"Esto no va a parar..."

domingo, 15 de febrero de 2004 · 01:00
Los exbraceros mexicanos no sólo luchan en México para que les paguen el fondo de ahorro que se formó cuando trabajaron en Estados Unidos En ese país hay una demanda contra el gobierno estadunidense por el mismo motivo Representantes de diversas agrupaciones tienen depositada su confianza en ella, pues no creen en la justicia mexicana ni en las promesas del presidente Vicente Fox SAN FRANCISCO, CAL- La demanda de los exbraceros mexicanos contra el gobierno estadunidense interpuesta en la Corte Federal de esta ciudad se ha convertido en un gran "negocio" para los bufetes de abogados de Estados Unidos En total, son tres los bufetes implicados en la multimillonaria reclamación admitida hace siete meses por el juez Charles Breyer del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco, el mismo magistrado que en agosto de 2002 desestimó la demanda contra el gobierno mexicano y los tres bancos acusados del fraude contra los braceros (Banco de México, Banrural y del Ahorro Nacional), al mismo tiempo que autorizaba a los demandantes a continuar su reclamación contra el gobierno estadunidense En su sentencia, el juez Breyer señalaba que no tenía duda de que muchos de los braceros jamás recibieron los ahorros a los cuales tenían derecho, por lo que "la corte simpatiza con su situación" En 1942, Estados Unidos sufría una escasez de mano de obra debido a su participación en la Segunda Guerra Mundial El 4 de agosto de ese año, los presidentes Franklin Delano Roosevelt, de Estados Unidos, y Manuel Ávila Camacho, de México, firmaron el convenio del Programa Bracero, bajo una serie de requerimientos y garantías para los trabajadores, a quienes se acordó pagar 60 centavos de dólar la hora El convenio señalaba que se les descontaría 10% para formar un fondo de ahorro que les sería entregado cuando regresaran a México Según diversos documentos, el dinero sí se envió a México, pero nunca se entregó a los trabajadores En Estados Unidos, el gobierno mexicano contrató dos bufetes de abogados (Heller Ehrman White McAuliffe, y Cleary Gottlieb Oteen y Hamilton) para defenderse en la Corte de San Francisco, pero no ha emprendido acción alguna para proteger los derechos de los braceros La corte aceptó que los demandantes continuaran el procedimiento contra el gobierno estadunidense, pues "como fiador violó sus deberes fiduciarios de salvaguardar los ahorros de los braceros El caso continuará, pues, contra el gobierno de Estados Unidos", según establece en un resumen del caso el bufete encabezado por el abogado Bill Lann Lee, de Lieff Cabraser, Heimann y Bernstein LLP Otro de los bufetes que ha intervenido en el proceso es Hugs y Sokol de Chicago, así como otro de Fresno El bufete de Bill Lann Lee en su página de Internet señala: "El gobierno mexicano ha emprendido un programa por el cual los braceros pueden registrarse para que reciban la retribución en caso de que la ley sea aprobada Para registrarse, hay que ir en persona a las oficinas gubernamentales que están en las capitales de cada estado mexicano y llenar el formulario allí No se puede hacer por correo Registrarse es gratuito Sabemos que circulan rumores de que un acuerdo se ha alcanzado y dinero se está distribuyendo No hay ningún acuerdo y no sabemos si or (sic) cuando habrá uno Tampoco hay horario fijo para las próximas audiencias" Esto ha generado la desconfianza de algunos braceros: "Hay mucho dinero en juego y no quieren que sepamos nada A mí nada más una gringa, que vino a mi casa con una intérprete para llevarse todos mis papeles, me dijo que si ganaban el juicio sólo me darían mil dólares, una cantidad ridícula por toda la vida Pero qué le vamos a hacer si en México el presidente Vicente Fox no nos quiere ayudar", dice Senorino Ramírez Cruz, que encabeza la demanda junto con Leocadio de la Rosa, Liborio Santiago Pérez, Felipe Nava, Ignacio Macías y Rafael Nava A Senorino, "los abogados gringos", como él les dice, le hicieron firmar un documento en inglés que, piensa, era la demanda: "Nunca más volvieron, ni me han llamado ni sé nada de ellos; así es como lo engañan a uno; se aprovechan de que uno ignora muchas cosas" Con 82 años, Senorino se sabe de memoria su número de contrato laboral en Estados Unidos: 120328 "Ese número se me grabó y nunca más se me borró; llegue aquí con 20 años", dice al narrar las condiciones infrahumanas en las que trabajó cuatro años: de 1944 a 1947, en California, primero en el condado de Chico, en una empresa con huertas y una empacadora de fruta, y luego en Colusa, con un empresario que cultivaba almendra Considera que es el gobierno de Estados Unidos el primer responsable del fraude que cometieron contra ellos, porque fue aquí donde les descontaron el 10% de sus salarios Dice que solamente en una ocasión, hace dos años, acudió a una audiencia en la Corte de San Francisco: "Había 12 abogados que hablaron con el juez, nomás que esos no son los abogados con los que yo hablé Con los que yo hablé me dijeron que después hablarían con otros abogados más grandes, para que hablaran con el juez Así está el asunto Ellos me dijeron que el gobierno de Estados Unidos sólo tiene que aclarar dónde está el dinero, pero me aseguraron que el dinero está en México" Las divisiones A diferencia del Braceroproa, cuyo líder Ventura Rodríguez apoya la demanda de los abogados estadunidenses, la Unión de Braceros Mexicanos se manifiesta abiertamente en contra Sergio Moreno, dirigente de esa organización, dice que algunos abogados estadunidenses han cometido abusos contra los braceros, como en el caso de Senorino Ramírez: "Estamos contra la demanda de los bufetes estadunidenses, porque esos abogados lo que quieren es entrarle a la colmena, estamos hablando de mil millones de dólares" Explica que los seis bufetes de abogados se quedarían con 33% de lo obtenido en los tribunales: "Se quedarían con un dineral en caso de ganar, que es seguramente lo que va a pasar" Durante 50 años, el tema de los braceros también ha atraído la atención de algunos líderes que han defraudado a las familias, robándoles la documentación o el dinero Lo último, señala Moreno, es la atención de los diputados de origen hispano que han prometido una solución, sin resultados Por ejemplo, el diputado Luis Gutiérrez, del cuarto distrito electoral de Chicago, entregó una propuesta de ley presentada al Congreso federal para que se investiguen los archivos del banco Wells Fargo, que fue el que descontó 10% a los braceros y que se niega a dar información: "Lo malo es que esa propuesta está congelada y los diputados de la minoría hispana, que ahora ya es la mayoría, nos ven como un filón electoral" En Estados Unidos, los braceros también han ejercido la desobediencia civil: "Hemos invadido algunas oficinas de los congresistas federales para que nos atiendan El congresista Gutiérrez estuvo trabajando esta propuesta en el Congreso por debajo del agua y cuando nos dimos cuenta tuvimos que esperar un año para que nos atendiera en el momento de invadirle sus oficinas" Moreno advirtió que la lucha continúa y que seguirán con la estrategia de las invasiones: "Podemos empezar a tomar los consulados de México en Estados Unidos; hacer movilizaciones campesinas en México y bloquear autopistas Debe darse una solución, son sus últimos años, los braceros se están muriendo" Según los archivos de la Unión, entre 1942 y 1964 llegaron a Estados Unidos 4 millones 600 mil braceros, de acuerdo con los contratos individuales que firmaron Estarían vivos unos 50 mil en ambos países Moreno informa que en la unión existen formatos en los cuales "los trabajadores ponen sus datos generales, los años en que llegaron, los ranchos donde estuvieron trabajando y qué tipo de trabajo realizaron Aparte, la mayoría conserva sus micas de aquellos tiempos, aunque muchos de ellos la entregaron cuando se regularizaron con la amnistía de 1986, pero hasta 1974 podían hacerse ciudadanos de este país; otros tienen testimonios, cartas de agradecimiento de los rancheros con los que trabajaron y muchos tienen sus cartillas de México firmadas por organizaciones campesinas" Afirma que la mayor parte del dinero retenido a los trabajadores se quedó en Estados Unidos: "Este país tiene una gran responsabilidad Es a donde vinieron los braceros a trabajar, aquí dejaron su juventud, su sudor y todo su esfuerzo Tiene más responsabilidad que México, aunque hay pruebas de que el gobierno mexicano recibió 156 millones de dólares en 1946, ésa es la única prueba que hay No tenemos más porque no hay acceso a los archivos clasificados de Estados Unidos" En México, nada La demanda interpuesta en la Corte del Circuito Federal de San Francisco acusa a los gobiernos de México y Estados Unidos y a los bancos de retardar el pago a los exbraceros y señala los principales errores cometidos por ambos países: no establecer mecanismos claros de entrega, no llevar un registro preciso de los braceros, no asegurar la entrega del fondo y no proporcionar información para el cobro Sin embargo, esas responsabilidades ya sólo se pueden seguir en contra del gobierno estadunidense, después de la decisión del juez Breyer Uno de los problemas es que no existe suficiente documentación para establecer, antes que nada, el número exacto de trabajadores; el tiempo trabajado y el monto del dinero descontado Se calcula en 400 mil el número de trabajadores contratados entre 1942 y 1949, y los fondos acumulados en unos 60 millones de dólares, dinero que habría quedado en cuentas bancarias que producirían intereses; la cantidad podría alcanzar los mil millones de dólares En el acuerdo firmado entre México y Estados Unidos, el gobierno mexicano se compromete, a través del Banco del Crédito Agrícola, a "cuidar la seguridad de los ahorros de los trabajadores" y a que ese banco "asuma la responsabilidad por el depósito, por su seguridad y por su aplicación, o en ausencia de éste, por su devolución" En septiembre de 2002, el gobernador de California, Gray Davis, promulgó la Ley AB2913 o "Ley Bracero", que amplía el estatuto de limitación legal al 31 de diciembre de 2005 y dará a los exbraceros más tiempo para presentar sus demandas El michoacano Luis Magaña, de la Organización de Trabajadores Agricultores de California, dice que la única esperanza que tienen es llegar a una solución en los tribunales estadunidenses: "No hay mucha credibilidad en la justicia mexicana, y cuando muchos de los braceros ven lo que está pasando allá muestran desconfianza, sobre todo con la actitud del gobierno y de los legisladores" Magaña representa a la nueva generación de los hijos de los braceros Su padre, ahora de 82 años, trabajó en Estados Unidos como bracero y se legalizó en los sesenta para traerse a su familia en los setenta: "Para nosotros el mayor obstáculo que ahora juega a favor del gobierno de México es la muerte; se nos están muriendo los exbraceros; por ejemplo, ya casi no hay gente que trabajó en los cuarenta Mi padre está muy enfermo; cuando todos mueran, pues creen que se acabarán los reclamos" Comenta que quedan los hijos y las viudas, pero nunca es lo mismo: "Estas personas luchan no tanto por el tema económico, sino porque tratan de recuperar una dignidad que les fue arrebatada Quieren que se les restituya su dignidad como seres humanos, luego de sufrir tantas humillaciones y vejaciones trabajando en los campos de Estados Unidos" Miguel Araujo, coordinador del Centro Azteca, se refiere a esas humillaciones: "A muchos de los braceros, al ingresar en territorio estadunidense, los desnudaban y los rociaban con pesticidas para, supuestamente, desinfectarlos Ése es uno de los actos más indignos y deplorables que el gobierno de México permitió Los fumigaban, los bañaban, con un pedazo de plástico les abrían la boca para revisarles la dentadura Ésa es una bajeza enorme Una humillación no a un bracero, sino a toda una nación" Añade: "El gobierno estadunidense es responsable, porque si ellos fueron los que crearon la ley para los mecanismos aplicados en los contratos, tendrían que tener documentación y un censo para ejecutar y cumplir el convenio hasta sus últimas consecuencias" José Sandoval, líder comunitario en San José, California, lleva 10 años apoyando la lucha de los braceros y afirma que en los tribunales de Monterrey, Nuevo León, se sigue una demanda contra el gobierno mexicano: "Mientras el presidente Vicente Fox se siga lavando las manos, las acciones de desobediencia civil en ambos países continuarán El presidente nos tiene defraudados, no nomás a los braceros, sino a todos los trabajadores de México" Y concluye: "Tenemos 60 años esperando y podemos durar hasta 100 más, porque luego siguen nuestros hijos y después nuestros nietos Esto no va a parar hasta que encontremos justicia"

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