Le guste o no, quiera o no, el presidente Vicente Fox está obligado a mantener la neutralidad política, aún por encima de sus deberes conyugales, dice --acerca de la eventual candidatura presidencial de la primera dama Marta Sahagún-- el doctor Diego Valadés, en la edición de Proceso que circula a partir de este domingo 29 de febrero El director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM explica que el hecho de que las primeras damas –a nivel federal o estatal—sucedan en el poder a sus cónyuges significaría la transformación del sistema mexicano de un sistema republicano, a un sistema de sucesiones dinásticas y esto, agrega, tiene una significación muy grave para el poder, porque es la ruptura de la neutralidad política a la que está obligado un jefe de Estado Con Valadés coincide el abogado Jacinto Faya Viseca, autor de Teoría Constitucional, quien argumenta que la actuación del presidente de la República en favor de su esposa atenta directamente contra el desarrollo democrático de la nación, pues el contendiente principal ya no es Marta Sahagún, es el presidente de la República, que la está apoyando como si fuera su jefe de campaña y no el representante de la nación A esta postura se opone el perredista Jesús Ortega, secretario de Puntos Constitucionales del Senado, quien destaca que independientemente de su lazo matrimonial, la primera dama del país es una ciudadana que puede ejercer sus derechos políticos, entre ellos el de ser electa para un cargo Pero para el experto del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Miguel Carbonell está muy claro que en México no está permitido utilizar bienes públicos para hacer campañas, por lo que en caso de que Sahagún decidiera lanzarse habría dos posibilidades: o que se divorcien o que el presidente renuncie El doctor Jorge Carpizo, reconocido constitucionalista, es más tajante: la llegada al poder de Marta Sahagún sería un caso de reelección simulada, dice a Proceso en su edición que circula a partir de este domingo 29 de febrero