla La otra característica de esta elección presidencial es la profunda división de la sociedad estadunidense en dos mitades, que en las urnas se expresará en voto por los Republicanos o por los Demócratas Hoy por hoy los candidatos están técnicamente empatados, aunque algunas encuestas favorezcan a Bush con uno, dos o tres puntos porcentuales No deja de llamar la atención el apoyo con que cuenta un presidente que ha cometido tantos y tan grandes equívocos, como los gravísimos errores de inteligencia y negligencias obvias de su administración antes de los ataques del 11-S (aunque no hubieran podido ser evitados); como hacer una guerra para combatir el terrorismo en Irak (donde no lo había); como involucrar a Estados Unidos en una guerra que declaró finalizada, pero que continúa con mayor intensidad, y sin contar con un plan de salida; como abandonar el multilateralismo de Naciones Unidas y crear una situación de opinión adversa a Washington en la inmensa mayoría de los países del mundo Sólo el factor miedo y necesidad de un presidente fuerte puede explicar el estado de gracia que tiene la mitad –por lo menos-- de la opinión pública estadunidense hacia Bush El otro signo que marca las actuales elecciones, es que el presidente tiene un enorme poder en tanto controla el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial El equilibrio de poderes está roto, no hay checks and balances Bush cuenta con la mayoría del Congreso en sus dos cámaras, y cuenta también con la Suprema Corte de Justicia de mayoría republicana, que en 2000 le otorgó la presidencia al reconocer su triunfo en Florida, cuando paró el recuento de votos con sólo 537 en favor de George W y con ello le otorgó los 27 votos electorales de Florida que lo hicieron presidente Bush obtuvo más votos electorales y con ello ganó la elección, pero Gore ganó el voto popular, obtuvo 500 mil votos más Esta anomalía sólo ha tenido lugar en tres ocasiones en toda la historia de Estados Unidos, las otras dos fueron en el siglo XIX La elección de Bush tuvo lugar 36 días después de la jornada y tras el recuento incompleto de votos en Florida (estado gobernado por Jeff Bush, hermano de George W) la decisión fue tomada por la Suprema Corte, como corresponde legalmente en casos anómalos Y ni qué decir de que el órgano judicial supremo cuenta con mayoría republicana En 2000 Estados Unidos estuvo al borde de una crisis constitucional Pero por todo lo que se ve ahora, es posible que pueda presentarse de nueva cuenta una situación anómala como la de 2000 Se ha comenzado a discutir el problema que plantea a la democracia y a la decisión de la mayoría, el sistema electoral estadunidense ¿Abolir el Colegio Electoral? No por ahora, aunque el New York Times lo haya propuesto en un editorial Así está construido el sistema electoral estadunidense Los votos se emiten en los estados Ahí se cuentan y el candidato que obtiene mayor número de votos populares –no importa cuál sea la diferencia--, se lleva todos los electores de esa entidad Por ejemplo si los demócratas ganan en California se llevan los 55 votos electorales que otorga para el cómputo final En total en el país hay 538 votos electorales, de manera que el candidato que obtiene 270 electores gana la elección Pero el sistema ocasiona, en elecciones muy cerradas, que pueda darse el caso de que quien pierde la elección en votos populares pueda obtener más electores y con ello convertirse en presidente Lo ocurrido en 2000 puede volver a darse en 2004 Ese es el problema estructural que enfrenta el sistema electoral estadunidense, que por cierto tiene una organización federal Los votos se cuentan en cada estado Las elecciones son organizadas y llevadas a cabo por las autoridades estatales y de los condados, no existe un órgano electoral federal El próximo 2 de noviembre en Estados Unidos se juega también mucho para el sistema electoral estadunidense Pero también se trata de unas elecciones en las que está en juego la confiabilidad del sistema electoral mismo, tras advertencias de manipulaciones y trampas para favorecer el voto de uno u otro partido, por lo general de los republicanos En diversos estados se habla de eliminación del voto de las minorías que, por lo general, votan por los demócratas (como ocurrió con los negros en 2000 en Florida), máquinas de votación que carecen de testigo de papel y en las que la confiabilidad de millones de votos puede estar en duda; altos funcionarios electorales que son a la vez altos ejecutivos de gobiernos estatales y cabeza de campañas electorales (la mayoría republicanos); redistritaciones partidarias como ocurrió en Texas para disminuir el voto demócrata (demasiado tarde la Suprema Corte interviene por lo escandaloso de la redistritación), y muchas más que se han venido denunciando de manera insistente en diversos medios Para monitorear las elecciones, John F Kerry --más que ningún candidato anterior a él-- está poniendo en pie una intrincada combinación de salvaguardas legales, una red legal nacional basada en las habilidades de abogados litigantes y electorales La disputa de la elección de 2000 sigue siendo una herida abierta para los demócratas y Kerry asegura que no permitirá que en 2004 se repita “No nos vamos a sentar a ver qué sucede…” Los demócratas aprendieron de la elección de 2000 y de la actuación de la Suprema Corte que las más importantes batallas legales son aquellas que se pelean antes del día de la elección Los republicanos tienen también un importante equipo legal El choque se prepara en todos los terrenos, ambos partidos pelearán porque en una elección tan cerrada cada voto y cada elector cuenta Hay una docena de estados no definidos (swing) en los que la elección podrá ser para los republicanos o los demócratas Ahí está toda la fuerza de la recta final de las dos campañas Y se dice que en esos Kerry llevaría la ventaja Lo único cierto es que todo es incierto y que nada se sabrá hasta la noche del 2 de noviembre Y posiblemente tampoco entonces… el trauma del 2000 podría repetirse Pero esta elección en Estados Unidos tiene una importancia mayor que ninguna otra para el mundo entero, el cual --según una encuesta realizada en diversos países-- apoya mayoritariamente a Kerry Sólo Israel y Rusia estarían en favor de Bush, según el sondeo La guerra unilateral de Bush contra el terrorismo impacta negativamente las relaciones multilaterales y tiene lugar en una región de gran inestabilidad, donde se ubican los mayores yacimientos de petróleo La guerra de Irak continúa fuera de control Para el mundo es claro que fue una guerra innecesaria, que se desató sobre mentiras o supuestos falsos, porque en Irak no había armas de destrucción masiva, ni vínculo alguno de Saddam Hussein con Al Qaeda Pero ha resultado una profecía autocumplida por parte de Washington: ahora sí existe actividad terrorista contra Estados Unidos en el país invadido, en el que hay una fuerte resistencia popular Para el mundo Kerry representaría la oportunidad de que Estados Unidos volviera al multilateralismo y a los cauces del derecho internacional Los estadunidenses deben saber todo lo que se juega en esta elección crucial en el combate al terrorismo, para la seguridad, para la relación de Estados Unidos con el resto del mundo, y también crucial para su política interna y el futuro de su economía También el sistema electoral --de ese país que pretende ser ejemplo de la democracia para el mundo entero-- tiene que enfrentar una nueva prueba en condiciones de cerrada competencia entre dos candidatos

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