Opacidad gubernamental
México, D F, 4 de octubre (apro)- El 2 de julio del año 2000 se crearon expectativas entre la gente que el “gobierno del cambio”, encabezado por Vicente Fox no ha podido cubrir
La desilusión no es noticia ni mucho menos es sorpresa la falta de claridad del actual gobierno; pero lo que sí genera indignación es la nula transparencia sobre el manejo de los recursos públicos en el gobierno de Vicente Fox; más aún, la forma en que, vía la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el foxismo ha tratado de esquivar una de sus primeras obligaciones: ser transparente, rendir cuentas y no poner trabas con argumentos leguleyos
El gobierno lleva cuatro años en el poder y hasta la fecha, la Cámara de Diputados no ha podido cumplir con su obligación de dictaminar la cuenta pública ¡del primer año de gobierno¡ foxista
Los motivos, los innumerables recursos interpuestos por el Ejecutivo Federal para impedir el trabajo de la Auditoría Superior de la Federación y más aún, cuestionar sus facultades
Las posibles consecuencias sobre una desaprobación de la primera cuenta pública de Vicente Fox ha puesto a temblar no sólo al Ejecutivo, sino a varios miembros de gabinete que han cometido irregularidades, caído en omisiones y, lo que es peor, aprobado ventas o extensión de permisos millonarios que son inconstitucionales Nos referimos, por supuesto, a los permisos de generación de energía eléctrica o a los contratos de servicios múltiples
De la mano aparece también el ejercicio equivocado de funciones públicas de quienes participaron y avalaron casos como el Fobaproa, el manejo y creación de recursos de los más de mil fideicomisos privados con recursos públicos, caso típico Isosa, o el desvío de recursos hacia “Vamos México”, la fundación de la esposa del presidente de la República
Todas estas irregularidades, y cientos, sí, cientos más, han sido documentadas por la Auditoría Superior de la Federación, órgano auxiliar de la Cámara de Diputados, pero que no han podido incidir en el dictamen final de los diputados, sea por las varias controversias constitucionales interpuestas por el Ejecutivo contra la ASF o porque los diputados han retrasado de manera sistemática la elaboración y aprobación de un dictamen sobre la primera cuenta pública de Vicente Fox
Desde que tomó posesión, Fox enarboló la transparencia como uno de sus principales compromisos y obligaciones para con la sociedad que depositó mucha de su esperanza y deseo de cambio en este hombre, sin embargo, a cuatro años, ha sido el mismo Vicente Fox quien no ha dejado a la ASF hacer su trabajo; no se ha dejado auditar de manera libre y ha puesto en duda no sólo las facultades del auditor, sino también su honorabilidad
Los recursos para desacreditar una institución --que si bien no es lo que la ciudadanía desea, es mucho más de lo que se tenía en el pasado--, han sido bajos, sólo dignos de un gobierno que teme ser descubierto La respuesta del porqué el gobierno ha actuado así es cuestión de aritmética: a la administración foxista le restan sólo dos años de gobierno, al auditor superior de la Federación, cinco Esperemos que la tan ansiada transparencia no llegue hasta después del 2006