Pepenadoras dalit: muestra de pobreza en la India

domingo, 8 de febrero de 2004 · 01:00
*Excluidas y explotadas por provenir de una casta “inferior” Mumbai, India, 8 de febrero (apro-cimac) - En la sima de la sociedad, viven en la India cerca de 150 millones de personas dalit o de la casta intocable, a quienes se les ha negado realizar el trabajo o hasta beber del mismo pozo que las castas superiores Un ejemplo son las hasta 20 mil pepenadoras dalit que viven en Mumbai, con poca esperanza de lograr las promesas de la globalización, por ser pobres, mujeres y haber nacido en la casta equivocada De cada 100 personas que revisan los tiraderos o limpian las banquetas, 85 son mujeres, 10 hombres y cinco menores de edad, de acuerdo con un muestreo elaborado por la organización Street Mukti Sanghatana, la cual apoya a las pepenadoras Entre las pepenadoras, la mitad no tiene pareja y otras más tienen esposos desempleados o alcohólicos Nueve de cada 10 son analfabetas y 100 por ciento de ellas nació en la casta designada por las divinidades de la religión hindú para hacer el trabajo sucio y ser despreciable “Hay mucho dinero en la basura”, explica Jioty Mhapsekar, feminista, dramaturga y fundadora de la organización Street Mukti Sanghatana, “pero los intermediarios las explotan” Lo más difícil para ellas es mantener un ingreso fijo, el cual puede llegar hasta 25 pesos en un día, una suma decorosa con la que pueden comprar, incluso, pollo para comer, pero en un mal día, ninguna rupia (moneda hindú) llega a su bolsa y se reparten media taza de arroz entre todos Sin embargo, bajo los estándares de medición de pobreza de la India, ellas no serían consideradas “las más pobres de las pobres”, puesto que llegan a ganar más de un dólar al día o, por lo menos, tienen algún ingreso Sólo 40 por ciento de las mujeres que limpian las banquetas con su escoba de varas estaría en ese grupo La jefa de Desarrollo Comunitario Municipal de Mumbai e impulsora del programa para las pepenadoras de esta poblada ciudad, Jyoti Pandya, está en desacuerdo porque la pobreza también se mide con base en el estado nutricional: mientras que el mínimo son dos mil 200 calorías, estas familias consumen menos de mil 200 Actualmente el 60% vive en ciudades perdidas, ejemplo de ello son las jefas de familia en casas sin teléfono, refrigerador y otros bienes Aunque llegan a tener hasta ocho hijos, el promedio por mujer es de cuatro debido a la alta mortalidad materna, de acuerdo con los datos de Pandya En 65 de cada 100 casos, estas familias sacan a las niñas de la escuela antes de que ingresen al nivel medio básico (a los 12 años de edad) para que cuiden a sus hermanos, y luego casarlas a los pocos años Los matrimonios de las jóvenes a los 16 años o menos –pese a que la legislación lo prohíbe– están rodeados de hijos, violencia familiar y falta de opciones, refiere la coordinadora del Centro de Capacitación para las Pepenadoras, Sangeeta Sanal Vieja a los 42 Asha tiene 42 años, pero se ve de 50 Eso es común entre las pepenadoras de Mumbai A su corta edad, ya se considera vieja para seguir trabajando Llegó de un pueblo cercano a esta megalópolis “Yo iba a la escuela, nadie la forzó a salirse de la escuela, pero todas las niñas de la escuela se fueron y ella también”, cuenta en hindi “Me casaron a los 13 y tengo cinco hijos, cuatro mujeres y un hombre”, dice en su escueto testimonio La historia de Asha es fuera de lo común, pues la mayoría no fue nunca a la escuela, dice Koruna Gokhale, la maestra que les enseña algo importante en un país donde se abortan los fetos femeninos por desprecio: siendo que son los cromosomas del padre los que deciden el sexo del bebé Sirgieron de los pies del Dios Las pepenadoras de Mumbai, donde se diluyen las castas, están mejor que en los pueblos, donde se sabe a qué casta pertenece cada uien y se les puede prohibir, incluso, beber de los pozos locales a la gente dalit, palabra que significa “la gente excluida y explotada” Donde se sabe que son dalit, ellas no pueden comer de los mismos trastes, viajar en los mismos transportes o hacer los mismos trabajos que las castas más altas, pues la contaminarían Y es que de acuerdo con la tradición veda, la casta brahamánica surgió de la cabeza del primer ser y los dalit, de sus pies “No pasa más de una semana o dos en India sin que los diarios publiquen notas de cómo los dalits son forzados a acarrear o comer excremento, cómo se destruye su propiedad, sus cabañas quemadas y las mujeres sujetas a abuso sexual violento”, hace notar Mukul Sharma, compilador del libro Mundos inquietos, voces y visiones dalit, publicado por la Fundación Heinrich Böll “Sin embargo, no hay medios que registren las voces de los dalits, no hay un solo periodista dalit en Delhi, la capital de la India”, agrega Paradójicamente, son las mismas fuerzas políticas hinduistas las que han usado a los dalit como carne de cañón en las revueltas recientes contra la población musulmana, como ocurrió hace dos años en el estado de Gujarat Comienzan a tomar conciencia de su fuerza demográfica y política También las mujeres dalit se dieron cuenta de su fuerza …Pero se organizan “Desde 1980 a la fecha he estado en el movimiento de mujeres, pero sentí que el problema de la discriminación de casta no se contemplaba por el movimiento de mujeres”, dice la fundadora de la Federación Nacional de Mujeres Dalit, Ruth Manorana “Sus problemas no se resaltaban, su pobreza no se resalta”, agrega Tampoco el movimiento dalit destacaba sus problemas, por lo que decidió generar un movimiento que las mirara como mujeres y como “intocables”, cuyos problemas se llevaron ya por 50 delegadas a la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Pekín 1995, explicó la doctora dalit Las mujeres de la casta más baja, encargadas de 70 por ciento de la agricultura en India “necesitan liderazgo, articular su problemática el problema desde su perspectiva” Mientras tanto, fueron las mujeres dalit –a través de la Federación de Mujeres Pepenadoras– las encargadas de limpiar los terrenos del Centro de Exhibiciones Nesco y llevarse las cinco toneladas de folletos, volantes y carteles desechados tras cinco días de trabajos del Foro Social Mundial (FSM), que reunió a 100 mil activistas de 132 países del mundo

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