Operación "Cuerno de Chivo"

jueves, 25 de noviembre de 2004 · 01:00
México, D F, 24 de noviembre (apro)- Antes eran los caciques del PRI quienes en tiempos de elecciones sacaban a relucir sus armas para intimidar a los votantes y conseguir los triunfos de sus candidatos Hoy la modernidad tiene nuevos actores: sicarios a sueldo del narcotráfico hacen ganar a los candidatos priistas a punta de armas de alto poder, con lo que inauguraron una nueva época y un nuevo método que ya comienza a conocerse como “Operación Cuerno de Chivo” Tamaulipas es la cuna de esta nueva expresión de la narcopolítica, como bien lo registran los reporteros de Proceso, Alejandro Gutiérrez y Gabriela Hernández, en su reportaje sobre el desarrollo de las elecciones en ese estado, realizadas el pasado 14 de noviembre (Proceso 1464) Ese estado que se ha caracterizado desde mediados del siglo XX como una de las principales rutas del trafico –primero de licor y tabaco, después de mariguana y cocaína--, ahora es también la primera donde se manifiesta una práctica política electoral que expresa nítidamente hasta donde el narcotráfico está involucrado con los grupos de poder político que hay en el país La aparición de la “Operación Cuerno de Chivo” que se sumó a las clásicas artimañas electorales como el “ratón loco”, “operación tamal”, “carrusel”, etcétera, tiene que ser una llamada de atención a la opinión pública en general, pero, sobre todo, a la clase política y a las autoridades electorales, porque se trata de la prueba más clara de los niveles de incidencia que ha alcanzado los carteles de la droga en los partidos y con algunos candidatos a puestos de elección popular La participación de pistoleros a sueldo del cartel del Golfo en las elecciones municipales de Tamaulipas debe encender los focos rojos del gobierno federal, porque es una muestra de lo que podría acontecer en otros estados para la elección presidencial del 2006 Es vergonzante para un partido político que se permita que uno de sus candidatos o candidatas, como fue el caso de la priista Delia Garza Gutiérrez, en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, sea apoyada por grupos de pistoleros pagados por el narcotráfico que intimidaron a los votantes, a plena luz del día de las elecciones La llegada de alguno de estos candidatos a presidencias municipales, a puestos de elección popular, apoyados por el narcotráfico no tiene más significado que es el mismo narcotráfico quien gobernará a través de una de sus extensiones políticas Desde la época de Salinas comenzaron a presentarse denuncias de que algunos gobernadores estaban involucrados en el narcotráfico, tales fueron los casos de Américo Villarreal, en Tamaulipas; Manlio Fabio Beltrones, en Sonora; Patricio Chirinos, en Veracruz; y Mario Villanueva, en Quintana Roo Pero ahora tenemos casos más recientes de presuntas vinculaciones con grupos de traficantes como el panista Sergio Estrada Cajigal, en Morelos, y Tomás Yarrington, en Tamaulipas Sin embargo, en ninguna de las campañas electorales como esta última de Tamaulipas, se había registrado y documentado la intervención directa del narcotráfico el día de las votaciones No deja de asombrar que hasta hoy no se hayan escuchado voces de alerta de las implicaciones que puede traer para el país el avance político del narcotráfico y que la atención de algunos medios informativos se dé, por ejemplo, en la información de la presencia de “chamanes” y “espiritistas” en el equipo de Marta Sahagún El riesgo del involucramiento directo del narcotráfico en campañas tiene que ser el tema de mayor preocupación de los partidos políticos y de las autoridades electorales Preocupa, en este sentido, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación haya resuelto en favor y sin ninguna discusión el triunfo de Jorge Hank Rohn en el municipio de Tijuana, cuando este personaje ha sido mencionado en algunas publicaciones como posible socio de algunos grupos dedicados al narcotráfico en esa ciudad fronteriza Si las autoridades electorales dejan pasar casos como los comicios de Tamaulipas, donde está documentada la participación de narcotráfico en algunos municipios, el mensaje será muy claro para estos grupos ávidos de alcanzar el poder político Tendrán las puertas abiertas para convertirse en gobierno Y para los partidos, en este caso para el PRI, el cuestionamiento es si están dispuestos a ser apoyados por el narcotráfico para alcanzar el poder presidencial que perdieron en el 2000

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