Freud vive su propia "Histeria"

lunes, 29 de noviembre de 2004 · 01:00
México, D F, 29 de noviembre (apro)- La directora, otrora actriz, Aurora Cano, presenta su primera puesta en escena: “Histeria”, del autor Terry Johnson, que se presenta en el Teatro Helénico, con Héctor Bonilla a la cabeza del reparto, y María Renée Prudencio La obra nos traslada a conocer cómo vivió Sigmund Freud, los últimos días de su vida, cuando se encontraba gravemente enfermo de cáncer de mandíbula y para calmar el dolor se trataba con morfina, misma que le producía alucinaciones En una noche fría y lluviosa, entre sus crisis físicas y sus delirios, llega a su puerta, al parecer, una expaciente que amenaza con suicidarse si no le abre la puerta, a lo que Freud, llevado por Héctor Bonilla, accede Al encontrarse dentro, Jessica, interpretada por María Renée Prudencio --en ella recae la tensión dramática y la mantiene siempre muy bien--, insiste en ser atendida terapéuticamente por el doctor, en este punto se desencadenan una serie de hechos que resultan verdaderamente cómicos, que, posiblemente sean parte del inconsciente del mismo Freud El personaje de Salvador Dalí, escenificado por Darío T Pie, presenta al famoso pintor español de contrapunte, ya que solamente es requerido para darle a la puesta el sentido cómico Así como Abraham Yahuda, de la mano de Emilio Guerrero, comparten también estás vivencias oníricas con Freud, su amigo Sin embargo como lo diría la crítica de teatro Estela Leñero: “El primero es presentado con excesivo amaneramiento, que sin negar su presencia escénica vuelve a Dalí una caricatura, y Emilio Guerrero interpreta a un Abraham Yahuda a la mexicana, su doctor de cabecera que le sugiere que no publique un manifiesto que pone en duda que Moisés era judío” Aunque el personaje de la hija del doctor, Anna Freud (Jessica Gocha), tiene pocas apariciones en escena, resuelve muy bien su papel de la hija siempre pendiente de su anciano padre La escenografía que es inevitable que no sea el consultorio de Freud, el diván que no puede faltar, es bastante ad hoc para jugar con las entradas y salidas, tropezones de los personajes Aunque el texto de Terry Johnson, también director teatral y guionista, mejor reconocido por su famosa adaptación de la obra “El graduado”; también lleva en este libreto una excelente irreverencia hacía el primer teórico de la famosa “histeria” y padre del psicoanálisis La directora pudo resolver bien la dirección con Héctor Bonilla y María Renée Prudencio, pero no con los otros personajes El texto se presta para un tratamiento más completo, es decir, aterrizar todos los elementos con los que cuenta para no quedar en la simpleza de la risa Esto mismo se reflejaba en el público, el cual llenó por lo menos la mitad del recinto, con aproximadamente 80 personas, quienes ante el más mínimo detalle simplista soltaban la risa, más que los acontecimientos patéticos que pueden generar una verdadera catarsis

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