Centroamérica: Triunfa la ortodoxia de izquierda
San Salvador, 12 de noviembre (apro) - Quizás no fue premeditado, pero el pasado 7 de noviembre --día que se celebraba un aniversario más del triunfo de la Revolución de Octubre, que llevó a los comunistas soviéticos encabezados por Lenin al poder en Rusia en 1917--, las fuerzas de izquierda en Nicaragua y El Salvador conquistaron sorprendentes victorias políticas
El símbolo histórico --como expresó el líder sandinista, Daniel Ortega, en Managua ante miles de seguidores-- fue que para ganar no hubo necesidad de emplear “fusiles contra la corrupción, el crimen y la tiranía”
En El Salvador la batalla fue interna, en las propias filas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en el cual la facción ortodoxa, encabezada por Schafik Handal --veterano comunista de 74 años de edad--, aplastó abrumadoramente a la tendencia reformista, como los bolcheviques se impusieron a los mencheviques en el siglo pasado
El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), encabezado por el expresidente Ortega, tuvo un arrollador triunfo en las elecciones municipales del domingo 7 No sólo logró retener la capital, Managua, en manos sandinistas, sino que su poder local abarca ahora la mayor parte del territorio nicaragüense El FSLN logró 91 alcaldías (tenía 52) de las 152 existentes; triunfó además en 14 de 17 capitales provinciales (tenía 11)
En la capital nicaragüense se impuso abrumadoramente el empresario y exfuncionario del gobierno revolucionario (1979-1989), Dionisio Marenco, uno de los dirigentes sandinistas más leales a Daniel Ortega, a quien en Nicaragua se considera “el caudillo de la izquierda” ortodoxa y el que ha desplazado del FSLN, incluso, a su propio hermano, el general Humberto Ortega y al exvicepresidente nicaragüense, el escritor Sergio Ramírez, considerados “hombres de derecha”
El triunfo en las elecciones municipales por parte del sandinismo es una evidente recuperación política del movimiento --transformado ahora en partido electoral-- que derrocó al dictador Anastasio Somoza Debayle, en 1979 El FSLN gobernó una década en Nicaragua, con la disyuntiva de implantar el socialismo y defendiéndose de una guerra contrarrevolucionaria que le impuso el gobierno de Estados Unidos Pero en 1989 realizó elecciones libres y democráticas, en la que el sandinismo fue derrotado por una coalición de derecha encabezada por Violeta Barrios, viuda de Chamorro
La victoria en las municipales coloca al FSLN en el camino de recuperación del Ejecutivo en las elecciones de noviembre de 2006 Según analistas locales, las condiciones están dadas para ello, en especial porque las fuerzas de derecha se encuentran divididas y desacreditadas: el líder del liberalismo, el expresidente Arnoldo Alemán se encuentra en prisión acusado por graves delitos de corrupción El presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, exliberal, tiene sobre su cabeza una amenaza: el Parlamento lo quiere desaforar también por cargos de corrupción El resto de fuerzas no son significativas
“Si Ortega no se postula y si el FSLN no mantiene una confrontación interna ni con Estados Unidos, tiene más posibilidades de ganar Pero tendría que buscar también incrementar su alianza con diversos sectores”, explicó el analista político salvadoreño y experto en relaciones internacionales, Napoleón Campos
De acuerdo con diversas encuestas, la personalidad que se ha convertido en potencial candidato triunfador en el FSLN para reconquistar el gobierno es el actual saliente alcalde de Managua, el empresario Herty Lewites, una personalidad moderada, carismática y de mucha popularidad Su único obstáculo es Daniel Ortega, que hasta ahora no ha dado muestras de querer abandonar las pretensiones de volver a ser candidato presidencial, luego de haber perdido en los tres últimos comicios, en 1989, 1997 y 2001
La aplanadora roja
Las elecciones internas en el salvadoreño FMLN fueron en realidad una medición de fuerzas entre tres facciones, cuya existencia había estado negando la dirección hasta que comenzó la lucha por un cambio interno
El FMLN era, hasta su institucionalización en el proceso de paz que vive El Salvador, una alianza entre cinco organizaciones armadas Ahora es un partido en el que existen varias tendencias, pero las más marcadas son una de corte comunista u ortodoxa, y otra reformista, no tanto por su ideología, sino por el ímpetu de una generación de líderes más jóvenes que quieren sustituir al liderazgo tradicional
La forma en que estas tendencias o facciones han resuelto sus divergencias ha sido la imposición, sin faltar expulsiones o autoexclusiones La facción ganadora ha sido la ortodoxa, que coincide con el arrastre que ha logrado Handal, otrora secretario general del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), el último movimiento que se incorporó a la guerra y que no llegó a ser una fuerza considerable en la insurgencia
En las últimas elecciones se enfrentaron las facciones ortodoxa, la reformista y una tercerista La primera la lidera Handal; la segunda, el excomandante guerrillero Atilio Montalvo (conocido como Salvador Guerra); y la última es encabezada por Lorena Peña, también excomandante guerrillera
Ortodoxos y reformistas fueron los principales enfrentados “Ellos tenían recursos para hacer campaña; nosotros ni siquiera candidato a coordinador llevábamos”, reconoce Peña, que lideraba un grupo de profesionales de izquierda que se postulaban para ser miembros del Consejo Nacional del FMLN (dirección ejecutiva)
El tribunal electoral del FMLN, después de cinco días de las elecciones reconoció y oficializó la victoria para el cargo de coordinador general de Medardo González; a éste le acompañará una planilla de 35 militantes de su facción ortodoxa, así como 11 de los 14 directores provinciales y otro grupo de coordinadores de sectores que también pertenecen a la ortodoxia El candidato a coordinador general del FMLN era Oscar Ortiz, un capitán guerrillero y actual alcalde de Santa Tecla, una de las ciudades más populosas de El Salvador
Lucha desde la llanura
Atilio Montalvo, su nombre de pila no dice mucho, pero se trata del excomandante “Salvador Guerra”, uno de los fundadores de la más poderosa guerrilla salvadoreña, las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), nacida en abril de 1970 Experto en conspiración, creador de las fuerzas especiales guerrilleras, negociador nato Hoy, pese a la pérdida de los reformistas que dirige, no se siente derrotado sino más convencido de que el FMLN tiene que cambiar
“Venimos de perder por tercera vez consecutiva las elecciones presidenciales contra la derecha Se esperaba que hiciéramos una recomposición en vista que tenemos cerca otro evento electoral en el 2006 (municipales y diputados)”, explicó a Apro el excomandante guerrillero
“La práctica ha sido que los derrotados se van del partido o son expulsados Nosotros no nos vamos ni vamos a permitir que nos expulsen Nos vamos a trabajar desde la llanura para consolidar el trabajo de base y el de los municipios Somos la mitad del partidos”, agregó Montalvo
Los reformistas pretendían hacer un cambio en el modelo electoral interno; los terceristas liderados por Lorena Peña, aseguran que dicho sistema colapsó Por lo tanto, una de las modificaciones importantes será el reconocimiento y la oficialización de las tendencias, así como reconocer la proporcionalidad de los votos para que el resultados electoral sea un reflejo de las tendencias existentes en el partido
De manera paralela a lo que sucede en el FMLN, está el resurgimiento de dos fuerzas moderadas de izquierda, la primera es un partido en formación: Cambio Democrático (CD), que lidera el reconocido economista Héctor Dada Iréis; la segunda es la Concertación Socialdemócrata (CSD), que será un foro de debates de ideas sobre el socialismo democrático, que encabezan reconocidas figuras exguerrilleras como Salvador Samayoa, Facundo Guardado y Francisco Jovel Estas dos fuerzas pueden llegar a configurar una soñada fuerza de centro, la que hasta el momento, pese a la necesidad de evitar la polarización extrema que conduzca a la violencia política del pasado reciente, no ha logrado establecer su espacio en el espectro político local “Pero nada nos impide soñar ni imponernos el reto”, apuntó Dada Hirezi