Semillero de asesinos

domingo, 12 de diciembre de 2004 · 01:00
El repudio colectivo contra la Escuela de las Américas, centro de entrenamiento para militares represores y torturadores ubicado en Fort Benning, toma forma de un movimiento en Estados Unidos que exige el cierre definitivo de esa "industria de asesinos" Ante la presión de organismos internacionales de derechos humanos, esa siniestra institución decidió cambiar su nombre por el de Instituto Hemisférico para la Cooperación en Seguridad, con el cínico lema de "Libertad, paz y fraternidad" COLUMBUS, GEORGIA- Paradigma internacional del entrenamiento militar que prevé incluso la tortura y desaparición de "subversivos", la Escuela de las Américas imparte ahora "enseñanza" en técnicas de contrainsurgencia a efectivos estadunidenses destinados a Irak o Afganistán y a sus clientes más fieles desde hace 58 años: soldados de los ejércitos latinoamericanos Este entrenamiento se enseña con base en 11 manuales, los cuales ya han sido desclasificados públicamente, que han ayudado a miles de militares a violar los derechos humanos de decenas de miles de personas en todo el mundo: desde las matanzas ejecutadas en Argentina, Chile, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Honduras y México, hasta los tormentos perpetrados contra prisioneros iraquíes en la cárcel Abu Grahib y en las mazmorras de la base militar estadunidense de Guantánamo Una parte importante de los 61 mil militares de 23 países egresados de la Escuela de las Américas ha sido identificada como responsable de matanzas como las referidas, así como de ejecuciones extrajudiciales, secuestros, colaboración con el narcotráfico y participación en escuadrones de la muerte Dictadores y represores han salido de sus aulas: los argentinos Jorge Videla, Leopoldo Galtieri y Roberto Viola, el boliviano Hugo Bánzer, el guatemalteco Efraín Ríos Montt, el ecuatoriano Guillermo Rodríguez, el mexicano Mario Arturo Acosta Chaparro, el hondureño Juan Melgar Castro, el salvadoreño Roberto D'Aubuisson, los peruanos Juan Velasco Alvarado y Vladimirio Montesinos, el panameño Manuel Noriega, el chileno Álvaro Corbalán y el nicaragüense Anastasio Somoza De esta escuela, ubicada en Fort Benning, también salieron 45 mil soldados que fueron enviados a la guerra de Vietnam El plantel se encuentra en plena expansión Y es que, a raíz de las invasiones a Irak y Afganistán, la escuela envía regularmente soldados a estos dos países Su población de entrenamiento se elevará el año próximo a 80 mil militares; 10 mil más que en el presente año, y recibirá mil millones 500 mil dólares de presupuesto para proyectos de construcción El Pentágono pretende borrar la estela de atrocidades que han dejado parte de sus alumnos cambiando el nombre del plantel: desde hace cuatro años, se llama Western Hemisphere Institute For Security Cooperation (Instituto Hemisférico para la Cooperación en Seguridad), y lo guía el lema en español de "Libertad, paz y fraternidad" En su programa académico incluye un curso de "derechos humanos y democracia" "El lema reconoce la liberación de la opresión, en tanto que busca las libertades fundamentales y los derechos naturales enumerados en las constituciones de todas las naciones democráticas", explica la institución en su página Web Pero, en los hechos, la escuela es símbolo de la impunidad, según han denunciado asociaciones no gubernamentales que desde hace 20 años organizan anualmente una protesta nacional para exigir el cierre definitivo del plantel Este año, más 16 mil personas se concentraron ante sus puertas en una vigilia para recordar los nombres de miles de víctimas de la llamada "escuela de los asesinos" "Es un encubrimiento, un cambio de nombre La nueva escuela sigue tratándose de hombres con armas, y no nos alejaremos de ella hasta que sea cerrada Los militares no vienen por los cursos de derechos humanos Vienen a aprender combate, contrainsurgencia e inteligencia militar Si queremos enseñarle a los militares latinoamericanos democracia, entonces enviémoslos a las universidades sin armas", afirma el sacerdote católico Roy Bourgeois, fundador de la asociación SOA Watch (School of Americas Watch) Bourgeois es entrevistado por la corresponsal en un acto dominical iniciado a las siete de la mañana en el que una larga procesión de manifestantes porta ataúdes y cruces blancas con los nombres de las víctimas de quienes fueron entrenados en la Escuela de las Américas En esta ocasión, además de conmemorarse y condenarse las matanzas en América Latina cometidas por ejércitos y grupos paramilitares entrenados ahí, entre las que se mencionó la de Acteal, en Chiapas, también se hizo alusión a las torturas que los militares estadunidenses cometen en las prisiones de Abu Ghraib y Guantánamo, así como el "genocidio" contra el pueblo de Palestina perpetrado por el ejército israelí En el citado acto dominical se dio lectura a cada uno de los nombres de las víctimas Con la palabra "presente" en español, los manifestantes iban contestando a coro El ritual se prolongó durante todo el día; la lista de muertos era interminable "Industria de asesinos" Los graduados de la Escuela de las Américas están citados en decenas de informes de derechos humanos En uno de éstos, se menciona a los asesinos del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero y a algunos de quienes mataron a seis jesuitas encabezados por Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana de San Salvador El informe de la comisión de la verdad de la Organización de las Naciones Unidas referente a El Salvador cita a más de 60 oficiales salvadoreños implicados en varias atrocidades cometidas durante la guerra: dos de los tres militares citados en relación con el asesinato del arzobispo Arnulfo Romero eran egresados de esta escuela, al igual que tres de los cinco que mataron a un grupo de religiosas estadunidenses en ese país; tres de los que asesinaron a varios líderes sindicalistas; 10 de los 12 que perpetraron la matanza de El Mozote, en la que fue asesinada toda la población, incluidos niños y mujeres, y 19 de los 26 citados por la matanza de los sacerdotes jesuitas "Les da tanta vergüenza de lo que han hecho en esta escuela, que han cubierto el nombre Ellos siguen manteniendo los mismos maestros, los mismos manuales de tortura, y ahora resulta que no quieren hablar sobre el pasado Han entrenado a los peores torturadores que luego nos han torturado, y ahora nos dicen: 'olvido y perdón' De ninguna manera: justicia, queremos justicia, queremos el cierre definitivo", comenta Carlos Mauricio, salvadoreño sobreviviente de tortura y demandante civil contra dos generales acusados de crímenes contra la humanidad a quienes un tribunal estadunidense encontró culpables y condenó a pagarle a él y a otras dos víctimas 26 millones de dólares Mauricio, quien acompaña al padre Burgeois en la procesión, comenta que el cambio de nombre de la escuela es sólo "maquillaje y relaciones públicas" El año pasado creó una organización para ayudar a las víctimas de torturas "Cuando yo pude hablar, hace cinco años, de lo que me hicieron en El Salvador, me di cuenta de que cada paso de suplicio que sufrimos los torturados salvadoreños, argentinos, chilenos, uruguayos, guatemaltecos, hondureños o mexicanos, es exactamente lo mismo que les están haciendo ahora a los presos de Abu Ghraib y Guantánamo A mí no me dejaban dormir: me tuvieron parado todo el tiempo, me vendaron los ojos, no me daban agua ni comida, no me dejaban sentarme; luego fui brutalmente golpeado Un día que vino la Cruz Roja, me escondieron A esto le llamo tortura por medio de un manual y una enseñanza; es lo mismo que los soldados estadunidenses están haciendo en Irak" Lo anterior es reafirmado por el veterano de Irak Michael Hoffman, quien después de llegar de Bagdad decidió unirse a la asociación Veteranos de Irak contra la Guerra, que aglutina a más de 100 soldados "La guerra de Irak es un error Nunca debimos haber ido; las razones que nos dieron son falsas Lo de Abu Ghraib fue horrible, y no creo que todos los implicados sean juzgados Es parte del entrenamiento de la Escuela de las Américas y de los manuales de la CIA para torturar Los soldados no saben por qué lo tienen que hacer, pero reciben órdenes para hacerlo" Uno de los manuales data de 1983 y fue utilizado en Honduras, en donde se le bautizó como el instructivo del "estrés mental", que incluye humillar sexualmente a los presos, fotografiarlos, aterrorizarlos, amenazarlos, desnudarlos, encapucharlos, mantenerlos incomunicados y privados de sueño, comida y agua; técnicas que se pudieron observar en las fotos de Abu Ghraib Y es que la "industria de asesinos" sigue entrenando con métodos utilizados bajo un mismo patrón repetido en los países latinoamericanos, dice Adrián Boutureira, portavoz de SOA Watch: "Existe una relación directa con los militares estadunidenses, soldados entrenados por estadunidenses, contratistas independientes y agentes de inteligencia de todo el mundo entrenados en una institución que tiene una historia muy grande de tortura y violaciones a los derechos humanos Cerrar la Escuela de las Américas es una prioridad, porque la impunidad es un peligro permanente" Señala que una reciente investigación de distintas organizaciones académicas y de derechos humanos revela cómo la actual escuela ha emprendido reformas "cosméticas" Dicho análisis fue presentado ante el Congreso en la Resolución 1258 (HR 1258) para pedir el cese de actividades de la institución "El hecho de que el ejército de Estados Unidos no trató seriamente el historial de la Escuela de las Américas, siendo el aspecto más intensamente escudriñado del adiestramiento de Estados Unidos en América Latina, pone en duda la calidad y el enfoque de una vasta gama de otros programas de entrenamiento", dice por su parte el estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison Boutureira sostiene que "la escuela fomenta una conscientización militarista en la cual se está entrenando a fuerzas militares soberanas en el corazón de un país que tiene un historial de intervencionismo Se sigue entrenando a los soldados en contrainsurgencia, algo que ha sido utilizado de manera sistemática en contra de los pueblos latinoamericanos" Los egresados del ahora Instituto Hemisférico para la Cooperación en Seguridad siguen cometiendo crímenes en los países latinoamericanos, como en Colombia, en donde tres oficiales de policía que tomaron un curso en Fort Benning son investigados por corrupción y narcotráfico, al igual que el capitán Luis Benavides Guancha, acusado por esos mismos delitos y quien se graduó del "Curso de especialización para capitanes" de la institución En la "galería de la fama de la Escuela de las Américas" se encuentra el general Hernán José Guzmán Rodríguez, que asistió al escuadrón de la muerte del grupo paramilitar colombiano MAS, responsable del asesinato de 149 personas en diferentes poblaciones, y quien dirigió a los soldados que detuvieron, torturaron, violaron y asesinaron a Yolanda Acevedo Carvajal Los egresados de esta escuela están implicados en la guerra sucia que el ejército colombiano y los paramilitares mantienen, con el apoyo de Estados Unidos, en contra de la guerrilla, con un resultado de más de 1 millón de muertos El mismo Departamento de Estado cita a dos hombres adiestrados en la escuela como los asesinos del comisario de paz Alex Lopera Human Rights Watch reveló que siete hombres también egresados de la institución capitanean a grupos paramilitares en Colombia, los cuales secuestran, "desaparecen" y cometen matanzas En Guatemala, en donde se han registrado crímenes de lesa humanidad con un resultado de 250 mil muertos, los militares estaban dirigidos por el general Héctor Gramajo, egresado de la escuela El coronel Byron Lima Estrada, asesino del obispo Juan Gerardo, ejecutado en 1998 tras redactar un informe sobre las atrocidades cometidas por los militares guatemaltecos, es también egresado de Fort Benning Jennifer Harbury, abogada especializada en derechos humanos, escritora y viuda de una víctima guatemalteca de la Escuela de las Américas, realiza una investigación sobre la CIA "El cambio de nombre no significa nada En esa escuela enseñan la tortura y el reclutamiento de gente para la CIA; es un patrón visto en América Latina y ahora en Irak Son idénticos métodos No sólo queremos que se cierre, sino que se juzgue a los profesores y directores para que vayan a la cárcel porque han cometido crímenes de guerra"

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