Antonio Gades, hace 30 años

lunes, 15 de noviembre de 2004 · 01:00
* El bailarín y coreógrafo de flamenco falleció en julio, víctima de cáncer México, D F, 15 de noviembre (apro)- Hace 29 años, en plena madurez artística, el bailarín y coreógrafo de flamenco Antonio Gades concedió una entrevista al reportero Armando Ponce Gades recibió a Ponce en su habitación del Hotel Alameda, en ella un grupo de gitanos permanecía sentado bebiendo de una botella de whisky de un galón Sólo se servían una vez que el bailaor lo hacía Todos guardaban silencio De 52 años en aquel entonces, el artista --falleció en julio a consecuencia de un cáncer devastador-- aún no filmaba su trilogía épica --Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo--, explicó a detalle en aquella entrevista su perspectiva política sobre su danza y también de las penurias que pasó durante su infancia Hace apenas unas semanas, Fuenteovejuna, su última obra, fue presentada durante el Festival Internacional Cervantino a manera de un testamento artístico Esta es una síntesis de aquella entrevista La necesidad de trabajar De trato sencillo y amable, entre trago y trago, le confesó a Ponce que no tenía una vocación estética definida: “Llegué a bailar por hambre, la necesidad me obligó a trabajar desde los 11 años Estuve en una academia donde me contrató Pilar López y quien fue quien me enseñó a bailar” Gades estudió danza posteriormente en varios países europeos, e incluso llegó a ser primer bailarín de la Scala de Milán Al ser interrogado por el actual editor de la sección cultural de Proceso sobre qué es bailar, le respondió: “Depende para quién Hay unos que lo hacen como una forma de vida, otros por salirse de la pobreza, otros por encontrar un camino Yo he estado en las tres etapas Empecé por hambre, seguí porque ganaba dinero: ahora me gusta y quiero dar algo con esto Se entra en el mundo de la cultura Bailar ya no es sobrevivir o divertirse Hay que dar algo: representar las costumbres de un pueblo, que no se maltraten Es lo único verdadero que tiene un pueblo” La ideología Considerado en sus últimos años como un “zurdo” radical por su adhesión al régimen cubano --incluso fue su decisión que sus cenizas fueran esparcidas en la isla--, en la época en que concedió la entrevista ya era clara su filiación política “¿La danza te ha dado una ideología? No La danza es una forma de expresión mía Yo nací en el 36 Imagínate que en esa época los chicos que tenían 15 años no pensaban quién era el gobierno, les interesaba jugar Hoy tienen 53 años En España la conciencia de la juventud ha surgido milagrosamente ¿Cómo ser materialista sin estudiar a Marx? ¿Cómo estudiar religión sin saber de Cristo? En el fondo la fórmula es la de la Revolución de Mayo: ‘Prohibido prohibir’ El mundo no se desbarata, es falso, lo que se desbarata es el imperialismo falso” La comercialización “Durante mucho tiempo los bailarines de flamenco han sido servilistas Nosotros buscamos que el flamenco exprese lo más importante del pueblo, lo más puro Hay que ser honestos “Hay que dar el ejemplo, eso es la honestidad Yo la tuve con Pilar López Técnicamente no tengo nada que aprender Busco dar algo Como bailarín sé que tengo un límite Aspiro luego a continuar como director, como investigador Siento mucho el flamenco, lo siento al bailarlo, no sé qué es, no sé qué siento Lo que más me gustaría sería que el público me aplaudiera al final del espectáculo Cuando entras a ver una catedral no gritas, no dices ‘mira qué bonito rincón’ Te quedas callado, admirado Eso es el flamenco para mí: una dignidad, una ética” Invitado a presentarse en el Auditorio Nacional, Gades, con la más absoluta modestia, le señaló a Armando Ponce que él no le había aportado nada al flamenco: “Nada absolutamente, le he quitado una serie de estados gratuitos, aspiro a dejarlo en su esencia; no sé si lo consigo, pero lo hago de buena fe Le tengo mucho respeto Creo que es más serio de lo que la gente supone Es válido en cualquier momento, nadie lo puede destruir Es lo que se asemeja más dentro de las artes folklóricas que hay en España, en danza, al hombre español; es la tragedia, es la tierra, es el hambre, la angustia, es el amor, la pasión, el erotismo Estamos acostumbrados a ver el flamenco extrovertido; a mí me interesa el otro, el introvertido, que es el verdaderamente espectacular”

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