Fidel Castro y los derechos humanos

viernes, 16 de abril de 2004 · 01:00
México, D F, 15 de abril (apro)- Fidel Castro tiene una visión muy diferente a la ONU en cuanto a qué son los derechos humanos En un discurso pronunciado en mayo del 2002 --después del incidente de Monterrey, cuando el presidente Fox le dijo “comes y te vas”--, Castro declaró que la condena existente sobre su régimen no era sino una forma más de correr un tupido velo sobre los horrores económicos que se viven en el mundo globalizado: “Fuimos condenados en Ginebra por quienes consideran que ese mar de pueblo aquí reunido, cuya imagen puede observarse en todo el mundo, ha sido privado de sus derechos humanos Con toda seguridad que ninguno de los que en América Latina promovieron o coauspiciaron o apoyaron ese proyecto, podría reunir en la capital de sus respectivos países el 5% de los ciudadanos aquí reunidos” Para Castro es absurdo pensar que todos los cubanos viven amedrentados y sometidos: “¿Acaso se trata de fanáticos, personas ignorantes e incultas, carentes de conocimientos históricos y políticos? A esta enorme masa se le podría preguntar si hay entre ellos uno solo que no sepa leer o escribir, o un analfabeto funcional con menos de sexto grado; ninguno podría levantar la mano Si la pregunta fuera cuántos poseen los conocimientos de un graduado de noveno grado (tercero de secundaria), o por encima de ese nivel educación, más del 90%, excepto los escolares que no han cumplido aún 15 años, levantarían la mano” En la mira de la ONU por “violación a los derechos humanos”, Cuba se ha convertido en un blanco predecible de Estados Unidos, sobre todo después de que tres terroristas fueron condenados a muerte después del secuestro de un barco y la amenaza de matar a todos los pasajeros si no se les ayudaba a llegar a Miami Pero del otro lado de la moneda, ya desde el 2002, Castro consideraba que era “triste el destino de cientos de millones de latinoamericanos, que desde un punto de vista realmente humano no han podido salir todavía de la prehistoria de la humanidad, y no saldrán, mientras el sistema de saqueo que ayer exterminó a decenas de millones de sus habitantes nativos y los convirtió sucesivamente en colonias, neocolonias y países dependientes, económicamente subdesarrollados, rija el destino de estos pueblos Lo ocurrido antes de Ginebra, en Ginebra y después de Ginebra, apenas se distingue de la bochornosa historia que ya conoció nuestro pueblo desde los primeros días del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959” En su defensa, Castro aboga sentenciando que los gobiernos oligárquicos y burgueses se unieron al aislamiento y bloqueo, a la agresión imperialista contra Cuba Todos con excepción de México, que en aquella ocasión se convirtió en un modelo de la no intervención, “un país que con décadas atrás tuvo lugar una gran revolución social, que trajo justicia y notables avances para el pueblo de una nación mutilada por el insaciable expansionismo de su vecino del norte” Convencido de que en el caso de México la excepción hace la regla, el Comandante ahora ha llamado a México “lacayo de los intereses imperialistas” Durante su discurso del 2002 dijo que “a los hermanos de América Latina les han hecho un gran cuento de ‘Las mil y una noches’, en el cual cada día que pasan creen cada vez menos Llevan medio siglo tratando de hacerles creer que los cientos de miles de niños que mueren por desatención y hambre, los millones que no van a escuela y trabajan por míseros salarios, limpian parabrisas y zapatos, o son objeto de comercio y explotación sexual, es sinónimo de democracia y respeto a los derechos humanos “Que los cientos de millones de seres humanos que viven en la pobreza, a pesar del enorme potencial de la riqueza y los recursos naturales que los rodean; el enorme número de desempleados, subempleados o trabajadores informales que viven sin la menor ayuda, seguridad social o protección alguna; la desatención médica a las madres, niños, ancianos y población en general; la marginación, las drogas la inseguridad y el delito, se llaman democracia y respeto a los derechos humanos” En ese mismo concepto Castro incluye también a los “escuadrones de la muerte, las ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones y asesinatos; el soborno, la malversación y el desvío o robo descarado de los bienes públicos, mientras escuelas y hospitales se cierran, los bienes y recursos de las naciones se privatizan y muchas veces se regalan a amigos y asociados en la corrupción” Y sentencia: “Todos y cada uno de los países de América Latina que nos condenaron en Ginebra o coauspiciaron el proyecto de resolución contra Cuba, están bien distantes de los índices educacionales, culturales y sociales que son fundamentales para una vida sana, decorosa y justa de los ciudadanos” Las estadísticas Algunas de las estadísticas que ofrece Cuba sobre su realidad social, en relación a América Latina, son éstas: --Tasa de analfabetismo: el conjunto de América Latina 117%; Cuba 02% --Habitantes por personal docente: América Latina 984; Cuba 43 (dos o tres veces más personal docente) --Tasa de escolarización en la enseñanza primaria: América Latina 92%; Cuba 100% --Tasa de escolarización en la enseñanza secundaria: América Latina 52%; Cuba 997% --Mortalidad infantil por mil nacidos vivos: América Latina 32; Cuba 62 --Médicos por cada 100,000 habitantes: América Latina 160; Cuba 590 --Partos con atención médica: América Latina 865%; Cuba 100% Estados Unidos, fuera de la ley Con una enmienda a la Ley de Presupuesto de Defensa, el 7 de diciembre de 2001 el Senado de Estados Unidos aprobó por una abrumadora mayoría de 78 votos contra 21, la propuesta “Ley de protección para los soldados estadunidenses” La Enmienda, introducida por Jesse Helms, da el marco jurídico para que Estados Unidos se oponga abiertamente en todos los foros a la instauración y funcionamiento de la Corte Penal Internacional Esto implica: --La prohibición a Estados Unidos a cooperar con la Corte Penal Internacional --Ningún país que haya ratificado el Tratado de Roma recibirá ayuda militar estadunidense (con excepción de los miembros de la OTAN) --Ninguna información clasificada como de Seguridad Nacional será dada a la Corte Penal Internacional o a países que sean miembros del Estatuto de Roma --Estados Unidos no participará en ninguna misión de paz, a menos de que el presidente certifique ante el Congreso que los miembros de sus fuerzas armadas estarán exentos de cualquier investigación de la Corte Penal Internacional --El presidente de Estados Unidos está autorizado a utilizar todos los medios necesarios y apropiados para lograr la liberación de personal estadunidense o aliado detenido, o hecho prisionero por la Corte o a su nombre

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