PRI: El regreso de Elba Esther

viernes, 24 de diciembre de 2004 · 01:00
México, D F, 23 de diciembre (apro)- Ausente públicamente de la política doméstica durante meses, debido a una enfermedad renal que la ha tenido en reposo en Estados Unidos, Elba Esther Gordillo regresa a México para emprender las acciones que mejores ganancias le dejen Poderosa no por la numerosa nómina de profesores que tiene cautivos en el sindicato que jefatura, sino por los abundantes recursos de las cuotas, Gordillo regresa a las batallas políticas que la hacen vivir, entre ellas la de cobrar su ignominiosa defenestración de su exaliado, Roberto Madrazo Caminos tiene muchos y uno de ellos es no necesariamente la ruptura con su partido, el PRI, sino al contrario: ser factor de decisión en el proceso para designar al candidato a la Presidencia de la República, aun siendo el propio Madrazo Otro es la ruptura abierta con el partido que le ha dado todo lo que ha sido y es y, uno más, implica jugar en dos aguas: hacer que sigua en el PRI y apoyar, subrepticiamente, a un candidato opositor, hasta al propio Andrés Manuel López Obrador El camino menos contemplado es apoyar la candidatura de Jorge Castañeda, su "amigo" que, está visto, no deja ganancias políticas Técnicamente, conforme a los Estatutos del PRI, Gordillo se convertiría en presidenta de ese partido en caso de que Madrazo se separe del cargo para alcanzar, oficialmente, la nominación a la Presidencia de la República Políticamente, conforme a la correlación de fuerzas en ese partido, Gordillo no será jamás presidenta de un Comité Ejecutivo Nacional integrado mayoritariamente por madracistas que la detestan y que, desde ahora, articulan una estrategia para renovar la dirigencia completa La razón política es elemental: Madrazo jamás podrá permitir que Gordillo sea la responsable partidista de una campaña presidencial, sino alguien de su entera confianza y plenamente identificado con los usos y costumbres de hacer política electoral, es decir, las trampas Y no porque Gordillo sea una política escrupulosa en su accionar político, que ha acreditado en tres lustros de cacicazgo en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cargo que le regaló Carlos Salinas, sino porque Madrazo requiere a alguien como José Murat, justamente el promotor de la expulsión de la profesora Gordillo dará su apoyo, en enero, al grupo "Unidad Democrática" que integran gobernadores, exgobernadores y el senador Enrique Jackson, con el fin justamente de involucrarse en el proceso de designación del candidato, y llegado el momento definirse a favor de este último, quizá el de mayor conocimiento público y el de más fino oficio político Pero si naufraga esta posibilidad, algo que no es remoto, entonces podría maniobrar, desde dentro del PRI, para evitar que Madrazo consiga la Presidencia de la República Ya lo hizo con Vicente Fox, aunque de común acuerdo con Madrazo, lo que les redituó a ambos conquistar, en alianza, la presidencia y la secretaría general del PRI Madrazo, fiel a su costumbre, no acató pactos y exhibió a Gordillo como aliada del foxismo, cuando lo más rentable políticamente era poner distancia del gobierno, así riñera públicamente con los gerentes del empresariado nacional, y tomar por completo el control del PRI A Gordillo le quedaría aliarse con quien puede cerrarle el paso a Madrazo, alguien que no es Santiago Creel, sino el perredista Andrés Manuel López Obrador Con el pragmatismo, instalado en México, todo es posible Por eso, el retorno de la profesora --que efectivamente no es maestra-- es un asunto de interés público De por medio, una vez más, está México Comentarios: delgado@procesocommx

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