Empresarios se reparten el pastel legislativo (Segunda y última parte)
* Los Dueños del Congreso destaca a legisladores que actuan como juez y parte
* Sobresalen los panistas y priistas, pero también menciona a algunos perredistas
México, D F, 15 de junio (apro)- AL QUE ES JUEZ Y PARTE, LE TOCA LA MAYOR PARTE: Mención aparte merecen aquellos que más reflectores han atraído El senador panista Fauzi Hamdan Amad forjó una larga carrera en prestigiados despachos jurídicos, como Hoaglan y García Barragán, SC, García Barragán y Hamdan, y en 1989 fundó Hamdan, Manzanero y Asociados, SC Pero en 1994 quiso ser legislador, se afilió al PAN y para septiembre ya era diputado, donde presidió la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda
En el 2000 su partido lo postuló al Senado, por la vía plurinominal, para no asolearse, y desde septiembre de ese año preside la Comisión de Hacienda en Xicoténcatl Entre los representados por su firma jurídica también hay empresas, como, por dar un ejemplo, Unefón Uno de sus casos llamó particularmente la atención, en el que defendía a la empresa Protexa, de los hermanos Javier y Humberto Lobo, dedicada a diferentes ramas industriales, cuyo principal cliente es Pemex El asunto está en negociar adeudos por 5,500 millones de pesos –unos cinco y medio millones de dólares-- ante el IMMS y Hacienda Es decir, el presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República defiende a Protexa de la Secretaría de Hacienda del Gobierno de la República
Otro caso es el del rico abogado Diego Fernández de Cevallos, coordinador del grupo parlamentario del PAN en el Senado de la República, es socio fundador de los despachos Gómez, Cevallos, Morfín y Compañía, SC, y Cevallos y Andrade, SC
Como los de Hamdan, algunos de los casos defendidos por Fernández de Cevallos han propiciado encendidas polémicas, como en el que representó a la empresa Jugos del Valle contra la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, un pleito en el que logró que la dependencia devolviera 1,800 millones de pesos (alrededor de 165 millones de dólares) a su cliente Entre otros casos polémicos, como por ejemplo, el litigio en que representó a Inverworld, I G Services Ltd, la empresa a través de la cual Gerardo de Prevoisin habría efectuado manejos económicos indebidos contra Aeroméxico
En fin, Diego Fernández de Cevallos, líder de los panistas en el Senado, también es propietario de ranchos agrícolas y ganaderos como La Asturiana y El Estanco, ambos en San Juan del Río
El Estanco es un rancho en la carretera a Cadereyta en sociedad con su compadre de grado, el subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, José Luis Durán Reveles Comprende más de 200 hectáreas, en el kilómetro 186 de la carretera Izarro-Cadereyta, en el estado de Querétaro
Pero al jefe Diego no le hace falta ser miembro de una comisión que controle la normatividad de su actividad económica Para eso está su primo y socio de despacho Francisco José Fernández de Cevallos y Urueta, quien es miembro de la Comisión de Agricultura y Ganadería y preside la Comisión de Desarrollo Urbano
Es lamentable que a estos personajes –Hamdan y Fernández-- se les haya ubicado como los protagonistas del tráfico de influencias en el poder legislativo Y es lamentable porque hay muchos más
Está el caso de la firma de cabildeo legislativo GEP, Cabildeo y Consultoría, una empresa dedicada, precisamente, a promover intereses de particulares en el Congreso de la Unión De acuerdo con su página electrónica, entre sus clientes está el Consejo Nacional Empresarial Turístico, del que promueven en San Lázaro su posición respecto al asunto de los casinos, ante la siempre inminente reforma de la Ley Federal de Juegos y Sorteos
Además, representan ante el Congreso de la Unión al Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias, la Industria de Derivados Alimenticios y Químicos del Maíz, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la Asociación Mexicana de Fondos para el Retiro, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, la Asociación Internacional de Inversionistas Turísticos, la Asociación de Sociedades de Emisoras de Vales y Fondos Mixtos de Promoción Turística de Baja California Esta firma la encabeza José Carral Escalante, miembro del grupo de dirección de California Comerce Bank, Continental Airlines y quien fue vicepresidente de Bank of America durante 25 años, y Ernesto Rubio del Cueto, expresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y expresidente de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos Socios de esta consultoría son Teresa Gómez Mont, diputada federal del PAN en las legislaturas LVI y LVIII; José Luis Sánchez Campos, diputado federal por el PRD en la LVII Legislatura; Rosario Guerra, diputada federal en varias legislaturas, por el PRI; Gustavo Almaraz, exsenador priista; Marco Antonio Michel Díaz, diputado local en el DF y diputado federal en la LVI Legislatura
GEP Cabildeo y Consultoría tiene nueve años de vida, durante los cuales varios de ellos han estado en funciones de representantes populares, a la vez
También la senadora Silvia Hernández, del PRI, es socia de un despacho de cabildeo legislativo
Y bueno, muchos más
¿Como llegamos hasta aquí?
De 1979 a 1991 la presencia del sector empresarial oscilaba entre el 7 y el 13 por ciento del total de los integrantes del poder legislativo mexicano
De acuerdo con un estudio del investigador Juan Reyes del Campillo, de los candidatos uninominales a diputados federales del PRI entre 1979 y 1985, en promedio, el 15 por ciento fueron para el sector agrario, el 24 por ciento para el sector obrero y el 61 por ciento para el sector popular, un periodo en que la abrumadora mayoría de diputados era priista
En ese mismo periodo los hombres de negocios militantes del PRI obtuvieron un promedio de 7 por ciento de las postulaciones, y para 1991, apenas obtuvieron el 8 por ciento de las postulaciones Es decir, no bajaron de 12 sin llegar a 20 los empresarios postulados en cada elección legislativa de ese periodo
El PAN, por su parte, hasta la década de los ochenta –aunque la cuota legislativa empresarial comenzaba a aumentar-- conseguía llevar entre 20 y 25 (4-5 por ciento) diputados provenientes de las organizaciones empresariales, en una época en donde la postulación priísta garantizaba el puesto de elección
Entre panistas y priístas, en esta etapa llevaban a las cámaras legislativas un porcentaje inferior al 13 por ciento En una década, los tiburones del dinero afianzaron su presencia en las cámaras legislativas federales, no sólo en expansión porcentual, sino también en el dominio de los órganos estratégicos del Congreso, como se vio
En la etapa previa a los noventa, los legisladores no representaban intereses empresariales, sino presidenciales
Desde los tiempos del maximato, Plutarco Elías Calles disputó con los dos últimos presidentes de ese periodo el control de los diputados Lo mismo hicieron Portes Gil con Ortiz Rubio y éste con Abelardo Rodríguez Lázaro Cárdenas logró el control promoviendo –y logrando-- el desafuero de los legisladores callistas adversos a su voluntad
Con el tiempo se atenuaron las diferencias de los hombres adictos al jefe del poder ejecutivo saliente con los del entrante, una vez que se refinó el método de selección de candidatos del partido oficial, el cual ocupó prácticamente todas las posiciones legislativas hasta 1964
El presidente de la república, aun recibiendo recomendaciones de los gobernadores, de líderes de los sectores del PRI y de algunos de sus secretarios de despacho, “palomeaba” la lista final de postulaciones a las diputaciones federales y senadurías para las elecciones intermedias
Sin embargo, la selección de las postulaciones de la legislatura que entraría en funciones –casi-- simultáneamente con un nuevo sexenio, era responsabilidad tanto del presidente, con las recomendaciones señaladas, como del candidato presidencial del PRI, a quien a su vez atendía los encargos de algunos de sus colaboradores
Uno de los pocos testimonios directos sobre las recomendaciones de los secretarios de despacho es el del exlegislador y exgobernador yucateco Víctor Manzanilla Schaffer, a quien Norberto Aguirre Palancares, titular del Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, le ofreció la diputación
A principios de 1967 –cuenta Manzanilla-- me llamó el ingeniero Aguirre Palancares para preguntarme: “¿Quiere usted ser candidato a diputado federal por Yucatán?” El interrogante me desconcertó y le contesté con sinceridad que necesitaba pensarlo (…) El ingeniero Aguirre volvió a comunicarse conmigo y me conminó a que le diera una respuesta
Manzanilla contestó finalmente que sí, y (…) Todo lo que aconteció después fue una rutina política, parafernalia del partido en el poder Me llamó el licenciado Miguel Osorio Marbán (…) y me pidió los documentos necesarios para registrar mi candidatura
Después de comentar que la misma influencia obra en la postulación a las gubernaturas, el yucateco recapitula:
Entonces aprendí otra lección política: nunca hay que confiarse, pues siempre es necesario, independientemente de la amistad que se pueda tener con el presidente de la República, que existan personas cercanas a él que le hablen favorablemente de uno
El resultado de ese método de selección era que muchos de los personajes designados para presidir una comisión legislativa provenían del primer nivel de las secretarías en cuyo ámbito de responsabilidad ahora trabajarían como diputados
Si el presidente del grupo parlamentario del PRI –y, en la lógica de entonces, por ende, presidente de la Gran Comisión-- era el hombre del presidente de la república en la Cámara de Diputados, cada secretario de gabinete tenía en los presidentes de las comisiones que tuvieran que ver con su parcela de la administración pública a un alfil dispuesto al acatamiento de la “línea”
Todavía los legisladores priístas de la LVIII Legislatura, últimos seleccionados durante la era del PRI en Los Pinos, denotan esos criterios, El 75 por ciento se había desempeñado antes en la administración pública De entre ellos, había cuatro exsecretarios del gabinete federal, 11 exsubsecretarios y 27 excoordinadores de área En el Senado, 26 formaron parte de gabinetes estatales, cuatro fueron secretarios del gabinete federal, siete subsecretarios, cinco dirigieron organismos descentralizados, seis fueron directivos de la vieja banca estatizada y cinco fueron secretarios particulares o asesores en el staff del primer círculo oficial
De esta forma, del periodo de gobierno de Lázaro Cárdenas y hasta el último día del gobierno de Ernesto Zedillo, los legisladores emanados del PRI y sus antecesores –PNR y PRM— representaban al presidente de la república
Nunca estuvo representado el ciudadano de sus distritos –con su problemática e intereses específicos comunes-- o de sus estados en el caso de los senadores, salvo en coyunturas muy claras, como, por ejemplo, cuando dos estados de la Federación disputaron territorio
Cada diputado representaba, primero, a sí mismo, sus propias aspiraciones e intereses Después, si no a los ciudadanos de su distrito, sí podía ser que a los miembros de su sector –campesino, obrero, popular-- o al cacique u hombre fuerte de su región de origen Lo mismo sucedía con los senadores, que más que representar a sus entidades, representaban a su central obrera, campesina, empresarial
¿Y el partido? Por supuesto que representaban a su partido, que encarnaba en el presidente de México, al que apelaban sus aspiraciones, su sector o el factótum regional y la dirigencia partidista para posibilitar la nominación
En la medida en que el sistema político mexicano posrevolucionario fue cobrando complejidad y completando su configuración, también, en ambas cámaras, aunque señaladamente en la de diputados, fueron representantes directos de secretarios de Estado en posiciones del Congreso
Los sectores del partido eran los vehículos de nominación y a cada uno le correspondían determinadas cuotas, por lo menos hasta principios de los ochenta, en la representación de los sectores, no equitativamente, pero determinada por la presencia de uno u otro en la región, en el estado y aún en los municipios
Se aceptaba que tal diputación de tal distrito, o tal senaduría, correspondía a la CTM, al sindicato petrolero, a la CNC En todo caso, la probable “pluralidad” de la representación quedaba al albedrío del presidente, habida cuenta de que hablamos de las cámaras federales
En todo caso, distaba mucho esa representación pluriforme de la uniformidad que hasta entonces privaba en el personal político del único partido de oposición real, el PAN, que modificó su rostro o multiplicó sus opciones hasta mediados de los ochenta
Es precisamente hasta esa época cuando la nominación priísta era prácticamente una garantía de elección, es decir, ser nominado por el PRI significaba el otorgamiento del cargo y las elecciones un trámite fastidioso, salvo las curules y escaños que de tarde en tarde ganaba la oposición, sin contar las diputaciones “de partido” y después, las plurinominales
Para los legisladores de partidos distintos al PRI, que ingresaron realmente a partir de 1964 a la Cámara de Diputados, la representación fue más clara, pues, así fuera a través de asamblea, debían su postulación a sus correligionarios y a la dirección partidista
En 1979, cuando entra en vigor la ley electoral que crea las diputaciones plurinominales, las postulaciones priístas se seguían distribuyendo y otorgando fuera de criterios de competitividad electoral
Cuando la oposición comenzó a ganar distritos electorales y su representación dejó de ser testimonial, concretamente en 1988, tanto en el PAN como en los partidos de izquierda que ingresaron al PRD, curiosamente, comenzaron a comportarse con cierta independencia, quizá basada en la convicción de que la campaña la habían hecho ellos y, en todo caso, sus corrientes
No haya que olvidar que desde 1987 han aparecido “corrientes” en los tres principales partidos políticos, algunas de las cuales han terminado escindidas de esos organismos, unas por discrepancia programática, las más por que se les cerraron espacios de acceso a las candidaturas
Después de 1988 comienza a delinearse el perfil empresarial de las postulaciones
El PAN, que había reclutado tradicionalmente a su personal político entre organizaciones filocatólicas y en un reducido espectro del amplio ámbito empresarial, comenzó a ampliar su foco de incorporación de cuadros en las propias cámaras industriales y comerciales, y lo ensanchó hacia liderazgos sociales desde mediados de los ochenta
Por ejemplo, en la LIV Legislatura (1988-1991), el grupo parlamentario del PAN estaba formado por 100 diputados, 25 provenían del sector del dinero, entre ellos Vicente Fox, desde entonces miembro de la Asociación de Industriales Guanajuatenses, quien se integró a la Comisión de Patrimonio y Fomento Industrial; Ramón Martín Huerta, posterior gobernador de Guanajuato, miembro de la asociación de industriales del mismo estado, José Luis Luege Tamargo, un personaje que hasta entonces se había desenvuelto en ámbitos gerenciales de General Motors y de la industria acerera; entre muchos otros de la generación que llegaría al poder en 2000
El llamado neopanismo, que arranca con los empresarios Luis Héctor Álvarez y Francisco Barrio, daría paso con el tiempo a la llana filiación empresarial
El PRI, por su parte, en los noventa comienza a posgraduar a su representación legislativa, postulando tecnoburócratas como Manuel Cavazos Lerma, maestro por la London School Economics; Luis Donaldo Colosio, formado en Programación y Presupuesto, y Rogelio Montemayor, ambos formados en la Universidad de Pensilvania; Francisco Suárez Dávila, posterior representante de México ante la OCDE, y Samuel Palma César
Pero es en los comicios del 2000 cuando se da un paso definitivo a favor de los legisladores empresarios, a partir de la postulación de numerosos miembros tanto del neopanismo como de la organización Amigos de Fox por parte del PAN
De los 207 miembros del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados durante la LVIII Legislatura (2000-20003), 71 (34 por ciento) ingresaron a ese partido después de 1990
La muestra de ingreso al blanquiazul por periodos quinquenales revela que entre el inicio de las grandes protestas electorales en Chihuahua en 1986 hasta 1990, año en que el PAN consolida sus relaciones con el gobierno de Carlos Salinas, 25 de los diputados de la primera legislatura del siglo XXI adquirieron la filia panista Más contundente aún es el registro de que 54 de los legisladores que coordinaría Felipe Calderón se adhirieron a ese partido entre 1990 y 1995, y 45 lo hicieron entre 1995 y 2000, el periodo de ascenso de Vicente Fox
En el arranque de la legislatura 2000-2003, el coordinador parlamentario de la diputación federal panista, Felipe Calderón Hinojosa, había advertido que el Congreso no respondería a “las presiones de los clanes del dinero” en México El líder parlamentario panista reveló “la brutal presión” que ejercen grupos económicos sobre el Congreso, lo que ejemplificó con “la manita de puerco” que aplicaban en esos primeros meses de la legislatura a través de diputados “de buena fe” como Fernando Margáin (PAN) y Natividad González (PRI), para conseguir subsidios
Beatriz Paredes, coordinadora de la diputación del PRI en ese entonces, opinó que “lo esencial es que la gestión pública no se subordine” a esos grupos Martí Batres, coordinador de los diputados perredistas, más candoroso, consideraba que los clanes del dinero deberían responder a los intereses del país
La tendencia no parece reversible, pues son los partidos políticos los que deciden las nominaciones Por otro lado, el vacío legal que prevalece ene Congreso mexicano respecto de los criterios de asignación de comisiones no podría ser definido, al menos ahora, sino a favor de quienes detentan el control de los órganos legislativos, es decir, los legisladores empresarios y los legisladores miembros de las aristocracias partidistas