Análisis político: Fox y el charrismo, complicidad lastimosa

martes, 24 de febrero de 2004 · 01:00
México, D F, 23 de febrero (apro)- El cinismo de Carlos Romero Deschamps para mostrar --cada vez que tiene oportunidad--, la magnitud de su poder y la desvergüenza con que Vicente Fox deja ver la serie de complicidades que día a día afianza con el charrismo sindical, resultan cada vez más lastimosas para la sociedad Hace exactamente dos años, vimos correr ríos de tinta contra Romero Deschamps por el caso Pemexgate Francisco Barrio, uno de los “operadores” del foxismo que prometió atrapar a los “peces gordos” del viejo sistema político, filtró desde sus oficinas cómo operó el desvió de recursos de Pemex hacia el PRI, a través del Sindicato Nacional Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) Los hombres clave que debían ponerse tras las rejas eran Rogelio Montemayor y Carlos Romero Deschamps El primero huyó y el segundo contaba con fuero constitucional que lo hacía aún más intocable Al concluir su periodo como legislador y con ello su protección, Romero Deschamps no sólo mantuvo su libertad, sino que, además, se dio el lujo de mostrarse en público con el presidente de la República que había impulsado su persecución publicitaria, por llamarlo de alguna manera De acuerdo con el Pemexgate, Romero Deschamps habría autorizado que parte de las cuotas de los trabajadores petroleros y las obligaciones financieras que Pemex tiene hacia sus obreros no llegaran a éstos, sino que se transfirieran a un fondo para financiar la campaña presidencial de Francisco Labastida Por ello, el “dirigente” petrolero fue acusado de peculado Apenas la semana pasada la sociedad se enteró de que el juez que lleva la causa fijó una fianza de 3 millones de pesos para que Romero Deschamps se mantenga en libertad provisional, pero con indignación los mexicanos supieron también que ni siquiera fue necesario que este tradicional personaje de la política mexicana pagara con su dinero la citada fianza, pues el director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos, ya se había dado por satisfecho con el pago de los supuestos 1,500 millones de pesos que se desviaron hacia la campaña presidencial priista Pero el colmo fue que ese dinero no es más que un descuento que Pemex hará de las obligaciones financieras que tiene para con sus trabajadores petroleros Esto es, Romero Deschamps no pagó con su dinero ni siquiera de sus cuotas sindicales, sino con el dinero que el gobierno tiene la obligación de entregar, en especie o en efectivo, a los obreros que día a día arriesgan su vida en las plataformas Esto que ocurrió no puede ser más que una muestra de la complicidad que existe entre Vicente Fox y el charrismo sindical, entre el hombre que dijo velar por la Constitución y uno de los dirigentes sindicales más corruptos que se mantienen vivos La muestra fue la presencia de Fox en la reelección de Leonardo Rodríguez Alcaine como secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y donde el primer secretario sustituto es nada más ni nada menos que Carlos Romero Deschamps, el hombre que procazmente nos escupe su poder y nos da muestra de ello sirviéndole al gobierno federal para mutilar el contrato colectivo de trabajo de los obreros petroleros y atacando de manera sistemática a la disidencia que tanto incomoda a Carlos María Abascal, secretario del Trabajo, y al hombre que vive en Los Pinos y cree que gobierna un país llamado México

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