La actuación de la Procuraduría general de la República en las investigaciones sobre los videos de la corrupción y las que se han desprendido de las mismas se encuentran marcadas por fundadas sospechas de parcialidad y encubrimiento, afirma Proceso en su edición de este domingo 16 de mayo Y es que la dependencia ha sido condescendiente con el empresario argentino Carlos Ahumada por quien realizó una inusual diligencia en un hotel de cinco estrellas, el Presidente Continental, a la que acudieron dos personajes más: el senador Diego Fernández de Cevallos y el delegado metropolitano del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), José Luis Valles La diligencia se debió a una denuncia penal que Ahumada presentó contra funcionarios capitalinos por la presunta comisión de delitos electorales y de extorsión, pero la PGR dio fechas erróneas de la presentación y ratificación de la denuncia, hecho que evidenció el Gobierno del Distrito Federal También fue sospechosa la respuesta de la PGR a la denuncia de complot del jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, que estableció que la Secretaría de Hacienda tenía antecedentes sobre los movimientos financieros del exsecretario de Finanzas capitalino, Gustavo Ponce Meléndez, de quien por cierto se desconoce su paradero Macedo dijo que no podía establecer si hubo omisión de Hacienda, deslindó a Televisa por divulgar datos duros de la investigación de Hacienda y en cambio no tuvo ningún prurito en iniciarle dos averiguaciones previas a López Obrador y varios de sus colaboradores por la difusión del informe del Fincen (Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro) A pesar de asegurar que en la investigación contra Ahumada no hay líneas ni consignas, inexplicablemente, la PGR solicitó, en abril último, a la delegación de la PGR en Tabasco, información sobre todas las averiguaciones previas relacionadas con López Obrador en los últimos 20 años; estas entre otras actuaciones sospechosas de la PGR que destaca Proceso en su edición de este domingo 16 de mayo