* Los trabajadores saben privilegiar el diálogo y la civilidad, dice * Niega que vaya a privatizarse y apoya reformas a la ley México, D F, 26 de octubre (apro)- El director general del Instituto de Seguridad Social y Servicios para Trabajadores del Estado (ISSSTE), Benjamín González Roaro, criticó la agresión al convoy presidencial en Chihuahua y negó que en la trifulca hayan participado empleados de la institución Al presidir la ceremonia del Día del Médico en el Antiguo Colegio de Medicina en la UNAM, repudió la zarandeada que miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) dieron al convoy presidencial, el viernes 22 Ese día, en Ciudad Juárez, un grupo de maestros inconformes y, al parecer, trabajadores del propio ISSSTE, que protestaban por “la privatización” de la institución, rodearon el camión donde viajaba el presidente y comenzaron a golpearlo Por este incidente, condenado por funcionarios y legisladores, la Secretaría de Gobernación presentó una denuncia de hechos “contra quien resulte responsable de la agresión” ante la Procuraduría General de la República (PGR) No se privatiza González Roaro rechazó que se esté fraguando la privatización del ISSSTE, pues esta institución, dijo, es patrimonio de los mexicanos Aseguró que se requiere de una reforma profunda para garantizar la viabilidad financiera a la institución por un plazo largo y el planteamiento es, según afirmó, “porque queremos que siga siendo una institución del Estado mexicano" Los empleados del Instituto "sabemos entendernos, privilegiamos el diálogo, somos respetuosos de la vida, la civilización y la civilidad", indicó, ante aproximadamente 500 destacados galenos del ISSSTE Dijo que ha sido el propio ISSSTE el que, durante tres años, ha hablado de la necesidad de una reforma integral “para hacer frente a los retos actuales de salud y pensiones" Planteó lo mismo que argumentó el director del IMSS, Santiago Levy, para justificar la modificación a los artículos 286K y 277D de la Ley del Seguro Social: “Contamos con la población más envejecida del país; enfrentamos las enfermedades más costosas, aumentan el promedio de pago de una pensión en cerca de 20 años, en una etapa en que los trabajadores en retiro no aportan a los servicios médicos, aunque son los principales usuarios"