Un reciente fallo del Poder Judicial de la Federación en contra de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sacó a flote una de las pesadas herencias de la gestión de Jorge G Castañeda, publica Proceso en su edición de este domingo 2 de mayo Con más de 20 años de carrera en el servicio exterior mexicano, el ministro Jorge Luis Olivárez Novales fue destituido de su cargo por Castañeda en una decisión que el entonces secretario tomó apenas unos días después de haber llegado a Tlatelolco, en diciembre del 2000, pero sin que fundamentara legalmente su decisión Así se desató un proceso judicial de tres años al cabo del cual la SRE ha perdido por vez primera un juicio con uno de sus diplomáticos en servicio La SRE está ahora obligada a pagarle sueldos caídos y prestaciones por aproximadamente medio millón de dólares, cantidad que ha sido cubierta de forma parcial, además de restituirlo en su trabajo con el mismo rango de ministro que tenía al momento de ser requerido por Castañeda desde la embajada de México en Buenos Aires, donde era jefe de la cancillería; es decir, el segundo funcionario más importante de la embajada y el encargado de negocios en ausencia del embajador Ahora, Olivárez considera interponer una demanda civil en contra de Castañeda por daño moral y profesional con lo que el exsecretario podría quedar inhabilitado temporalmente para ocupar algún cargo de elección popular Este escenario vendría a complicar aún más su registro como candidato, pues actualmente la ley electoral no permite las llamadas candidaturas independientes, fuera de los partidos, como la que pretende el excanciller, expone Proceso en su edición de este domingo 2 de mayo