Los soldados sobrevivientes de la guerra en Irak llegan a Estados Unidos en secreto, de noche, escondidos y permanecen recluidos, en estado de aislamiento en clínicas militares, pues el gobierno del presidente George Bush no quiere hablar de ellos, no al menos durante estas semanas de definición electoral, destaca Proceso en su edición de este domingo 31 de octubre
Con el dudoso honor de ser veteranos de guerra de Estados Unidos y tras recibir el “corazón púrpura”, distinción que el Pentágono les entrega por quedar lisiados en combate, los soldados sobrevivientes permanecen inmóviles en sus camas o deambulan a duras penas por los pasillos del Brooke Army Medical Center, en San Antonio, Texas, quemados, ciegos, mutilados y psicológicamente enfermos, inválidos
Organizaciones de derechos humanos calculan en 17 mil el número de soldados estadunidenses heridos en Irak y Afganistán El Pentágono reconoce 7 mil 246 heridos y más de mil 200 muertos en Irak, pero la cifra real es un secreto de Estado, dice Ed Kashi, fotógrafo del conflicto bélico en Irak y cuyos trabajos han sido publicados en prestigiadas revistas como National Geographic, The New York Times Magazine, Time, Fortune, Geo y Newsweek
Ha ganado varios premios Uno de ellos: el World Press Photo Recientemente se apuntó otro mérito: pudo entrar al Brooke Army Medical Center de San Antonio, Texas, en donde fotografió y entrevistó a soldados mutilados de la guerra de Irak, experiencia que cuenta a Proceso en su edición 1461 de este domingo 31 de octubre