Familiares de víctimas de la guerra sucia demandan justicia

lunes, 8 de marzo de 2004 · 01:00
* Al menos 169 mujeres sufrieron la persecución política México, D F, 8 de marzo (apro-cimac)- Con las heridas abiertas, decenas o quizá centenares de mujeres no cejan en su demanda de justicia Son las familiares de los detenidos y desaparecidos, las exprisioneras políticas y las exguerrilleras que padecieron persecución y tortura durante la llamada guerra sucia de los cuerpos represivos del Estado contra los movimientos sociales y armados, durante los setenta y ochenta Como parte de la estrategia represiva de las fuerzas de seguridad mexicanas --planeada desde las más altas esferas del poder político--, las mujeres y las niñas representaron un botín de guerra, según señalan las propias víctimas y diversos analistas Al desaparecerlas, torturarlas y violarlas se incurría, además de un golpe de contrainsurgencia, en el quebranto moral y psicológico a las y los activistas de esos años, en los que los cauces democráticos estaban más que vedados para la inconformidad social Como una luz al final del túnel, la reciente detención del extitular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), Miguel Nazar Haro, reaviva la esperanza de justicia para las mujeres que incluso padecieron en carne propia las vejaciones de uno de los principales crímenes de lesa humanidad, que permanecen impunes en México En 2002, durante la jornada “La mujer y la guerra sucia”, realizada en la Cámara de Diputados, se reportó que al menos 169 mujeres sufrieron la persecución del Ejército Mexicano, la DFS y la Brigada Blanca, entre otras corporaciones policiacas Sin embargo, un informe más moderado indica que 43 guerrilleras fueron desaparecidas por la DFS Un documento de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), divulgado recientemente, revela que de 1971 a 1983 fueron “raptadas”, por los órganos policiacos al mando de Nazar Haro, 17 mujeres de la Liga Comunista 23 de Septiembre Además, fueron desaparecidas --según el reporte-- seis guerrilleras del Partido de los Pobres, dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y dos del Movimiento de Acción Revolucionaria Una rebelde de cada una de las siguientes organizaciones fue desaparecida: Fuerzas Armadas de Liberación, Vanguardia Armada Revolucionaria del Pueblo, Comandos Armados del Pueblo y Fuerzas Armadas de Liberación Nacional La memoria que no olvida Apenas hace unos días, en la Cámara de Diputados se dieron cita una veintena de excombatientes (mujeres y hombres) de grupos armados de los sesenta y setenta, para dar sus testimonios sobre la guerra sucia, y exigir a la justicia federal que enjuicie a Nazar Haro, y a otros exrepresores que siguen con vida, como el expresidente Luis Echeverría y el exsecretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, entre otros En esa reunión con diputadas y diputados perredistas, se escucharon relatos escalofriantes en los que se denuncia a Nazar Haro como protagonista de torturas contra mujeres y niñas Por ejemplo, Tania Zarzueta, de dos años de edad e hija de Humberto Zazueta y Bertha Alicia López, fue torturada mediante choques eléctricos, y quemada con cigarrillos frente a sus padres Lourdes Uranga, exmilitante del Frente Urbano Zapatista, distribuyó un documento en el que narra: “En los interrogatorios siempre mencionaban a mis hijos para intimidarme, me golpeaban y me hacían oír las voces, los ahogados lamentos de muchos compañeros en el momento de su tortura “Cuando queríamos ir al baño, un soldado nos llevaba y teníamos que realizar nuestras necesidades delante de él No podía soportar el bochorno de ser observada en esos momentos, pues además hablaba con otros hombres y sentía que me estaba mirando Mi menstruación se convirtió en una desgracia”, añadió en su relato Las madres lloran también pelean En su demanda de justicia, las madres de las y los desaparecidos de la guerra sucia se organizaron A decir de la investigadora Elizabeth Jean Maier Hirsh, el fenómeno de la represión política colocó a la mujer/madre en el papel de sujeto colectivo y activo, tanto en México como en América Latina Según Maier Hirsh, los roles tradicionales de la mujer, como esposas, madres y amas de casa, se vieron trastocados en los últimos 25 años Como consecuencia de la represión y desaparición de los hijos, las mujeres se movilizaron y organizaron, desempeñaron actividades y entablaron relaciones políticas basadas en las demandas vinculadas a su papel tradicional de productora, reproductora y administradora de lo doméstico-familiar En México, el primer Comité de Familiares contra la Represión Política, fundado en Monterrey en 1977, fue encabezado por la excandidata presidencial Rosario Ibarra, y tendría como objetivo la defensa y lucha por la libertad de los presos políticos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos Hoy el grupo se llama Comité Eureka (que significa: “he hallado”, “he encontrado”), y su trabajo fue más allá de la documentación de la represión y búsqueda incansable de sus vástagos Las madres asumieron el quehacer político que sus hijos no pudieron seguir

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