Gas: el "as" de la política en el Cono Sur

lunes, 19 de abril de 2004 · 01:00
Santiago de Chile -- Todavía esta fresco el recuerdo de la “guerra del gas”, en la cual el pueblo boliviano se alzó y derribó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Losada, por pretender exportar, a través de Chile, dicho recurso a Estados Unidos y México En ese hipotético negocio las arcas bolivianas iban a recibir una tajada muy menor y, además, se iba favorecer a Chile, país con el que Bolivia mantiene una centenaria rivalidad, por haberle privado de su condición marítima tras la Guerra del Pacífico (1879-1883) La sociedad y la política boliviana, se han inclinado desde entonces a dar forma a un anhelo nacional: que el gas sirva para el desarrollo del conjunto de la sociedad y que no se repita lo ha ocurrido tantas veces en su historia: que las grandes riquezas de su subsuelo eran extraídas sin que casi nada de sus ganancias sirviera para el progreso del país, como ha sido el caso del estaño y la plata En este contexto, el nuevo gobierno dio un giro al énfasis en las relaciones con Chile, pasando de un enfoque economicista a uno netamente político, donde la recuperación de la cualidad marítima constituye el objetivo prioritario y condición sine qua non para reestablecer cualquier tipo de relaciones Reflejo de esta postura es el anuncio que hizo el 14 de abril el recién asumido ministro boliviano de Hidrocarburos, Xavier Nogales, en la presentación del proyecto de ley de hidrocarburos: "Bolivia no puede sacar su gas a través de Chile Tiene que sacarlo a través de Perú porque tenemos una restricción política con Chile muy grande Estamos hablando de un puerto con soberanía en el Pacífico Eso pude demorar muchos años, pero mientras no se resuelva, tenemos que salir por un puerto peruano” El proyecto de hidrocarburos deberá ser aprobado en un referéndum de carácter vinculante programado para el 18 de julio, que consultará a la población acerca de la política energética a la que se acogerá el país en el próximo tiempo Uno de los aspectos que se consultarán es la ruta de salida para las exportaciones proyectadas a México, sobre las que hay grandes esperanzas, dados los volúmenes involucrados Durante una reunión con intelectuales chilenos que tuvo lugar durante su más reciente visita a este país, Evo Morales, el líder político boliviano y presidente del Movimiento al Socialismo (MAS) comentó lo que preocupa a los dirigentes bolivianos sobre la salida al gas por Chile: No sólo es la negativa de este país para sus requerimientos marítimos, sino también el temor de que la existencia de un ducto de gas debido a que, ante cualquier cambio en las condiciones de exportación o corte de los envíos, el ejército chileno pudiera invadir las estratégicas reservas de Tarija, en Bolivia Este análisis reproduce el escenario de la Guerra del Pacífico, en la cual Chile, ante el aumento de impuestos aplicado por el gobierno boliviano a la producción de salitre --que era manejada por empresas y trabajadores chilenos--, optó por invadir el territorio de Bolivia y apropiarse de sus recursos La dependencia de Argentina El gas es responsable en Chile de un 33% de la producción de energía 99% de él proviene de Argentina Por eso preocupó la confirmación de que el presidente Nestor Kirchner le hiciera al presidente Lagos, en una llamada realizada el jueves 30 de marzo, de que por necesidades internas se reduciría de 13 a 10 millones de metros cúbicos la cantidad de gas que diariamente envían empresas transnacionales de Argentina a Chile Dejó, además, abiertas las puertas para realizar en el futuro restricciones aún mayores, dependiendo de las urgencias de su país Ante la presión de los sectores empresariales afectados, el gobierno chileno optó por rechazar duramente la medida del gobierno argentino, país al que se ha hecho responsable de los problemas que se pudieran generar a partir de los futuros déficit de gas El miércoles 6 de abril, la molestia chilena se expresó en una nota de protesta, en donde se acusa a Argentina de vulnerar el Protocolo de Integración Gasífera suscrito por ambos países en 1995 Éste establece que ante una situación como la que atraviesa Argentina --racionamiento de gas natural por una mayor demanda-- “se aplicarán criterios de proporcionalidad para la disminución del flujo de los hidrocarburos” En dicha carta, Chile expresa que decisiones como las tomadas “en áreas tan sensibles cómo las de abastecimiento energético, dañaran fuertemente el proyecto integrador que ambos países llevan a cabo” Argentina ha tratado de poner paños fríos a la situación Señaló que la responsabilidad del incumplimiento de los contratos pactados es de las empresas privadas que no hicieron las inversiones necesarias Se espera que el propio canciller argentino viaje a Santiago en los próximos días para explicar los fundamentos de los recortes No obstante, la Casa Rosada no ha manifestado su intención de echar marcha atrás en su medida Las causas del déficit de gas de Argentina se deben al sostenido crecimiento que su economía viene registrando el último tiempo --cerca del 9%--; en el explosivo aumento de la demanda interna de gas; en las escasas inversiones realizadas por las transnacionales que se quedaron con el manejo de este recurso una vez privatizado; y en la prioridad que estas le han dado a los envíos a Chile, por razones de precio A Chile estos recortes lo tomaron desprevenido, toda vez que su desarrollo energético se ha hecho cada vez más dependiente del gas argentino, llegando este país a ser responsable del 99% del abastecimiento de gas, y de un tercio de toda la generación eléctrica Esta última cifra iba en franco aumento hasta el estallido de esta crisis, proyectándose para el 2015 la puesta en marcha de 7 nuevas centrales que deberían ser abastecidas con gas Lo malo es que hoy no se sabe de donde va a venir ese gas, puesto que la política del presidente argentino Nestor Kirchner, apunta prioritariamente hacia el mercado interno Y por el momento, no es dable pensar en el gas boliviano El experto en relaciones internacionales, Raúl Sohr, señaló a Apro, que los planes energéticos chilenos se alimentaban en la ilusión de un mayor suministro argentino, y “seguramente en las posibilidades que abría el gasoducto con el que se exportaría gas al norte del continente, pero que inevitablemente hubiera dejado gas también en Chile” Cuando se hicieron estos planes, las relaciones con Bolivia iban viento en popa Tanto es así que al momento de estallar la revuelta que derrotó a Sánchez de Losada, las tratativas para alcanzar un acuerdo de libre comercio estaban a punto de sellarse Como también estaba a punto de construirse el gasoducto que iría por Chile Argentina podrá superar la crisis energética, no sólo con reducciones en las exportaciones de gas, sino también gracias a la solidaridad de los países de la región, como Brasil, que en los momentos más críticos del racionamiento, aportó electricidad; o Venezuela, que se comprometió a enviar varios barcos cargados con diesel, que permitirán suplir las carencias de gas argentinas, al menos por el próximo invierno Y de Bolivia, que anunció la exportación de 4 millones de metros cúbicos diarios de gas a Argentina por seis meses, poniéndose como condición, eso sí, “que ninguna molécula del gas boliviano sea desviada a Chile”, lo que hacía alusión a una frase muy ocupada por el alcalde de Santiago y líder de la derecha chilena, Joaquín Lavín, quien en repetidas ocasiones ha dicho que si el es presidente “ningún centímetro de Chile será entregado a Bolivia” Chile enfrenta una situación más complicada El mayor uso de carbón y petróleo --con los que el gobierno chileno planea reemplazar al gas-- encarecerán de manera considerable el valor de la electricidad, dado los mayores costos de estos insumos Particularmente crítica en este sentido, será la situación en el norte de Chile, cuyo sistema eléctrico es mayoritariamente alimentado por centrales termoeléctricas de gas Si a este complicado escenario, se sumara un año medianamente seco, que afectará la producción del sector hidroeléctrico, habrá importantes restricciones en el abastecimiento energético Diversos sectores de la sociedad chilena han manifestado su inconformidad y sus críticas al gobierno por el manejo del tema La excandidata presidencial ecologista Sara Larraín, ha dicho que el gobierno debe reconocer los errores cometidos, y debe dejar de echarle toda la culpa a Argentina Ella sostiene que no es viable optar por “un plan de contingencia con base en la quema de petróleo y carbón dado que parte importante de las cuencas donde se encuentran las centrales están latentes o saturadas de contaminantes, lo que se agravaría con nuevas quemas” Plantea que se debe enfrentar la crisis “con una mirada amplia, para reorientar la política energética hacia la seguridad y sustentabilidad” Ello implicaría utilizar recursos naturales energéticos propios: hídricos, geotérmicos, eólicos, mareomotriz, biomasa y solares Larraín señala que Chile puede generar en los próximos siete años más de mil 100 megawatts (MW) adicionales con base en recursos renovables propios: 600 MW de geotermia; 400 MW de generación hidroeléctrica con base en pequeñas centrales; y 100 M/W de generación eólica Adicionalmente se podría generar sobre 200 M/W con el uso de la biomasa, si se dicta una normativa que obligue el uso de los desechos de la industria forestal y el aprovechamiento de los gases de los vertederos Los problemas que esta teniendo Chile han puesto en evidencia algunas deficiencias de su modelo de desarrollo En materia de energía, desde el gobierno de Pinochet optó por entregar a manos privadas las principales empresas eléctricas del país, concentrando en pocos y grandes actores el manejo de este estratégico rubro Los inversionistas privados desarrollaron, como es de suponer, planes de inversión que apuntaban hacia la maximización de sus retornos Pero dejaron de lado los intereses de largo alcance de la nación Además, la crisis actual ha dejado en claro, como no pocas veces el último tiempo, los costos de mantener malas relaciones con los países vecinos, que hoy podrían ser de mucha ayuda

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