Análisis político: El PAN, Miami en México

viernes, 7 de mayo de 2004 · 01:00
Mexico, D F, 6 de mayo (apro)- El domingo 2 de mayo, en el discurso de clausura de la Asamblea Nacional que eligió al consejo que nombrará a su sucesor al frente del PAN, Luis Felipe Bravo Mena quiso darle un poco de lustre a su cargo y encontró la ocasión en la virtual ruptura de relaciones diplomáticas del gobierno de México con el de Cuba, que encabeza Fidel Castro: “Es hora de luchar por que el México libre, democrático, que defiende los derechos humanos aquí y afuera, debe continuar, por más que pese a dictaduras decrépitas que esclavizan a sus pueblos y los bañan de saliva apestosa” Tales expresiones no hacen sino retratar a quien las profiere: un personaje que, junto con un ejército de juramentados, asaltó a un partido político con historia democrática y que lo ha convertido, en muchos sentidos, en entenado del exilio cubano de Miami, pastoreados ambos por Estados Unidos No es algo raro ni novedoso: desde hace décadas, al menos desde el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, los sectores más beligerantes de la derecha de México y del exilio cubano han hecho uso de la violencia física y verbal contra quienes no piensan como ellos, como ahora lo exhibe Bravo Mena Un militante panista lanzó, en 1965, una bomba contra las instalaciones del periódico El Día y sólo porque fue capturado se evitaron otros actos terroristas análogos, si bien ya habían atentado contra otros objetivos en la Ciudad de México Ese militante panista, procesado y sentenciado por ese delito, se llama Daniel Ituarte Reynaud, quien con el paso de los años se convirtió en alcalde de Zapopan, Jalisco, y luego fue secretario de Seguridad Pública del estado que gobernaba Alberto Cárdenas Jiménez, actual titular del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) Ituarte Reynaud, que sigue siendo panista, no cometió solo el acto de terrorismo contra El Día: lo acompañaron en su aventura al menos otros tres personajes que revelan una conexión interesante Uno de ellos era Henri Agüeros Garcés, un pistolero del Directorio Cubano, que desde Miami introdujo a México granadas para sus socios mexicanos Los otros dos personajes que se coludieron con Ituarte Reynaud y Agüeros Garcés para el atentado contra los “comunistas” de El Día, que dirigía Enrique Ramírez y Ramírez y del que era columnista Manuel Buendía, fueron Manuel de la Isla Paulín y Manuel Hernández Díaz, sobrino de Salvador Borrego, el autor de Derrota mundial, la obra nazista que se ha convertido en una Biblia para la extrema derecha mexicana Así como Bravo Mena y muchos de los extremistas del PAN se asumen como católicos, que van a misa y comulgan todos los domingos, los cubanos de Miami acuden a Dios para justificar sus actos de violencia, como el Movimiento Nacionalista Cristiano, que reivindicó el atentado contra El Día, el 8 de julio de 1965 Conviene recordar su proclama para cotejarla con las expresiones de Bravo Mena: “Dando cumplimiento a lo que anunciamos el 16 de enero, al dar inicio a la Operación Castigo, con el dominio de la sede del Partido Comunista Argentino, y ratificamos el 21 de mayo al destruir el Instituto Soviético Mexicano, anunciamos que en la madrugada de hoy, día 8 de julio, comités del Movimiento Nacionalista Cristiano (sección cubana del Joven América) atacaron y bombardearon los talleres y oficinas del periódico comunista El Día, libelo rojo financiado por la embajada soviética en la Ciudad de México, dirigido por el conocido comunista mexicano Enrique Ramírez y Ramírez Ese periódico se ha caracterizado por su incesante campaña contra los exiliados cubanos y sus defensas al régimen rojo de La Habana” Esta historia, que Bravo Mena y sus seguidores quisieran se olvidara y que con sus actos se empeñan en recordárnosla, es apenas un ejemplo de la arraigada mentalidad de extrema derecha que muchos habían pensado era parte del pasado Pues no Que Bravo Mena denomine “catecismo público” a eso que desde el domingo 2 se llama “desarrollo humano sustentable”, la nueva doctrina del PAN, es irrelevante Es, en todo caso, la forma El fondo es el empeño de Bravo Mena y sus compañeros de la Organización Nacional del Yunque de seguir en el secreto, en las mazmorras ideológicas, donde se urden las estrategias, por ejemplo, para apoderarse del Consejo Nacional del PAN y encaminar a la presidencia de ese partido a otro de los suyos, Manuel Espino Barrientos, y luego apoderarse de la candidatura presidencial Sin quererlo, con sus torpezas sobre Cuba, de halcón a pichón, Santiago Creel abona a ese proyecto Comentarios: delgado@procesocommx

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