Luis H. Álvarez, salvador del PAN

viernes, 26 de noviembre de 2004 · 01:00
México, D F, 25 de noviembre (apro)- La severa crisis que padece el Partido Acción Nacional (PAN), sorda todavía y que estallará con la disputa por suceder en la presidencia a Luis Felipe Bravo Mena, trata de ser paliada por sus grupos intestinos con una maniobra muy al estilo priista: una candidatura de “unidad” Una vez que Vicente Fox convenció al personaje más viable para concitar unidad, el exgobernador de Jalisco y secretario del Medio Ambiente, Alberto Cárdenas Jiménez, ahora se trata de convencer a Luis H Álvarez, comisionado para la paz en Chiapas, a que se postule como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista La idea es que alguien con la estatura “moral” de Álvarez, quien presidió ese partido en la etapa en que se pactó con Carlos Salinas, podrá conjurar un enfrentamiento abierto y descarnado entre dos de las más importantes fuerzas que existen en el PAN: la representada por Germán Martínez, identificado con los “doctrinarios”, y la de Manuel Espino, de la extrema derecha Será en la siguientes semanas, todo diciembre, cuando podrá definirse si Álvarez deja de cobrar en el gobierno federal y decide retomar el mayor cargo en el PAN, que presidió durante dos periodos en plena alianza con el salinismo y que implicó la conquista de la gibernatura de Baja California, en 1989, y la transa de Guanajuato, con Carlos Medina Plascencia Pero hay un problema: Álvarez tiene 85 años, edad que sería contraproducente ante el fragor de la contienda hacia el 2006 Ese no es problema, dicen quienes apuestan a que sea el sucesor de Bravo Mena, porque la edad se contrarrestaría con la integración de un CEN con operadores para todo Él sería una figura simbólica con la autoridad que le da ser una de los personajes con más trayectoria en el PAN, capaz de conciliar entre los grupos que ya configuran “tribus”, como en el PRD Postulado Álvarez, tanto Germán Martínez como Manuel Espino, figuras de estatura mediana, le abrirían paso Lo mismo ocurriría con Alejandro Zapata Pergordo, el candidato de Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano Gracia, desencantados por lo que ocurre con su partido “Don Luis”, como le llaman con reverencia panistas y no panistas, tiene la autoridad que le da su militancia desde 1951 en el PAN, haber sido candidato al Gobierno de Chihuahua, en 1956, y presidencial, dos años después De la participación testimonial, fue tránsito para los triunfos, hasta la conquista de la Presidencia de la República Otro problema, además de la edad, es que Luis Héctor Álvarez quiera Y en esa tarea se han empeñado muchos consejeros a los que se les ponen los pelos de punta pensar que, en un caso extremo, puedan ser dirigidos por un expriista como el senador tabasqueño Juan José Rodríguez Prats, alentado por Fernández de Cevallos como parte de una estrategia para impedir que Espino u otro candidato de la Organización Nacional del Yunque pueda dar el zarpazo para mantener el control de la presidencia del PAN Hasta ahora, además de Espino, Martínez y Rodríguez Prats, nadie ha manifestado públicamente su propósito de suceder a Bravo Mena, y sólo si no se concilia una candidatura de “unidad” se inscribirá Zapata Perogordo Francisco Barrio, un hombre llamado fracaso, y Cárdenas están de plano descartados Lo mismo que Gerardo de los Cobos, a quien Fox le impidió inscribirse y ahora de la depresión pasa a la furia, y Ana Teresa Aranda, quien prefiere la comodidad del DIF De manera que, en caso de que Álvarez no acepte, la crisis se tornará en choque interno entre los candidatos y Espino, personaje controvertido, sería el candidato a vencer Eso lo tiene muy claro él y sus adversarios, que planean una estrategia para impedir que se convierta en presidente del PAN Llegado el momento, y en función de que se prevé que quede en primer lugar entre los consejeros nacionales, quien quede en segundo lugar sería apoyado por los otros candidatos en una segunda vuelta Por eso la urgencia de convencer a Álvarez, que para muchos panistas es la última posibilidad de impedir que el PAN termine de ser arrebatado completamente por la extrema derecha, que ninguna identidad tiene con el ideario de los fundadores que encabezó Manuel Gómez Morín Comentarios: delgado@procesocommx

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