La política como mafia

jueves, 28 de octubre de 2004 · 01:00
México, D F, 27 de octubre (apro)- Desde hace tiempo se viene haciendo una referencia que en principio parecía una mala ocurrencia, pero que al paso de los meses se perfila más como una certeza, esto es, que la política mexicana es manejada como la mafia Cabría detenerse un poco para conocer el significado de la palabra “mafia” antes de seguir comparándola con la política mexicana En una rápida búsqueda sobre la historia de la “mafia” encontramos lo siguiente: “Mafia, nombre dado a una asociación de bandas criminales, unidas en ocasiones por pactos de sangre y juramentos secretos, que sigue operando en la actualidad Existen varias hipótesis para explicar la etimología de la palabra mafia, siendo más verosímil aquella que la atribuye a la voz homófona que significa lugar de trabajo, introducida en Sicilia durante la invasión musulmana “La Mafia comenzó a actuar en Sicilia en la época feudal para proteger los bienes de los nobles absentistas Durante el siglo XIX se transformó en una red de clanes criminales que dominaban la vida rural siciliana Sus miembros estaban obligados a guiarse según un rígido código de conducta, llamado Omertá, que exigía evitar cualquier contacto o cooperación con las autoridades La Mafia no contaba con una organización centralizada ni con una jerarquía; estaba formada por pequeños grupos con autonomía dentro de su propio distrito Conseguían ocupar cargos políticos en varias comunidades utilizando métodos coactivos contra el electorado rural, y de ese modo podían presionar a las fuerzas policiales y tener acceso legal a las armas” La explicación de lo que es la Mafia hecha por el joven investigador argentino Martín A Cagliani, que aparece en internet, nos ofrece los elementos generales de este grupo de origen italiano, cuya organización llegó a América a principios del siglo XX Giuseppe Carlo Marino, en su libro Historia de la Mafia, explica que la etimología proviene del vocablo árabe maha fat, que significa “protección, inmunidad o exención” Visto así, vemos que la “mafia” ha ampliado su concepto original que se refería más a un fenómeno cultural determinado por valores familiares y creencias religiosas, hasta llegar a representar un fenómeno de organización delincuencial Curiosamente en México observamos que ciertos grupos políticos asemejan en su estructura y en sus fines a los que siguen las agrupaciones mafiosas Tal son los casos de las familias Salinas y Hank, quienes se han asociado con Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo, principalmente, con el único fin de recuperar el poder político del país Pero también tenemos los ejemplos de la agrupación El Yunque y los casos de René Bejarano, Carlos Ahumada y el gobernador de Morelos, Sergio Estrada Cajigal Podría decirse que es muy aventurado e irresponsable hacer esta semejanza, pero si observamos con detalle el proceder de estos personajes y de la forma en que se han asociado, veremos que hay similitudes A diferencia de las agrupaciones meramente políticas, los integrantes del clan Salinas y Hank se han visto involucrados en escándalos donde se les vincula presuntamente con el narcotráfico, el juego y la posesión inexplicable de una gran riqueza El caso de los integrantes de El Yunque, el primer aspecto que los enlaza es el religioso y posteriormente los intereses ideológicos –antisemitas– y los políticos El juramento, la clandestinidad y las acciones violentas, son dos factores más que los asemeja a los grupos mafiosos De Bejarano y Ahumada, es evidente que la asociación que llegaron a establecer tenía intereses políticos, pero con fines aviesos La vinculación del empresario argentino con Salinas en la organización de los “videoescándalos” evidencia las acciones mafiosas que tuvieron los dos personajes Mientras que en el caso del gobernador Estrada Cajigal, las denuncias de amenazas de muerte en contra del perredista Graco Ramírez y las presuntas relaciones con el narcotráfico, muestran actitudes ilegales que se aproximan más al perfil de las mafias que de las agrupaciones políticas Es penoso decirlo pero en estos tiempos supuestamente democráticos, las agrupaciones políticas están actuando más como entes mafiosos que como instituciones partidistas Si en la mafia los ajustes de cuentas de dan con las famosas “purgas” que significan la eliminación de los enemigos, en la política mexicana también se ha presentado este tipo de casos como fueron los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, así como el encarcelamiento de Raúl Salinas de Gortari y la desaparición de Manuel Muñoz Rocha Bajo esta circunstancia el panorama que ofrecen los partidos rumbo a las elecciones del 2006, es más de ajustes de cuentas y de una posible violencia social ocasionada más por los intereses políticos y económicos, que por un proyecto de nación

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