Historias de guerrilleros

miércoles, 28 de abril de 2004 · 01:00
México, D F, 27 de abril (apro)- El texto “Historias de guerrilleros”, escrito por Pascal Beltrán del Río, publicado en la edición 1407 de Proceso, fue seleccionado por el jurado del Premio Nacional de Periodismo correspondiente a 2003, como el ganador en la categoría de entrevista A continuación lo reproducimos en su totalidad: Más conocidos por sus nombres de guerrilleros --comandante Antonio y coronela Aurora--, Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agís dan a conocer en entrevista sus respectivas historias, cuando se cumplen cuatro años de su detención Jacobo se encuentra en el penal de máxima seguridad de La Palma y Gloria en el Bordo-Neza Ninguno se arrepiente de su pasado y confían en salir libres si se anulan las arbitrariedades judiciales que los condenaron a 50 años de prisión A cuatro años de su detención, Jacobo Silva Nogales (comandante Antonio) y Gloria Arenas Agís (coronela Aurora), exdirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), relatan a Proceso algunos aspectos hasta ahora desconocidos de su vida, particularmente sobre su participación en la guerrilla, y hablan de sus experiencias en la cárcel Los dos aceptaron ser entrevistados, y autoridades federales y estatales permitieron al reportero conversar con ellos en sus respectivos lugares de detención: el Centro Federal de Readaptación Social de máxima seguridad de La Palma y el penal de Neza-Bordo, ambos en el Estado de México Las entrevistas se realizaron el verano pasado y se publican ahora, con motivo del cuarto aniversario del operativo conjunto de las secretarías de Gobernación y de la Defensa para aprehenderlos Aunque la versión oficial es que se les detuvo en Chilpancingo, Guerrero --in in, en posesión de un importante arsenal--, la verdad es que ni siquiera estaban juntos cuando las autoridades dieron con ellos: Silva Nogales fue detenido el 19 de octubre de 1999 en la Ciudad de México, y Arenas Agís, tres días después, en San Luis Potosí Ambos han declarado que fueron torturados Condenados a cerca de 50 años de prisión, los casos de Antonio y Aurora han llamado la atención, incluso a escala internacional, por distintos motivos: Son los exguerrilleros más importantes actualmente en prisión; han denunciado que sus procesos fueron amañados y que se les torturó luego de detenerlos; Silva Nogales ha hecho varias huelgas de hambre para protestar contra las condiciones de encarcelamiento en La Palma; la hija de ambos recibió refugio político en Canadá, con otros familiares, por una persecución en su contra, situación que fue reconocida así por el gobierno de aquel país; ninguno de los dos reniega de la lucha armada, pese al consenso que existe en torno de los avances en materia electoral que ha tenido el país; el Comité Internacional de la Cruz Roja intervino para que Gloria Arenas recibiera atención médica fuera de su centro de reclusión, y la pareja ha conseguido manifestarse mediante expresiones artísticas, como la pintura y la poesía, que se han hecho notar en México y el extranjero De acuerdo con su expediente judicial --que comparten con sus coacusados Fernando Gatica Chino y Felícitas Nava Padilla--, Silva Nogales y Arenas Agís fueron sentenciados a 46 años y tres meses de prisión, en segunda instancia, por los delitos de homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, daño en propiedad ajena y rebelión, en una causa penal que se lleva en el estado de Guerrero; así mismo, se les condenó a cinco años y siete meses de cárcel por el delito de asociación delictuosa, en un proceso arraigado en Toluca, en el que fueron absueltos de los cargos de acopio de armas, posesión de cartuchos, delincuencia organizada y terrorismo La acusación más importante deriva del homicidio de un pasajero de un camión de carga civil que se atravesó en la emboscada contra un convoy militar, en la carretera Chilpancingo-Chilapa, en julio de 1996 Los acusados y sus defensores han alegado que ningún testigo podría dar cuenta de la identidad de los atacantes, dada la naturaleza de los hechos, y que, en efecto, nadie asegura que Silva Nogales y Arenas Agís hayan estado ahí Pese a la severidad de las sentencias, ambos dicen que están seguros de que no cumplirán sus condenas No está a la vista, sin embargo, una amnistía como la que hizo cesar la acción penal contra los guerrilleros de los setenta, en el sexenio de José López Portillo Aun así, los familiares de los presos prevén llevar los casos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), una vez que se agoten las instancias legales en el país Eso, pese a que la falta de recursos les ha impedido recontratar a la abogada Bárbara Zamora y ahora tienen que ser representados por un defensor de oficio Habla Antonio Repuesto de su última huelga de hambre --que duró dos meses y le hizo perder 18 kilos de peso--, Jacobo Silva Nogales parece estar en otro sitio No tiene el semblante abrumado por la grisura de La Palma que muestran los internos que se dejan ver en las cercanías de la sala donde se realiza la entrevista Por poner un ejemplo: el exgobernador Mario Villanueva parece haber envejecido diez años, al ritmo del agravamiento de su rictus facial, desde que ingresó en el penal En cambio, quien busque en Antonio a un Abimael Guzmán mexicano, un marxista-leninista cuadrado, con el rostro duro que ilustró la portada de Proceso del 23 de octubre de 1999, saldrá decepcionado "Aquí tienes tu casa, ven cuando quieras pero no a quedarte", dice este hombre de sonrisa fácil, antes de estallar en una carcajada Y agrega: "Te agradezco que hayas venido Hace mucho que no veía esos colores" O Antonio es un gran actor o hay que creerle cuando dice que su encarcelamiento "es algo de lo que me siento orgulloso" Explica: "La captura era un riesgo calculado, el costo de pelear Yo siempre pensé que no llegaría a los 30 (años) de edad, pues ya llegué a los 45 (en noviembre cumplirá 46), así que siento que estoy viviendo horas extra Haber estado en la guerrilla no es algo de lo que me arrepienta; al contrario, me tiene sumamente satisfecho" Es apenas la segunda entrevista que Antonio da en persona La primera fue con Julio Scherer García, para el libro Máxima seguridad La conversación se realiza en un locutorio, al que se llega después de pasar por los múltiples controles de seguridad, incluyendo media docena de puertas de reja dobles Una cámara de video vigila la reunión y dos custodios permanecen afuera del cuarto El preso número 911 es una celebridad dentro de una cárcel llena de celebridades El módulo 1-A, donde reside desde el 10 de diciembre último, es una constelación de estrellas en sí misma: los narcotraficantes Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Francisco Arellano Félix, Ernesto Fonseca Carrillo, Gilberto Ontiveros Lucero, Pedro Lupercio Serratos y Javier Pardo Cardona, el secuestrador Marcos Tinoco Gancedo, alias El Coronel, y el general Alfredo Navarro Lara son algunas de las personas con las que Silva Nogales convive todos los días --¿Hay conversación posible con esos vecinos? --Sí, porque pese a las diferentes historias, aquí entendemos que todos somos presos y que tenemos intereses comunes y que a veces hay que pelear juntos contra las arbitrariedades que comete la institución Entonces, no hay problemas entre nosotros Desde que llegué aquí, no he tenido una sola discusión y he estado con gente de todo tipo Cuando llegó al penal fue alojado en el módulo 8 De ahí fue transferido al área de Conductas Especiales, donde estuvo en aislamiento durante seis meses Su hermana Elizabeth cuenta que allí no tenía permiso de leer ni de hablar, pero que cuando se relajaba la vigilancia, se comunicaba con el ocupante de la celda contigua Ambos acordaron escribir cuentos durante el día y leerlos en voz alta, el uno al otro, a la mañana siguiente Ese vecino de encarcelamiento resultó ser Daniel Arizmendi, El Mochaorejas Regresó al módulo 8 por los siguientes dos años Una vez que recibió sentencia, fue cambiado al módulo 1 Puede recibir visita una vez a la semana --generalmente quienes acuden son sus hermanos Elizabeth y Abel y su sobrino David-- y realizar llamadas tres veces a la semana Con su esposa Gloria, interna del penal de Neza-Bordo, está permitida la comunicación por razones de "integración familar": una llamada de ocho minutos al mes Nacido en Miahuatlán, Oaxaca, Jacobo creció en la pobreza extrema Elizabeth, dos años mayor que él, lo recuerda como un niño flaco y enfermizo, siempre aquejado de males gastrointestinales Al enfermar su padre, la mayoría de la familia emigró al Distrito Federal En la adolescencia, Jacobo trabajó en una tienda de abarrotes y estudió la secundaria en una escuela nocturna para trabajadores por el rumbo de Lomas de Chapultepec Para asistir a clases, atravesaba toda la ciudad, pues su hogar estaba en la colonia Moctezuma Posteriormente, ingresó en la Vocacional 10, en San Juan de Aragón, donde se interesó en física, matemáticas y electrónica Ya mostraba inclinación por la política Asistía a marchas, pese a la oposición de su familia Elizabeth recuerda que una vez su hermano la invitó a un acto de campaña del Partido Comunista Mexicano En la Voca, hacia 1978, hizo contacto con un cuadro de la guerrilla de Lucio Cabañas, que se había refugiado en la Ciudad de México tras la muerte de éste La idea de los sobrevivientes del Partido de los Pobres era relanzar la lucha armada Narra que sus contactos lo fueron preparando paulatinamente, dejándole lecturas Pero él no necesitaba mucha motivación Estaba convencido, quería ser guerrillero: "Desde el momento que tuve la idea de entrar en la guerrilla, sabía que hay que estar en buena condición, y me lancé a correr, tres veces por semana, al deportivo de la Magdalena Mixhuca" Al año siguiente, Silva Nogales --bautizado como Antonio, "en honor de un compañero caído"-- participó en un campamento guerrillero Ahí, por primera vez, cargó un arma larga "Fue una sensación muy bonita Sentía que con ella podía tirar un avión" Antonio no necesitó más: Destruyó todos sus documentos --"menos la cartilla militar, que me servía de identificación"--, avisó a su familia que había conseguido trabajo como maestro rural en Puebla y se marchó de casa Por esas fechas, volvía esporádicamente Un día, simplemente no regresó Su madre lo informó a sus hermanos: "Jacobo se fue" La siguiente vez que sabrían de él, dice Elizabeth, sería mediante los noticiarios Silva Nogales fue designado responsable de reconstruir la guerrilla en Guerrero "Yo no era conocido allá, por eso me mandaron", comenta Empezó entonces un trabajo lentísimo de reclutamiento que no rindió sus primeros frutos sino una década después Su base era Acapulco, pero su área de acción era la misma sierra donde adquirió fama Lucio Cabañas Hacia finales de los ochenta, Jacobo y Gloria comenzaron a hacer vida de pareja (ninguno de los dos quiere dar una fecha precisa), al mismo tiempo que militaban en el Partido de los Pobres Después de varios años de existir con bajo perfil, esa organización, unida con el PROCUP, adquirió notoriedad durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari Primero, a raíz del asesinato de dos vigilantes del periódico La Jornada y las acciones policiacas que se desataron contra varios de sus militantes tras esos hechos Luego, en enero de 1994, mostró "solidaridad" con el alzamiento zapatista, haciendo estallar una bomba en el estacionamiento de Plaza Universidad y con un atentado contra instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad y el Ejército Mexicano (a Antonio y Aurora les achacan haber participado en estas últimas acciones) --¿Ayudó eso a la imagen pública de ustedes y de los zapatistas? --Viéndolo a toro pasado, yo creo que no Las acciones que se hicieron, y las que se planearon y no se llevaron a cabo, tenían por objeto solidarizarnos con ellos; mostrar que, aunque no los conocíamos, no estaban solos Hay que recordar que en ese momento estaban masacrando a los compañeros en Chiapas Pero no, creo que no fue lo más afortunado Dos años y medio después, la organización resurgió con motivo del primer aniversario de la matanza de Aguas Blancas Para entonces, era ya el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y Antonio, dice él mismo, se había incorporado al órgano directivo, cuando los miembros de éste decidieron que había que aumentar el número de comandantes, "para dejar de ser un grupo pequeño, porque a cualquiera le podía pasar algo y, en ese caso, no habría continuidad" A Antonio le tocó dirigir el despliegue guerrillero en Aguas Blancas, una acción que en su momento fue calificada de "pantomima" por el perredista Cuauhtémoc Cárdenas, un concepto que después repitió el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet "La idea era mostrar al país que había una fuerza armada y que iba a atacar", dice Antonio sobre el acto de presentación, cuya preparación duró varios meses y cuyo número de integrantes se niega a revelar --¿Fue una pantomima? --Para nada Nosotros íbamos con la idea de que habría un enfrentamiento tremendo, porque podían llegar soldados en cuestión de pocos minutos Teníamos tomados los cerros, porque pensábamos que iban a venir helicópteros y aviones --¿Hubieran podido tumbarlos? --Sí, teníamos con qué La diferencia entre lo que pudo pasar y lo que pasó en Aguas Blancas en junio de 1996 fue cosa de la naturaleza: El huracán Boris, que azotó a la Costa Grande de Guerrero, impidió el despliegue militar y cubrió la salida de los eperristas Entre mediados de 1996 y finales de 1997, el EPR vivió su momento de mayor fuerza Tanto, que el presidente Ernesto Zedillo dijo que la "guerrilla mala" --como se le llamó-- sería combatida con "toda la fuerza del Estado" Sin embargo, poco después de la intensificación de sus acciones vino su desintegración Tras de una etapa de discusiones internas sobre la marcha del movimiento, el contingente de Guerrero se escindió para formar el ERPI "Al ampliarse la estructura, chocaron la visión de los viejos y la de los nuevos", explica Antonio "Nosotros teníamos una postura más abierta hacia adentro y hacia la sociedad En Guerrero fue donde comenzó el cuestionamiento más duro sobre muchas cosas, a nivel ideológico, pero también en cuanto a la estrategia y metodología del trabajo Ahí fue donde comenzó la injuria y fue lo que nos condujo a la ruptura" --¿En concreto, sobre qué se discutía? --La posición mía es que todo debía estar a discusión y que no hubiera dogmas; que los dogmas nos habían llevado a cosas terribles Así que algunos llegamos a plantear que el socialismo debía ser un objetivo de largo plazo y que en lo inmediato debíamos apuntar a una democracia popular En lo interno, proponíamos una mayor ampliación de la estructura Decíamos que había que ampliarnos "¿Somos tres? No, pues seamos seis" --Aun en la guerrilla, no es lo mismo asaltar un banco que atacar un cuartel militar o realizar secuestros ¿No aprendieron nada ustedes de la experiencia de los grupos armados de los setenta, cuyo declive comenzó cuando quisieron hacer avanzar su lucha mediante secuestros? --Nosotros (el ERPI) nunca recurrimos al secuestro, porque sabemos de la condena social que se da a ese tipo de acciones Lo fundamental es ganar a la gente, educarla y hacer que luche, que conquiste sus demandas La acción militar, y ésa era la discusión con el EPR, debe ser únicamente para la autodefensa La población comprende fácilmente que ataquemos cuando nos atacan Pero cuando no, mucha gente decía: ¿Por qué hay que hacerlo? --¿Se justifican las emboscadas, por ejemplo, a los convoyes militares? ¿Son útiles para la lucha armada? --Bueno, depende del momento Si es un convoy militar que se encuentra en una zona en la que los soldados han hecho atrocidades contra la población, yo creo que sí Si la población nos lo pide, hay que hacerlo Pero si es nada más porque pasaron, pues no Ahora, estando ya desatada una guerra, entonces se trata de darle al enemigo con lo que se pueda En las circunstancias actuales, creo que no sucede eso De hecho, mucho antes de que me capturaran, ya no hacíamos emboscadas Habla "Aurora" Cuando escuchó el estruendo que venía de la planta baja de la casa, Gloria Arenas Agís pensó que había volado el tanque de gas Los disparos, que comenzaron inmediatamente después, la sacaron del error Venían por ella ¿Pero quiénes? Hacía algunos meses que ella y Jacobo huían Y no sólo de la persecución "del Estado" Ésa, Gloria la había vivido desde que militaba en Tinam, la organización social que defendía los derechos de los indígenas de la Sierra de Zongolica, a principios de los ochenta Había sido secuestrada por agentes y, antes de ser liberada, se entrevistó con el entonces secretario general de Gobierno del estado, Ignacio Morales Lechuga, quien, relata, intentó cooptarla a ella y a su hermana Norma, y luego las amenazó Sin embargo, desde principios de 1998, Gloria también tenía que huir de miembros del EPR, organización de la que Jacobo y ella se habían escindido, con toda la estructura de la guerrilla en Guerrero, luego de diferir sobre los objetivos y métodos de esa organización "Estábamos entre dos fuegos Sabíamos que cuando tomamos la decisión de participar en el movimiento nos enfrentábamos al Estado Y cuando nos confrontamos con la dirección (del EPR), que era otro Estado pequeñito, también fuimos perseguidos" --¿Cuántos comandantes salieron del EPR? --No le puedo decir exactamente, pero varios Gloria relata que la escisión que encabezaron ella y Jacobo fue la primera que padeció la organización, y la reacción en su contra fue terrible: "No lograron ejecutarnos porque nos fuimos del estado y nos escondimos de ellos Y lo hicimos al mismo tiempo que formábamos otra organización Toda la estructura que se quedó (en el EPR) se nos echó encima" Tras de salir huyendo de Acapulco, la familia --cuenta Leonor, la hija de Gloria-- primero se mudó a la Ciudad de México, luego a Toluca y finalmente a San Luis Potosí Gloria dice que en esos momentos temían más al EPR que al gobierno, porque éste "no nos conocía" La entrevista se realiza con una reja de por medio, en un locutorio del penal de Neza-Bordo Originalmente encarcelada en La Palma, Gloria salió de allí por una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que determinó que no debía haber mujeres en las prisiones de alta seguridad Ella, igual que Antonio, parece vivir su reclusión como parte de la lucha social que emprendió hace más de dos décadas Incluso, afirma que no ha llegado al final del camino en su papel de activista "Esto no termina aquí Ésta es una situación transitoria" --¿Lo dice aun con las sentencias que les dictaron? --A lo mejor pecamos de optimistas --responde, con una sonrisa-- Quizá no nos cabe que vamos a estar aquí 50 años --¿Vive con esa esperanza? --Sí, tenemos esperanza de que, luchando por nuestra libertad, tendremos que salir Y lo creo porque nuestras sentencias son completamente injustas y están basadas en juicios amañados Si fueran 50 años por rebelión, yo no diría nada; pero 50 años por homicidio calificado y las otras situaciones que nos ponen, no Su incorporación a la lucha social fue circunstancial, dice Gloria Ella y su hermana estudiaban en la preparatoria agropecuaria de Úrsulo Galván, Veracruz, cuando "entramos en contacto con la mamá de un preso político de la cárcel de Orizaba" Se ha escrito que una de sus profesoras en esa escuela había militado en la Liga 23 de Septiembre y que ella inició a las hermanas Arenas en el activismo Gloria se reserva muchos detalles La participación política fue escalando En Tinam se opusieron al cacicazgo de la familia Zepahua en la Sierra de Zongolica La defensa de la tierra y los derechos de los indígenas era el programa de la organización Hubo varias movilizaciones contra el saqueo de madera que realizaban los caciques Luego de varios encontronazos, narra, comenzó la represión "Estuve desaparecida cuatro días Mi hermana fue detenida dos veces Quisieron agarrar a mi cuñado (Felipe Velasco), pero se les escapó" Después de esos hechos, las hermanas llegaron a la conclusión de que había que salir del estado "Cuando llego a Acapulco --dice Gloria--, había entendido el mensaje: es muy difícil estar en la lucha legal Me habían secuestrado y Morales Lechuga me había amenazado" La manera de seguir participando en la lucha social, se convenció a sí misma, era entrar en contacto con un grupo armado "Yo nunca había ido a Acapulco Pero desde que llegué, me interesé por las cosas que pasaban ahí, leía los periódicos Yo misma fui buscando los movimientos, me fui acercando hasta que entré en contacto con el movimiento armado" Se le pregunta si su hija, entonces de cuatro años de edad, no fue una consideración en esa etapa de su vida --Siempre lo fue Pero entonces pensé: ¿Nada más los hombres o los solteros van a hacer algo? Madre soltera en esos momentos, Gloria fue víctima de hostigamiento sexual en los distintos empleos que tuvo en Acapulco, antes de entrar de lleno en la guerrilla Y el machismo que encontró en el ámbito laboral, no era muy distinto del que había entre los guerrilleros "Desgraciadamente, el movimiento armado es un reflejo de la sociedad Cuando llegué había mucho machismo Y todavía lo hay, depende de qué organización se trate En la cuestión de apoyo, de dar de comer, ahí hay muchas mujeres; en la dirección, muy pocas Había la tendencia de decir: la mujer, que se dedique a ser la retaguardia de su compañero; que le dé protección, que le dé una imagen de hogar" --¿Así es Jacobo? Ríe y contesta: "No, mi esposo es un raro ejemplar No es machista, contra él no tuve que luchar nada" Recluida en un penal donde la mayoría está ahí por delitos contra la salud, Gloria comparte celda con Felícitas Nava, su coacusada Una de sus principales actividades es la formación de la biblioteca, que comenzó con muy pocos libros --¿Cuál es el que más le gusta? Duda un momento y responde: Aura, de Carlos Fuentes --Se va a enojar Carlos Abascal --Precisamente por eso lo leí, y ahora sé que no tiene razón --¿Es viable la guerrilla, es válida en un país que está cambiando sin necesidad de las armas? --Creo que es necesaria Pero no con el esquema de los setenta y los ochenta, sino como un mecanismo de autodefensa de los movimientos sociales De hecho, así nació pero se deformó --¿Cómo autodefensa contra quién? --Es necesaria porque, desgraciadamente, no estamos en una democracia en la que se vaya a respetar el cambio social --¿Lo dice pese a que ahora las leyes valen más que antes, que las elecciones se respetan, que la policía teme más a los manifestantes que al revés? ¿No hay condiciones para una lucha social pacífica? --No, no las hay En Puebla acaban de matar a una defensora de los derechos humanos (Griselda Tirado, asesinada el 6 de agosto último) A Digna Ochoa, pese a que digan que se suicidó, también la mataron México es una democracia imperfecta Más bien, es una dictadura muy bien disfrazada

Comentarios