Análisis político: Los disparates de Jorge Castañeda

viernes, 28 de mayo de 2004 · 01:00
México, D F, 27 de mayo (apro)- Dotado de una inteligencia filosa, que ha hecho importantes aportaciones para el mejor entendimiento de coyunturas en la historia, Jorge Castañeda no es un político de ocurrencias Cuando habla hay que tomarlo en serio, así exprese aparentes disparates Y es a través de sus palabras, y también de sus omisiones, como mejor puede conocerse a este político que busca ser presidente de México montado en una hábil estrategia de capitalizar el desprestigio de la clase política a la que él mismo pertenece Simulador, camaleónico, el arrogante excanciller tornó repentinamente en accesible y hasta simpático político, todo lo cual es mera anécdota ante un puño de palabras que, en realidad, definen plenamente su talante y la inmensidad de su ambición Hace una semana, ante periodistas, el exmiembro del Partido Comunista y luego apóstol del vito útil por Vicente Fox –no hay converso que no sea radical-- declaró que era preciso frenar a como dé lugar al principal adversario presidencial, Andrés Manuel López Obrador Al jefe de Gobierno del Distrito Federal, amenazó, “se le debe ganar como sea, para evitar que siga ofreciendo una plataforma populista, que es una estafa para el pueblo” Precisó: “Creo que hay que ganarle a la buena, a la mala y de todas las maneras posibles” El sentido de esta declaración representa una señal ominosa en la construcción de la democracia en México y evidencia el tono en el que se torna la disputa por el poder, que en realidad es por la nación Tamaña definición política se produce en un contexto del evidente embate contra López Obrador orquestado por Carlos Salinas en colusión con el gobierno foxista, en el que Castañeda encaja haciéndose pasar como el providencial salvador de la patria Aunque la política no es un combate entre ángeles y demonios, la declaración de Castañeda conspira contra el más elemental principio democrático, porque pretende evitar, “como sea”, que un adversario exponga lo que a su juicio es más positivo para la sociedad Si a Castañeda, como es obvio, le repugna la “plataforma populista” de López Obrador, que define como “una estafa para el pueblo”, él que se dice portador de las “ideas para el cambio” debiera intensificar las mismas, pero su declaración sugiere hacer uso de lo que sea y aquí cabe hasta el asesinato mismo Tanta repulsa causa este emplazamiento de Castañeda como el hostigamiento que en su contra ha hecho un grupo de jóvenes que lo han seguido a sus encuentros con mexicanos para exponerles sus “ideas para el cambio” que desistió de imponerlas desde el gobierno de Fox del que ahora reniega La declaración de Castañeda debe ser permanentemente recordada para, precisamente, conjurar que la confrontación política derive en sangre, como ocurrió hace una década con el asesinato de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu Castañeda tiene derecho a recurrir a todos los medios lícitos para confrontar y derrotar a sus adversarios, pero fomentar que debe ser también “a la mala”, en lo que cabe hasta el asesinato, es llevar demasiado lejos el combate político y lo desmerece como promotor de un verdadero proyecto de nación Frenar a López Obrador “a la mala y de todas las maneras posibles”, como advirtió Castañeda, debería merecer una precisión en el ánimo de no alentar el deterioro del ambiente político Pero no habrá tal precisión porque Castañeda dijo lo que quería decir, como en su momento jamás mostró escrúpulo alguno para financiar la campaña presidencial de Fox ni lo hace ahora para solventar económicamente la propia, de la mano de Lino Korrodi y de Elba Esther Gordillo, sus cómplices Por eso no informa ni informará de dónde fluyen los recursos para promover su candidatura presidencial, que pasa por alianzas financieras con medios de comunicación, empresarios prominentes y, claro, sectores de Estados Unidos que han logrado persuadirlo como uno de los suyos En ambición y falta de escrúpulos Castañeda es rama del mismo tronco junto con Marta Sahagún, Elba Esther Gordillo y Salinas, su mentor Comentarios: delgado@procesocommx

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